El Misterio del Padre en la Iglesia

El Misterio del Padre en la Iglesia

“Es la elevación sobrehumano que establece en nosotros relaciones distinguidas con las tres personas divinas. Somos hijos del Padre, hermanos de Cristo, en el cariño del Espíritu Beato”.

Jackson Erpen – Ciudad del Vaticano

««El planeta fue creado por orden de la Iglesia», afirmaban los cristianos de los primeros tiempos. Dios creó el mundo para formar parte de su historia divina, comunión que se realiza mediante la «llamada a la unidad» de los hombres en Cristo, y esta «llamada a la unidad» es la Iglesia. La Iglesia es el fin de todas las cosas. Incluso los acontecimientos lacerantes, como la caída de la ciudad de los ángeles y el pecado del hombre, fueron tolerados por Dios solo como ocasión y medio para poner en acción toda la fuerza de su brazo, toda la medida del amor que quería dar a los planeta: “Tal como la intención de Dios es un acto y lleva por nombre mundo, así su intención es la salvación de los hombres y se llama Iglesia” (CCC 760)”

En el programa pasado, cuyo tema fue «Iglesia de la Trinidad», Padre Gerson Schmidt* Comenzó recordando que “Dios Padre tiene la iniciativa de la Iglesia, ya que creó el planeta para salvarnos en Cristo y, por consiguiente, por medio de la Iglesia”. En la edición de hoy de nuestro espacio, el sacerdote de Rio Grande do Sul profundiza el tema de la relación de la Iglesia con las Personas de la Trinidad, hablando sobre «El secreto del Padre en la Iglesia»:

“La Constitución Dogmática Conciliar lumen gentium, salvando el pensamiento paulino de la Carta a los Romanos, apunta que el Padre conoció de antemano a todos los seleccionados desde toda la eternidad y los predestinó a ser conformes a la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre varios hermanos (cf. Rm 8.29; LG, 02). Dios Padre tiene la idea de la Iglesia, puesto que creó el mundo para socorrer en Cristo y, por consiguiente, en su Iglesia.

«La Iglesia de la Trinidad (Ecclesia de Trinitate) no sólo expresa el origen de la Iglesia en la Trinidad, sino que asimismo indica la participación continua de la Iglesia en el secreto de la vida…

“El mundo fué creado en Cristo y con miras a Cristo, señala el teólogo SAYÉS. De hecho, el planeta ha sido desarrollado en Cristo, según la Carta a los Efesios y la carta a los Colosenses (Ef 1; Col 1,15). El concilio se limita a un hecho real: la encarnación y, por consiguiente, la Iglesia fué decretada por Dios Padre para subir al hombre a la participación de la vida divina y, habiendo caído en el pecado, no lo abandonó, sino siempre y en todo momento dirigió su ayuda y atención a Cristo Redentor. La Iglesia ahora estaba prefigurada en los orígenes de la humanidad, en el momento en que en Adán el hombre fue elevado a la vida divina. El teólogo Hermas escribió: «el mundo fue creado con miras a la Iglesia». Por tanto, por medio de estos teólogos, percibimos que el designio de Dios Padre fue crear el planeta en vista de la Iglesia, para realizar, a través de ella, la obra redentora de su Hijo.

El plan del Padre para salvar a los hombres por medio de la Iglesia tiene las siguientes etapas históricas:

Primero Prefiguración — al comienzo de todo el mundo;

De acuerdo a preparación – en la historia de Israel;

Tercero: un institución – en el tiempo de Cristo;

Habitación: A consumo – al final de la historia[1].

La Iglesia fue prefigurada en los orígenes de la humanidad, en el momento de la creación. Dios, conocedor de la historia de siempre, ya había pensado en la Iglesia. La prefiguración de la Iglesia tiene rincón al principio del mundo. El Concilio de Trento afirma que Adán fue constituido en santidad y justicia. La felicidad que poseía Adán no puede ser una gracia fuera de Cristo y, por tanto, fuera de la Iglesia. La felicidad es nuestra entrada en el seno mismo de la Trinidad, y entramos como hijos en el Hijo Unigénito del Padre.

Es la elevación sobrehumano que establece en nosotros relaciones distinguidas con las tres personas divinas. Somos hijos del Padre, hermanos de Cristo, en el cariño del Espíritu Santo. Una cosa debe quedar clara: si Dios le dio al hombre su privacidad desde el comienzo, lo hizo por Cristo. Dios en el principio creó el planeta en Cristo por causa de él. Y todo el Espíritu dado a los hombres antes de la encarnación estaba en vista de ello.

En la profesión de fe, del Credo Católico, profesamos que suponemos en la Iglesia. No podemos decir “creo en la Santa Iglesia” del mismo modo que mencionamos que suponemos en la gente de la Muy santa Trinidad. La Iglesia no es una criatura que pueda ponerse al mismo nivel que Dios. Pero la Iglesia tampoco es una mera creación, sino entra en el secreto de Dios y se une a Cristo como su cuerpo y su mujer. De esta forma pensaban los escolásticos. Creemos en la Iglesia, no como una realidad sociológica, sino como inmersa en el misterio salvífico de Dios”.

*El padre Gerson Schmidt fue ordenado sacerdote el 2 de enero de 1993, en Estrela (RS). Aparte de Filosofía y Teología, también es Licenciado en Periodismo y Magíster en Comunicación por FAMECOS/PUCRS.

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[1] DICE, José Antonio. La Iglesia de Cristo, Curso de Eclesiología, Editora Pelicano, Madrid, 1999, p. 33.

Esperamos que le gustara nuestro articulo El Misterio del Padre en la Iglesia
y todo lo relaciona a Dios , al Santo , nuestra iglesia para el Cristiano y Catolico .
Cosas interesantes de saber el significado : Dios