El Papa: Dios nos defienda de la mundanalidad espiritual que
En la Misa de este sábado (16/05) en la Casa Santa Marta, en el Vaticano, el Papa dirigió su pensamiento a quienes tienen la tarea de sepultar a los fallecidos en este tiempo caracterizado por la pandemia, poniendo en riesgo sus vidas. En la homilía habló del espíritu del mundo, la mundanidad espiritual, que es una cultura de lo efímero, que no sabe lo que es la fidelidad, no tolera la cruz y desea destruir la Iglesia: solo la fe en los muertos y Cristo resucitado vence la mundanalidad
NOTICIAS DEL VATICANO
Francisco encabezó la Misa en Casa Santa Marta la mañana de este sábado (16/05) de la quinta semana de Pascua. En la introducción, dirigió el pensamiento a quienes realizan el servicio de sepultura de los fallecidos:
Oremos el día de hoy por la gente que tienen la labor de enterrar a los fallecidos en esta pandemia. Es una de las proyectos de clemencia enterrar a los fallecidos, y no es algo agradable, naturalmente. Oremos por estas personas que también exponen su vida y se contagian.
En la homilía, el Papa comentó la evangelio del dia (Jn 15,18-21) en el que Jesús dice a sus discípulos: “Si el planeta os odia, sabed que me ha detestado primero. Si fueseis del mundo, el mundo desearía lo que le forma parte. Pero como no sois del mundo, pues yo les escogí y os aparté del mundo, por eso el planeta les detesta.
Jesús – dijo Francisco – charla de manera frecuente de todo el mundo, charla del odio contra él y sus discípulos y ruega al Padre que no saque a los discípulos del mundo, sino que los defienda del espíritu de todo el mundo.
El Papa se preguntó: “¿Cuál es el espíritu del mundo? ¿Qué es esta mundanalidad, con la capacidad de odiar, de eliminar a Jesús ya sus discípulos, más aún, de corromperlos y corromper a la Iglesia?”. “La mundanalidad es una propuesta de vida”, “es una cultura, es una cultura de lo efímero, una cultura del aparecer, del maquillaje, una cultura ‘de el día de hoy sí, mañana no, mañana sí y el día de hoy no’. Hay valores superficiales. Una cultura que no sabe lo que es la lealtad, porque cambia según las situaciones, todo lo negocia. Esta es la civilización mundana, la civilización de la mundanalidad”. Y Jesús ora “a fin de que el Padre nos defienda de esta cultura de mundanalidad. Es una cultura descartable”, según conveniencia. “Es una cultura sin lealtad” y es “una manera de vida asimismo de varios que se llaman cristianos. Son cristianos, pero son mundanos”.
“Jesús en la Parábola de la semilla que cayó en tierra dice que las preocupaciones del mundo”, es decir, la mundanalidad, sofocan la Palabra de Dios, no la dejan crecer. Francisco citó un libro del padre Henri de Lubac en el que charla de la mundanalidad espiritual, diciendo “que es el peor mal que le puede pasar a la Iglesia; y no exagera” describiendo “ciertos males que son horribles”. La mundanalidad espiritual “es una hermenéutica de la vida, es un método de vivir; también una forma de vivir el cristianismo. Y para subsistir en frente de la predicación del Evangelio, detesta, mata”.
El Papa charló de mártires, asesinados por odio a la fe, pero no son la mayor parte. La mayor parte son asesinados por la mundanalidad que detesta la fe.
La mundanalidad –apuntó Francisco– no es superficial, tiene “raíces profundas” y es “camaleónica, cambia” según las situaciones, pero la substancia es exactamente la misma: una propuesta de vida que entra por todos lados, incluida la Iglesia. La mundanalidad, la hermenéutica mundana, el maquillaje, todo se arregla para ser de esta manera”.
Francisco recordó el discurso de Pablo en el Areópago de Atenas, que llama la atención cuando habla del “dios desconocido” y comienza a predicar el Evangelio: “Pero cuando llegó a la cruz ahora la resurrección, se ofendieron y se fueron. Existe algo que la mundanalidad no tolera: el escándalo de la Cruz. no acepta Y el único remedio contra el espíritu de mundanalidad es Cristo que murió y resucitó por nosotros, escándalo y locura”.
El Apóstol Juan dice que “la victoria contra el mundo es nuestra fe”, la única victoria es “la fe en Jesucristo, muerto y resucitado. Y eso no significa ser fanáticos”, por el momento no dialogando con todos, sino a sabiendas de que la victoria sobre el espíritu mundano es nuestra fe, el escándalo de la Cruz.
“Pidamos al Espíritu Santo”, fue la oración final del Papa Francisco, en estos últimos días del tiempo pascual, “la gracia de discernir qué es la mundanalidad y qué es el Evangelio y que no nos dejemos engañar , pues el mundo nos detesta, el mundo odiaba a Jesús y Jesús oró al Padre a fin de que nos defendiera del espíritu de todo el mundo.”
El Papa invitó a la multitud a realizar la Comunión espiritual con la próxima oración:
Jesús mío, creo que andas realmente presente en el Muy santo Sacramento del Altar. Te amo sobre todas las cosas, y mi alma suspira por ti. Pero como ahora no puedo recibirte en el Muy santo Sacramento, ven, al menos espiritualmente, a mi corazón. Te abrazo tal y como si ahora estuvieses conmigo: me uno a ti enteramente. ¡Oh! ¡No permitas que me separe de Ti otra vez!
Francisco terminó la celebración con la adoración y la bendición eucarística. Antes de abandonar la Capilla dedicada al Espíritu Beato, el Antífona mariana “Regina caeli”, cantada en tiempo pascual:
Reina del cielo, regocíjate. ¡Aleluya!
Por el hecho de que Aquel que merecías llevar en tu seno. ¡Aleluya!
Ha resucitado como ha dicho. ¡Aleluya!
Ruega por nosotros a Dios. ¡Aleluya!
D./ Alégrate y alégrate, oh Virgen María. ¡Aleluya!
C./ Porque verdaderamente el Señor ha resucitado. ¡Aleluya!
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Cosas interesantes de saber el significado : Dios
