El Papa: la tibieza espiritual transforma nuestra vida
Pidamos al Señor la felicidad de no caer en este espíritu de “medio cristianos”, dijo el Papa Francisco en su homilía en la Misa celebrada en Casa Santa Marta, hablando el libro del profeta Hageo.
Adriana Masotti – Localidad del Vaticano
La mañana de este jueves (26/9) el Papa Francisco festejó una misa en la capilla de la Casa Santa Marta y, en su homilía, comentó la Primera Lectura propuesta por la liturgia del día, tomada del libro de Hageo.
Es un texto fuerte, en el que, a través del profeta, el Señor pide al pueblo que reflexione sobre su accionar y lo cambie para reconstruir la Casa de Dios.
Un pueblo que no confía y no desea arriesgar
Hageo, ha dicho el Papa, procuró conmover los corazones de la gente que eran perezosas y se resignaron a vivir como perdedores.
El Templo había sido destruido por los enemigos, todo se encontraba en ruinas y aquella gente había pasado de esta manera los últimos años, hasta el momento en que el Señor envió a su elegido a reconstruir el Templo”.
Pero el corazón de estas personas se encontraba amargado y no tenían ganas de trabajar.
Afirmaron: “Pero no, por qué razón, a lo mejor es una ilusión, mejor no arriesgarnos, quedémonos así…”.
Aquellas personas, siguió, “no deseaban levantarse, no se dejaban asistir por el Señor que quería rescatarlos”, con la explicación de que aún no había llegado el instante oportuno.
Y este es el drama de esta gente, y asimismo el nuestro, en el momento en que nos embarga el espíritu del calor, en el momento en que llega esa tibieza de la vida, cuando mencionamos: “Sí, sí, Señor, está bien… pero con calma, con calma, Señor”. , vamos a dejarlo de este modo… ¡Mañana lo haré!”, reiterar lo mismo mañana y mañana posponerlo para pasado mañana y pasado mañana posponerlo de nuevo… y así, una vida postergar decisiones para transformar el corazón, para cambiar la vida…
La tibieza espiritual es “la paz de los cementerios”
Es una tibieza, ha dicho Francisco, que de forma frecuente se oculta tras incertidumbres y, mientras tanto, se pospone.
Y tantas personas se despiden de sus vidas y acaban “como un harapo por el hecho de que no hicieron nada, solo mantuvieron la paz y la tranquilidad en sí mismos”.
Pero esta es “la paz de los cementerios”.
En el momento en que entramos en esta tibieza, en esta actitud de tibieza espiritual, transformamos nuestra vida en un cementerio: no hay vida.
Solo hay cierre para que no entren inconvenientes, como esa gente que “sí, sí, estamos en la ruina, pero no nos arriesguemos: es preferible de esta forma.
Nos encontramos acostumbrados a vivir de este modo”.
El Señor solicita el día de hoy nuestra conversión
El Papa advirtió que todo lo mencionado también nos pasa a nosotros “con las pequeñas cosas que no van bien, que el Señor desea que cambiemos”.
Nos pide convertirnos y nosotros respondemos: mañana.
Aquí está la convidación a la oración:
Pidamos al Señor la felicidad de no caer en este espíritu de “medio cristianos” o, como dicen las ancianas, “cristianos de agua de rosas”, por consiguiente sin substancia.
Cristianos buenos pero trabajadores: sembraron bastante y cosecharon poco.
Vidas que prometían tanto y, al final, no hicieron nada.
Que el Señor nos asista, concluyó el Papa, a “despertarnos del espíritu de tibieza” ahora combatir contra “esta suave anestesia de la vida espiritual”.
Esperamos que le gustara nuestro articulo El Papa: la tibieza espiritual transforma nuestra vida
y todo lo relaciona a Dios , al Santo , nuestra iglesia para el Cristiano y Catolico .
Cosas interesantes de saber el significado : Dios