El Papa: no tener miedo a la desolación, sino encontrar en ella el
El Papa: no tener temor a la desolación, sino encontrar en ella el corazón de Cristo

En la audiencia general de este miércoles, el Papa volvió a las catequesis sobre el discernimiento y charló de la desolación que “puede ser ocasión de desarrollo. La desolación es asimismo una convidación a la gratuidad, a no actuar siempre y únicamente con miras a la gratificación sensible. Estar desolados nos ofrece la posibilidad de medrar, de iniciar una relación más madura, mucho más hermosa con el Señor y con los seres amados, una relación que no se disminuye a un mero trueque de toma y daca”.
Mariangela Jaguraba – Vatican News
El Papa Francisco reinició las catequesis sobre el discernimiento en la Audiencia General de este miércoles (16/11), conmemorada en la Plaza de San Pedro. “¿Por qué razón estamos desolados?” fue el tema de este acercamiento semanal del Pontífice con los fieles.
El Beato Padre recordó la relevancia de “leer lo que se desplaza dentro de nosotros, a no tomar resoluciones precipitadas, sobre la ola de la emoción actualmente, para después arrepentirnos, en el momento en que es ya demasiado tarde. En este sentido, el estado espiritual que llamamos soledad, en el momento en que en el corazón todo es oscuro, triste, Puede ser una ocasión de crecimiento.
Según el Papa, “la desolación hace un “estremecimiento del alma”, nos sostiene alarma, estimula la vigilancia y la humildad, protegiéndonos de los vientos del capricho. Son condiciones imprescindibles para el progreso en la vida y, por consiguiente, también en la vida espiritual”.
Inquietud, ímpetu por cambiar la vida
“Una tranquilidad especial, pero “aséptica”, sin sentimiento, cuando se transforma en método de decisión y de accionar, nos regresa inhumanos”, ha dicho Francisco, y agregó:
No podemos parar de prestar atención a los sentimientos, somos humanos y sentir es parte de nuestra humanidad, y sin entender los sentimientos vamos a ser inhumanos, sin presenciar sentimientos, seremos indiferentes al sufrimiento del resto y también incapaces de admitir nuestro. Sin estimar que a esta “serenidad perfecta” no se llega por este sendero de la indiferencia.
“Distancia aséptica: no me mezclo con las cosas, sostengo la distancia. Esto no es vida, esto es como si estuviésemos viviendo en un laboratorio, cerrado para que no nos contagie un microbio, una enfermedad. Para muchos santurrones, la inquietud fue un impulso decisivo para dar un giro a su historia. Esta tranquilidad artificial no es buena, sino una sana incomodidad. Un corazón inquieto que busca el sendero.”
Como “es la situacion, por servirnos de un ejemplo, de Agustín de Hipona, Edith Stein, José Benedito Cottolengo y Carlos de Foucauld”, resaltó el Papa, afirmando que “las opciones importantes tienen un precio que la vida muestra, un precio accesible a todos. Las considerables selecciones no vienen de la lotería, tienen un precio y hay que pagar ese precio. Es un precio que se paga con el corazón, un precio de decisión, un precio a proseguir con un poco de esfuerzo, pero no es gratis. Es un precio que todos tienen la posibilidad de pagar. Todos tenemos que abonar esta resolución para escapar del estado de indiferencia que nos abate”.
La desolación es asimismo una invitación a la gratuidad
La desolación es también una convidación a la gratuidad, a no actuar siempre y en todo momento y únicamente con miras a la gratificación emocional. Estar desolados nos ofrece la oportunidad de crecer, de comenzar una relación mucho más madura, más hermosa con el Señor y con los seres amados, una relación que no se disminuye a un mero intercambio de toma y daca. Pensemos en nuestra niñez. En el momento en que eres niño, de manera frecuente acudes a tus progenitores para obtener algo de ellos, un juguete, dinero para comprar helado, un permiso. Y entonces los procuramos no por ellos mismos sino más bien por un interés. No obstante, el mayor obsequio son ellos, los progenitores, y esto lo comprendemos conforme medramos.
Según el Papa, “aun muchas de nuestras oraciones son algo de este género, son necesidades de favores dirigidas al Señor, sin un verdadero interés por Él. El Evangelio mira que Jesús con frecuencia estaba rodeado de muchas personas que lo procuraban para conseguir algo, curación, asistencia material, pero no simplemente para estar con él. Estaba presionado por la multitud y, sin embargo, estaba solo. Algunos santurrones, e inclusive algunos artistas, meditaron sobre esta condición de Jesús. Puede parecer extraño, poco realista, hacerle una pregunta al Señor: “¿Cómo te encuentras?” Sin embargo, es una forma muy bella de entrar en una relación verdadera y honesta con vuestra humanidad, con vuestro padecimiento, aun con vuestra singular soledad. Con él, que deseó comunicar su vida con nosotros hasta el final”.
Llevando adelante la desolación con perseverancia
Según el Papa, nos hace bien “estudiar a estar con él, estar con el señor, aprende a estar con el señor sin otro objetivoprecisamente como pasa con la gente que nos agradan: queremos conocerlas cada vez más, por el hecho de que es bueno estar con ellas”.
Francisco mencionó que “la vida espiritual no es una técnica a nuestra disposición, no es un programa de “confort” interior que debemos planificar. ¡No! La vida espiritual es relación con los vivos, con Dios, el Viviente, irreducible a nuestras categorías”. “Quien ora mira que los desenlaces son impredecible“, destacó el Pontífice, invitando “a no tener miedo a la desolación, sino llévala adelante con perseverancia, no escapes, y en la desolación busca hallar el corazón de Cristo, encuentra al Señor, y la contestación siempre y en todo momento llega“.
“Por eso, ante las dificultades, nunca debemos desanimarnos, sino afrontar la prueba con determinación, con el apoyo de la felicidad de Dios que jamás nos falla. Y si oímos dentro de nosotros una voz insistente que desea distraernos de la oración, aprendamos a desenmascararla como la voz del interesante; y no nos dejemos impresionar: sencillamente hagamos lo contrario de lo que ella nos comunica“, concluyó el Papa.
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Esperamos que le gustara nuestro articulo El Papa: no tener miedo a la desolación, sino encontrar en ella el
y todo lo relaciona a Dios , al Santo , nuestra iglesia para el Cristiano y Catolico .
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