El Papa: el mundo rico de hoy puede y debe acabar con

El Papa: el mundo rico de hoy puede y debe acabar con

“Un planeta rico y una economía vibrante pueden y deben terminar con la pobreza”. “El nivel de riqueza y tecnología acumulado por la raza humana, tal como la relevancia y el valor que han conseguido los derechos humanos, no admiten más pretextos. Debemos ser siendo conscientes de que todos somos causantes”, dijo el Papa, dirigiéndose a banqueros, economistas y ministros de finanzas reunidos en el Vaticano por la Pontificia Academia de Ciencias Sociales.

Raimundo de Lima – Localidad del Vaticano

“El planeta es rico y, sin embargo, los pobres aumentan a lo que nos rodea”. De esta forma lo expresó el Papa en su discurso de la tarde de este miércoles (02/05) en la Casina Pio IV, en el Vaticano, en el Simposio “Nuevas formas de fraternidad solidaria, inclusión, integración e innovación”, con la participación, entre otros, de , de economistas, ministros de economía y banqueros.

Desde el comienzo, Francisco agradeció el acercamiento, pidiendo a aprovechar este nuevo comienzo de año para construir puentes, “puentes que favorezcan el avance de una mirada solidaria desde los bancos, las finanzas, los gobiernos y las decisiones económicas”.

“Necesitamos muchas voces capaces de meditar, desde una visión poliédrica, las distintas dimensiones de un inconveniente global que atañe a nuestros pueblos y nuestras democracias”, destacó.

Cientos de miles de individuos inmersas en la pobreza extrema

Según reportes oficiales, ha dicho el Pontífice, la renta mundial este año va a ser de casi 12.000 dólares per cápita. Sin embargo, cientos de miles de individuos siguen sumidas en la pobreza extrema y carecen de alimentos, vivienda, atención médica, academias, electricidad, agua potable y construcciones higiénicas adecuadas e indispensables.

“Se estima que alrededor de cinco millones de niños inferiores de 5 años van a morir este año a causa de la pobreza. Otros 260 millones no van a recibir educación por carecer de elementos, por las guerras y las migraciones”, agregó.

Esta situación, agregó, llevó a millones de seres humanos “a ser víctimas de la trata de personas y de novedosas maneras de esclavitud, como el trabajo forzoso, la prostitución y el narcotráfico”.

No estamos condenados a la iniquidad universal

Tales realidades no deben ser fundamento de desesperación, sino de acción, son realidades que nos impulsan a realizar algo, subrayó Francisco, para luego destacar el principal mensaje de esperanza que le agradaría comunicar con los presentes:

“No hay determinismo que nos condene a la iniquidad universal. Repito: no nos encontramos condenados a la iniquidad universal. Esto permite una nueva forma de afrontar los hechos, que permite encontrar y producir respuestas creativas frente al padecimiento evitable de tantas personas inocentes; esto implica admitir que, en muchas ocasiones, nos encontramos ante una falta de voluntad y decisión para cambiar las cosas, y sobre todo las prioridades”.

Luego el Beato Padre fue enérgico: “Un planeta rico y una economía vibrante pueden y tienen que terminar con la pobreza. Y si tienen la posibilidad de producir y promover activas capaces de integrar, alimentar, proteger y vestir a los más pequeños de la sociedad en vez de excluirlos”.

Elige qué y a quién priorizar

Hay que seleccionar qué y a quién dar prioridad: si favorecer mecanismos socioeconómicos humanizadores para el grupo de la sociedad o, por el contrario, fomentar un sistema que acaba justificando determinadas prácticas que no hacen más que acrecentar el nivel de injusticia y violencia social. .

Mencionado lo anterior, el Pontífice fue inflexible:

“El nivel de riqueza y tecnología juntado por la raza humana, tal como la relevancia y el valor que han adquirido los derechos humanos, no aceptan mucho más pretextos. Debemos ser conscientes de que todos somos causantes. Esto no quiere decir que todos tengamos la culpa. Todos somos responsables de realizar algo”.

Extrema pobreza y extrema riqueza

Si hay pobreza extrema en medio de la riqueza (por su parte riqueza extrema), es por el hecho de que permitimos que la disparidad se ensanchara hasta convertirse en la mayor de la historia.

Con base en datos cuasi-oficiales, Francisco aseveró que las cincuenta personas mucho más ricas de todo el mundo tienen semejantes activos que podrían financiar la atención médica y la educación de todos y cada uno de los niños pobres de todo el mundo, así sea mediante el pago de impuestos, o mediante ideas filantrópicas, o ambos. Esas cincuenta personas podrían salvar millones de vidas cada año, apuntó.

La globalización de la indiferencia se llamó “inacción”. San Juan Pablo II lo llamó: estructuras de pecado. Semejantes estructuras hallan un tiempo propicio para su expansión siempre y cuando el Bien Común se disminuye o limita a ciertos campos o, en la situacion que el día de hoy nos reúne, cuando la economía y las finanzas se transforman en objetivos en sí mismas. Es la idolatría del dinero, la avaricia y la especulación.

Construcciones del pecado hoy

Siguiendo la razón alumbrada por la fe, resaltó Francisco, la doctrina social de la Iglesia celebra las formas de gobierno y los bancos “cuando cumplen su fin, que es, en último término, buscar el bien común, la justicia popular, la paz, tal como el desarrollo”. parte miembro de cada individuo, de cada red social humana y de cada individuo”.

“Sin embargo –señaló el Papa– la Iglesia advierte que estas instituciones benéficas, tanto públicas como privadas, pueden caer en estructuras de pecado”.

“Las estructuras pecaminosas de hoy tienen dentro repetidos recortes de impuestos para las personas mucho más ricas, a menudo justificados en nombre de la inversión y el desarrollo; paraísos fiscales para provecho privados y empresariales; y la oportunidad de corrupción por la parte de ciertas empresas más grandes de todo el mundo, no pocas veces en sintonía con el ámbito político gobernante”.

El peso molesto de la deuda externa de los países pobres

A continuación, el Pontífice habló sobre el peso de la deuda externa de los países pobres y sus secuelas sobre la población. “Los pobres de los países muy endeudados soportan imposiciones fiscales opresivas y recortes en los servicios sociales mientras que sus mandatarios abonan las deudas contraídas de manera insensible y también insostenible”.

En este sentido, Francisco citó la carta encíclica Centesimus annus (n. 35) de 1991, afirmando que las demandas morales de san Juan Pablo II son hoy increíblemente recientes:

“Seguramente el principio de que las deudas deben pagarse es justo; no es lícito, sin embargo, pedir o reclamar un pago, cuando en verdad ello llevaría a imponer opciones políticas que condenarían a poblaciones enteras al hambre y la desesperación. No se puede esperar que las deudas contraídas se paguen con sacrificios insoportables. En estos casos, es requisito —como ocurre en cierta medida— encontrar maneras de mitigar, reprogramar o incluso cancelar la deuda, compatibles con el derecho fundamental de los pueblos a la subsistencia y al avance”.

Industria bélica, dinero y tiempo al servicio de la muerte

El Santo Padre también mencionó que “es necesario afirmar que la mayor composición del pecado es la industria de la guerra, pues es dinero y tiempo al servicio de la división y la muerte. Cada año el mundo pierde una cantidad enorme de millones de dólares estadounidenses en armas y violencia, sumas que podrían acabar con la pobreza y el analfabetismo”.

“Ustedes, que tan amablemente están aquí reunidos, son los líderes financieros de todo el mundo y los especialistas en economía”, dijo el Papa dirigiéndose a los economistas, ministros de Economía y banqueros presentes en el acontecimiento promovido por la Academia Pontificia de Ciencias Sociales. “Primero sabes cuáles son las injusticias de nuestra economía global actual. Trabajemos juntos para terminar a estas injusticias”, fue la exhortación del Pontífice.

Por una nueva arquitectura financiera internacional

Para concluir, Francisco afirmó con vehemencia que “el tiempo de hoy pide y pide pasar de una lógica insular y antagónica como único mecanismo autorizado para la resolución de enfrentamientos, a otra (lógica) capaz de fomentar la interconexión que favorezca una cultura del acercamiento, donde actualizar la bases sólidas de una exclusiva arquitectura financiera internacional”.

Esperamos que le gustara nuestro articulo El Papa: el mundo rico de hoy puede y debe acabar con
y todo lo relaciona a Dios , al Santo , nuestra iglesia para el Cristiano y Catolico .
Cosas interesantes de saber el significado : Dios