El Papa: la Palabra de Dios debe ser “rumiada”, debe
El Papa: la Palabra de Dios debe ser “rumiada”, debe llegar a todos y cada uno de los campos de la vida

Francisco ha dicho en el alegato que precedió al rezo del Ángelus que la Palabra de Dios “debe resonar, llevar a cabo eco en nosotros. Cuando hay este eco interior, significa que el Señor habita en el corazón”.
Mariangela Jaguraba – Vatican News
El Papa Francisco rezó la oración del Ángelus Mariano este domingo (31/10), con fieles y peregrinos reunidos en la Plaza de São Pedro.
En el alegato que antecedió a la oración, el Pontífice destacó que el Evangelio charla de un escriba que se aproxima a Jesús y le pregunta: “¿Cuál es el primero de todos y cada uno de los mandamientos?”. Jesús responde citando las Escrituras y afirma que el primer mandamiento es querer a Dios. De allí, como resultado natural, sigue el segundo mandamiento: ama a tu prójimo como a ti.
Según Francisco, “al oír esta respuesta, el escriba no sólo la reconoce como justa, sino al llevarlo a cabo reitera casi las mismas palabras pronunciadas por Jesús: “¡Bien hecho, Profesor! Es cierto que quererlo con todo tu corazón, con tu mente y con todas tus fuerzas, y amar a tu prójimo como a ti mismo, es preferible que todos y cada uno de los holocaustos y sacrificios”.
La Palabra de Dios ha de ser “rumiada”
“¿Por qué razón, al dar su asentimiento, el escriba siente la necesidad de repetir las mismas expresiones de Jesús? Esta reiteración parece aún más asombroso si creemos que nos encontramos en el Evangelio de Marcos, que tiene un estilo muy conciso. Entonces, ¿cuál es el punto de esta reiteración? preguntó el Papa.
Es una enseñanza para quienes la oímos, porque la Palabra del Señor es imposible recibir como cualquier noticia: hay que repetirla, asimilarla, custodiarla. La tradición monástica emplea un término audaz pero muy preciso: la Palabra de Dios ha de ser “rumiada”. Podemos decir que es tan nutritiva que debe llegar a todos los ámbitos de la vida: implica, como dice hoy Jesús, todo el corazón, toda el alma, toda la cabeza, todas las fuerzas. Debe resonar, realizar eco dentro de nosotros. Cuando hay este eco interior, quiere decir que el Señor habita en el corazón. Y nos dice, como ese buen escriba del Evangelio: “No estáis lejos del Reino de Dios”.
Familiarizarse con el evangelio
Según el Papa, “el Señor no busca hábiles comentaristas de las Escrituras, sino más bien corazones obedientes que, acogiendo su Palabra, se dejen cambiar desde dentro. De ahí que es tan importante familiarizarse con el Evangelio, poseerlo siempre a mano, tener un pequeño Evangelio en el bolsillo, en la cartera, para leer y releer, para enamorarse de él”.
En el momento en que hacemos esto, Jesús, la Palabra del Padre, entra en nuestro corazón, se intima y damos fruto en él. Tomemos como un ejemplo el Evangelio de hoy: no basta ojearlo y comprender que hay que amar a Dios y al prójimo. Es necesario que este mandamiento, el “enorme mandamiento”, resuene en nosotros, sea asimilado, se convierta en la voz de nuestra conciencia. Entonces no queda en letra fallecida, en el cajón del corazón, pues el Espíritu Santo hace germinar en nosotros la semilla de esa Palabra, y la Palabra de Dios actúa, está siempre en movimiento, es viva y eficiente. Así, todos nosotros puede transformarse en una “traducción” viva, diferente y original de la única Palabra de amor que Dios nos ofrece. Esto lo vemos en la vida de los santos, por ejemplo: ninguno es igual al otro, todos son diferentes, pero todos con la misma Palabra de Dios.
El Papa nos invitó a tomar “el ejemplo del escriba. Repitamos las expresiones de Jesús, hagámoslas resonar en nosotros: “Quiere a Dios con todo tu corazón, con tu alma, con tu mente y con todas tus fuerzas, y a tu prójimo como a ti”. Y preguntémonos: ¿realmente este mandamiento guía mi vida? ¿Se refleja esto en mis días? Nos va a hacer bien esta noche, antes de irnos a reposar, llevar a cabo un examen de conciencia sobre esta Palabra, para ver si el día de hoy amamos al Señor y donamos algo de bien a los que podemos encontrar. Que cada acercamiento sea para conceder un poco de bien, algo de amor que viene de esta Palabra. Que la Virgen María, en quien se hizo carne el Verbo de Dios, nos enseñe a acoger en nuestro corazón las palabras vivas del Evangelio”.
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Esperamos que le gustara nuestro articulo El Papa: la Palabra de Dios debe ser “rumiada”, debe
y todo lo relaciona a Dios , al Santo , nuestra iglesia para el Cristiano y Catolico .
Cosas interesantes de saber el significado : Dios