El obispo McKeown pide una peregrinación al estilo de Lough Derg

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El obispo McKeown pide una peregrinación al estilo de Lough Derg

Obispo Donal McKeown

El obispo de Derry ha convocado una peregrinación al estilo de Lough Derg en los hogares de su diócesis, con los fieles ayunando, orando y pidiendo ayuda al Señor durante esta “gran crisis” para la sociedad y la Iglesia. Después del día de ayuno, las personas pueden unirse al obispo Donal McKeown para la transmisión en línea de una vigilia y su oración de las Estaciones en vivo desde la catedral.

“Estoy invitando a las personas dentro de la diócesis aquí a considerar comenzar y terminar el mes con 24 horas de oración y penitencia”, dijo. Esto sucederá el primer viernes de mayo y hasta el sábado por la mañana cuando ofrecerá misa en la Catedral a las 6 a.m.

El viernes, se invita a las personas a tomar una comida de té negro o café y tostadas secas, o algo muy simple, y recitar las oraciones de Lough Derg durante el día y luego unirse al obispo en línea para la vigilia de toda la noche hasta el sábado.

“En un mundo donde se hace hincapié en obedecer tu sed y obtener la mayor cantidad posible de todas estas cosas maravillosas que el mundo puede ofrecer, creo que se reconoce un tiempo de oración y penitencia”, dijo el obispo McKeown. “Es un acto de solidaridad radical con los necesitados”, dijo.

Vio a sus padres cumplir con su obligación de ayunar y creció yendo a Lough Derg. Entonces, cuando regresó a la Diócesis de Derry, iba a Lough Derg todos los años con un grupo de personas.

“Me parece que el énfasis allí realmente me devuelve a lo básico de estar con Jesús al pie de la cruz, de la necesidad del arrepentimiento”, explicó.

Dijo que las prácticas de Lough Derg son parte de una “dura espiritualidad irlandesa tradicional de oración y penitencia”. En un mensaje de video, invitó a las personas a unirse a él para ayunar y orar en una oración de petición para pedirle a Dios:– que nos libere de esta pandemia y apoye a quienes la están combatiendo;– que consuele a los que han sido afligidos en esta pandemia; y– por la sabiduría para saber cómo vivir ahora y después de la pandemia.

El fin de semana, en su homilía para la Misa dominical, el obispo McKeown habló de Jesús en el Calvario. Dijo que nuestra narrativa cultural ha tendido hacia la suposición de que tenemos derecho a cualquier placer y felicidad que podamos obtener y que se debe eliminar todo lo que trastorne los planes o cause dolor.

“Pero la narración de Jesús del Calvario está mucho más cerca de lo que estamos descubriendo ahora. Los héroes son los que se enfrentan a la dura realidad, los que se aman y se sacrifican. Los que nos nutren no son aquellos que siguen repitiendo jingles aturdidores, sino aquellos cuyas vidas y acciones hablan de coraje y significado más allá de lo que me hace cosquillas aquí y ahora”, dijo. “No se trata solo de mí, gritando desde un lugar solitario que ‘valgo la pena'”.

Agregó que es “doloroso” para muchos cristianos que no pueden reunirse físicamente y escuchar la proclamación de las Escrituras, y luego compartir la Sagrada Comunión. Concluyó que así como los primeros cristianos vieron a Jesús resucitado, “no tenemos que ser capaces de articular toda la lógica de lo que está pasando ahora. Pero los cristianos caminan con la convicción de que hay Uno que le da sentido a la aparente locura de los sueños humanos destrozados”.