El Papa besa los pies a los líderes de Sudán del Sur por la paz
Francisco, con aparente sufrimiento, deseó arrodillarse ante ellos para besarles los pies.
El significado de lo que logró el Papa Francisco en el final del retiro espiritual por la paz en Sudán del Sur
Andrea Tornielli
El gesto asombroso y conmovedor de Francisco al final del retiro espiritual de un par de días por la paz en Sudán del Sur, que el Pontífice acogió en su casa, tiene un gusto evangélico. Y sucedió precisamente una semana antes que exactamente el mismo gesto se repitiese en iglesias de todo el mundo para recordar la Última Cena, en el momento en que Jesús, casi en la víspera de su Pasión, lavando los pies a los apóstoles, les indicó el camino del servicio.
En Casa Santa Marta, después de haber pedido “como un hermano” a los líderes de Sudán del Sur que “permanezcan en paz”, Francisco, con visible padecimiento, quiso arrodillarse ante ellos para besarles los pies. A continuación, se postró ante el presidente de la República de Sudán del Sur, Salva Kiir Mayardit, y los vicepresidentes designados presentes, entre ellos Riek Machar y Rebecca Nyandeng de Mabio.
Papa a los líderes de Sudán del Sur: el fuego de la guerra se apaga al fin y al cabo
Una imagen fuerte que es imposible comprender si no es en el clima de perdón mutuo que caracterizó los un par de días de retiro. No una conferencia político-diplomática, sino más bien una experiencia de oración y reflexión común entre líderes que, aun habiendo firmado un acuerdo de paz, luchan por que se respete.
La paz, para los fieles, se invoca ante Dios. Y se invoca rezando aún más ante el sacrificio de tantas víctimas inocentes del odio y de la guerra. Algo debió pasar en esas horas en Santa Marta, especialmente entre los líderes de Sudán del Sur que admitieron la convidación del obispo de Roma, cuyo título es “Siervo de los siervos de Dios”. Arrodillándose con contrariedad para besarles los pies, el Papa se inclinó frente a lo que Dios había generado a lo largo de este encuentro de oración.
Movimientos similares, icono evangélico de servicio, no son nuevos en la historia reciente del papado. El 14 de diciembre de 1975, San Pablo VI, en la Capilla Sixtina, festejando los diez años de la anulación de las excomuniones recíprocas entre las Iglesias de Roma y Constantinopla, descendió del altar al final de la Misa, todavía con las vestiduras sagradas, y se arrojó a los pies del metropolitano Melitón de Calcedonia, representante del patriarca Demetrio. Un ademán que evocó, aparte del lavatorio de pies realizado por Jesús, asimismo los hechos del Concilio de Florencia en el momento en que, en 1439, los patriarcas ortodoxos se negaron a besar los pies del Papa Eugenio IV.
En relación con otros hermanos cristianos, como frente los cuales el corazón se conmueve y admite movimientos de reconciliación y de paz, los Papas, Siervos de los siervos de Dios, no tienen miedo de humillarse para imitar a su Maestro.
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Cosas interesantes de saber el significado : Dios
