El mundo necesita unirse para apoyar a las víctimas del terrorismo

El Día En todo el mundo de Conmemoración y Homenaje a las Víctimas del Terrorismo se festeja el 21 de agosto de cada año. Establecida en 2018 en la Reunión General de la ONU (Naciones Unidas), por medio de la Resolución 72/165, la fecha recuerda y honra vidas inocentes perjudicadas por ataques terroristas, además de respaldar a las víctimas de los sobrevivientes de guerra.

A su vez, la idea asimismo quiere defender los derechos humanos, la protección integral y la libertad de los pueblos y el estado de derecho como elementos esenciales para impedir y combatir el terrorismo.

El Secretario General de las ONU, António Guterres, dijo: “Recordar a las víctimas del terrorismo y llevar a cabo más para apoyarlas es fundamental para ayudarlas a reconstruir sus vidas y sanar. Esto incluye nuestros esfuerzos para trabajar con parlamentarios y gobiernos para redactar y adoptar legislación y tácticas nacionales para ayudar a las víctimas. Debemos continuar apoyando a las asociaciones de víctimas en su incalculable tarea. Debemos asegurarnos de que esos que han sufrido sean siempre escuchados y jamás olvidados. Las ONU se solidarizan con todas y cada una de las víctimas del terrorismo, hoy y todos los días”, enseña.

Tal y como si no fuera suficiente la pandemia del Covid-19, que ahondó la desigualdad y produjo consecuencias sociales en todo el mundo, el terrorismo también es un mal a batallar. El recrudecimiento de la crisis humanitaria en la Provincia de Cabo Delgado, en el norte de Mozambique, en África, ha puesto de manifiesto la especial atención y preocupación del Papa Francisco por la crueldad armada en la zona.

Tanto es conque el pontífice llamó al obispo de la diócesis de Pemba, don Luiz Fernando Lisboa, el pasado miércoles 19 de agosto, para entender la situación en la ciudad. Cabo Angosto sufrió los últimos dos años y medio los asaltos terroristas de los conjuntos armados yihadistas.

En su sabiduría, el Santurrón Padre sabe que la oración tiene fuerza para crear caminos en la búsqueda de la paz y también nos enseña que las divisiones y la crueldad victimizan primordialmente vidas inocentes y no colaboran para una sociedad guiada por el diálogo y el respeto.

Oremos por las familias cristianas que han perdido conocidos cercanos en atentados y atentados terroristas. Que encuentren consuelo en Dios. Que el planeta sea mucho más pacífico de ahora en adelante.