El Papa: no queremos ser indiferentes ni
En la audiencia general de este miércoles, Francisco enfatizó que la pandemia del coronavirus puso de relieve nuestra vulnerabilidad y asimismo ha demostrado que todos nos encontramos interconectados. “Si no nos preocupamos los unos por los otros, comenzando por los mucho más pequeños, por los más afectados, incluyendo la creación, no tenemos la posibilidad de sanar el planeta”, resaltó el Papa.
Mariangela Jaguraba – Vatican News
El Papa Francisco continuó el ciclo de catequesis sobre la pandemia del coronavirus, en la catequesis de la Audiencia General de este miércoles (08/12), conmemorada en la Biblioteca del Palacio Apostólico.
El Pontífice destacó que la pandemia ha puesto de relieve nuestra vulnerabilidad y también ha demostrado que todos nos encontramos interconectados. “Si no nos preocupamos los unos por los otros, comenzando por los más pequeños, por los mucho más damnificados, incluida la creación, no podemos sanar el planeta”, destacó el Papa.
Pandemia sacó a la luz nosologías sociales más extensas
Francisco recordó el compromiso de “bastante gente que en estos días están exponiendo el amor humano y católico por los demás, dedicándose a los enfermos, poniendo en riesgo su propia salud”. “Son héroes”, dijo el Papa, y añadió:
Sin embargo, el coronavirus no es la única patología a combatir, sino que la pandemia ha sacado a la luz patologías sociales mucho más extensas. Uno de ellos es la visión distorsionada de la persona, una mirada que ignora su dignidad y su naturaleza relacional. A veces consideramos a los demás como elementos, objetos para usar y desechar. De todos modos, este tipo de mirada ciega y fomenta una cultura individualista y agresiva del descarte, que transforma al ser humano en un bien de consumo.
“Sin embargo, a la luz de la fe sabemos que Dios mira a los hombres y a las mujeres de una forma diferente”, dijo el Pontífice, destacando que Dios “no nos creó como elementos, sino como personas amadas y capaces de querer, nos creó en su imagen y semejanza. De este modo, nos dio una dignidad única, invitándonos a vivir en comunión con él, en comunión con nuestros hermanos y hermanas, en el respeto a toda la creación. En comunión, en armonía, podemos decir. La creación es una armonía por la que estamos llamados a vivir. En esta comunión, en esta armonía que es comunión, Dios nos ofrece la aptitud de reproducirse y preservar la vida, el trabajo y el precaución de la tierra. Comprendemos que no es posible procrear y conservar la vida sin armonía. Será destruido”.
En los Evangelios disponemos un ejemplo de esta visión individualista, “que no es concordia, en la solicitud que le hace a Jesús la madre de los acólitos Santiago y Juan. Le agradaría que sus hijos tengan la posibilidad de sentarse a la derecha ya la izquierda del nuevo rey. Pero Jesús ofrece otro género de visión: la de servir y ofrecer la vida por los demás, y lo confirma devolviendo la vista a 2 ciegos y haciéndolos sus discípulos”.
“Buscar llevar a cabo una carrera en la vida, ser mayor a los demás, destruye la armonía. Es la lógica de la dominación, de dominar a los demás. La armonía es otra cosa, es servicio”.
La armonía nos lleva a admitir la dignidad humana
El Papa también mencionó que debemos pedir “al Señor que nos conceda una mirada atenta a nuestros hermanos y hermanas, en especial a los que padecen”.
Como discípulos de Jesús, no tenemos ganas ser indiferentes o individualistas, 2 reacciones feas contra la armonía. Indiferente: miro para otro lado. Individualista: solo para mí, velando por los propios intereses. La armonía creada por Dios nos solicita que veamos a los demás, a las necesidades de los demás, a los inconvenientes de los demás, a estar en comunión. Queremos admitir la dignidad humana en cada individuo, cualquier persona que sea su raza, lengua o condición. La armonía nos transporta a admitir la dignidad humana, esa armonía creada por Dios, ¿no es así? El hombre en el centro.
“El Concilio Vaticano II exhibe que esta dignidad es inalienable, pues «fue creada a imagen de Dios»”, añadió Francisco, citando un pasaje de la Constitución Pastoral. Gaudium et spes.
Es la base de toda la vida popular y establece sus principios de desempeño. En la cultura actualizada, la referencia mucho más cercana al principio de la dignidad inalienable de la persona es la Declaración Universal de los Derechos Humanos, que S. S. máximas expresiones de la conciencia humana». Los derechos no son sólo derechos individuales, sino más bien asimismo derechos sociales de los pueblos y naciones. De hecho, el ser humano, en su dignidad personal, es un ser popular, desarrollado a imagen de Dios Uno y Trino.
“Somos sociales, necesitamos vivir en esa armonía popular, pero en el momento en que hay egoísmo, nuestra mirada no va a el resto, a la red social, sino que regresa a nosotros mismos y eso nos vuelve feos, pésimos, egoístas. Destruye la armonía”.
Contrasta la indiferencia
Según Francisco, “esta renovada conciencia de la dignidad de todo humano tiene graves implicaciones sociales, económicas y políticas”, y añadió:
Mirar al hermano ya toda la creación como un don recibido del amor del Padre suscita un accionar de atención, precaución y admiración. De este modo el fiel, mirando a su prójimo como a un hermano y no a un extraño, lo mira con compasión y empatía, no con desprecio o enemistad. Y contemplando el planeta a la luz de la fe, se esmera por desarrollar, con la ayuda de la gracia, su imaginación y su entusiasmo por solucionar los dramas de la historia. Ve y lleva a cabo sus capacidades como responsabilidades que brotan de la fe, como dones de Dios para poner al servicio de la humanidad y de la creación.
“Mientras trabajamos para sanar un virus que afecta a todos indiscriminadamente, la fe nos insta a comprometernos seria y activamente a soportar la indiferencia ante las violaciones de la dignidad humana. Esta cultura de la indiferencia que acompaña a la civilización del descarte”, ha dicho el Papa. “La fe exige siempre que nos dejemos sanar y convertir de nuestro individualismo, tanto personal como colectivo. Un individualismo partidista, por servirnos de un ejemplo”, subrayó.
Francisco concluyó su catequesis pidiendo al Señor que “nos devuelva la vista” a fin de que podamos “redescubrir lo que significa ser miembros de la familia humana y que esta mirada se traduzca en acciones específicas de compasión y respeto por cada persona y de cuidado y protección de nuestra casa común”.
Esperamos que le gustara nuestro articulo El Papa: no queremos ser indiferentes ni
y todo lo relaciona a Dios , al Santo , nuestra iglesia para el Cristiano y Catolico .
Cosas interesantes de saber el significado : Dios