El Papa: el diablo destruye al hombre porque Dios se hizo a sí mismo
El Papa Francisco, en su homilía para la Misa de este martes (11/12) en la Casa Santa Marta, en el Vaticano, dice la Primera Lectura, tomada del Libro de la Sabiduría, y apunta que por envidia de Jesús que se hizo hombre, el Gran Mentiroso nos tienta a eliminar a la humanidad
Alessandro Di Bussolo / Raimundo de Lima – Localidad del Vaticano
El diablo existe y por su envidia del Hijo de Dios que se hizo hombre, siembra el odio en el mundo, que causa la desaparición. De este modo lo repitió el Papa Francisco en la homilía de la misa matutina de este martes (11/12) en la Casa Santa Marta, en el Vaticano, dedicada al pasaje del Libro de la Sabiduría (Sb 2,23-3,9) propuesto por la liturgia en primera lectura.
El Beato Padre se centró en el primer verso, en el que el profeta recuerda que “Dios nos creó a su imagen, somos hijos de Dios, pero luego añade, “pero por la envidia del diablo entró la desaparición en el mundo”.
La envidia del “ángel soberbio” que no admite la encarnación
Francisco explicó que “la envidia de ese soberbio ángel que no deseó aceptar la encarnación” lo llevó “a eliminar a la humanidad”. Y así algo entró en nuestro corazón: “los celos, la envidia, la rivalidad”, subrayó el Pontífice, cuando, en cambio, “tenemos la posibilidad de vivir como hermanos, todos nosotros, en paz”. De este modo empieza “la pelea y la intención de destrucción”.
El Papa reinició sus “diálogos” con los leales: “Pero Padre, yo no destruyo a nadie”. “¿No? ¿Y el chisme que haces? ¿En el momento en que charlas mal de otra persona? Tú lo destruyes. Y citaba al Apóstol Santiago: “la lengua es un arma feroz, que aniquila”. “El chisme aniquila, la calumnia mata”.
“Pero Padre, estoy bautizado, soy cristiano practicante, ¿de qué forma puedo convertirme en un asesino?” Porque, recordó el Pontífice, “la guerra la llevamos dentro”, desde el principio. “Caín y Abel eran hermanos – destacó Francisco – pero los celos, la envidia del uno destruyeron al otro”. Es la realidad, basta ver un noticiero: “guerras, destrucción, gente que por las guerras también muere de enfermedades”.
La tentación: alguien que siembra el odio en nuestros corazones
El Pontífice recordó Alemania y el aniversario de la caída del Muro de Berlín, pero asimismo los nazis y “las torturas contra todos y cada uno de los que no eran de ‘pura raza’”. Y otros horrores de las guerras.
Detrás de esto hay alguien que nos empuja a hacer estas cosas. Es lo que llamamos la tentación. En el momento en que vamos a confesarnos le decimos al sacerdote: “Padre, tuve esta tentación, esta otra, aquella otra…” Alguien que toca nuestro corazón para hacernos caminar por el sendero equivocado. Alguien que siembra destrucción en nuestros corazones, que siembra odio. Y hoy hay que decirlo claro, hay muchos sembradores de odio en el mundo, que destrozan.
El demonio está celoso de nuestra naturaleza humana.
“De forma frecuente – prosiguió el Papa – considero que la novedad es un relato de odio a eliminar: atentados, guerras”. Es cierto que “varios niños mueren de hambre, de anomalías de la salud” pues no tienen agua, educación, educación para la salud. “Esto se origina por que el dinero que podría usarse para este propósito se usa para fabricar armas y las armas se emplean para destruir”.
Esto es lo que sucede en el planeta, pero asimismo “en mi alma, en la tuya, en la tuya”. Por la “semilla de la envidia del diablo, del odio”. ¿Y de qué diablos está celoso? – se preguntó Francisco – Sobre nuestra naturaleza humana.”
Y sabes por que? Por el hecho de que el Hijo de Dios se realizó uno de nosotros. Esto no lo puede tolerar, no lo puede tolerar.
Políticos que eligen el insulto al debate sano y sincero
Y después se destroza. “Esta es la raíz de la envidia del demonio, es la raíz de nuestros males, de nuestras tentaciones, es la raíz de las guerras, del hambre, de todas y cada una de las calamidades de todo el mundo”, explicó el Papa.
Destruir y cultivar odio, prosiguió Francisco, “no es algo común, ni siquiera en la vida política”, pero “algunos lo hacen”. Por el hecho de que frecuentemente un político es “tentado a difamar al otro, a destruir al otro”, así sea con la mentira o con la verdad, y de ahí que no posee un enfrentamiento político sano y sincero “por el bien de la patria”.
Prefiere el insulto, a “destruir al otro”. “Yo soy capaz, pero ¿este semeja más capaz que yo?”, piensa, y después “lo desprecio, con el insulto”.
El día de hoy quisiera que cada uno de nosotros reflexionáramos sobre esto: ¿por qué se siembra tanto odio en el planeta de el día de hoy? En las familias, que a veces no se tienen la posibilidad de reconciliar, en el vecindario, en el trabajo, en la política… Eso es el sembrador de odio. Por la envidia del demonio, la muerte entró en el mundo, ciertos dicen: pero Padre, el demonio no existe, es el mal, un mal tan etéreo… Pero la Palabra de Dios es clara. Y el diablo tomó a Jesús en su mira, lee el Evangelio: tengamos fe o no, la Palabra de Dios es clara.
Cristo se realizó hombre para vencer el mal en nuestra carne
Pidámosle al Señor, fue la invocación final del Santurrón Padre, “para realizar crecer en nuestros corazones la fe en Jesucristo, su Hijo”, que aceptó nuestra naturaleza humana, “para pelear con nuestra carne y vencer en nuestra carne”. el demonio y el mal. Y que esta fe “nos dé la fuerza para no jugar el juego de ese gran envidioso, el gran mentiroso, el sembrador de odio”.
Esperamos que le gustara nuestro articulo El Papa: el diablo destruye al hombre porque Dios se hizo a sí mismo
y todo lo relaciona a Dios , al Santo , nuestra iglesia para el Cristiano y Catolico .
Cosas interesantes de saber el significado : Dios