El Islam advierte sobre los peligros de los chismes y las murmuraciones

La fe nos llama a sacar lo mejor de nosotros mismos y de los demás. Tratar a otras personas con integridad y respeto es una señal de un creyente. No está permitido que un musulmán difunda rumores, chismes o participe en calumniar a otra persona.

Enseñanzas del Corán

El Islam enseña a los creyentes a validar sus fuentes y no participar en conjeturas. Repetidamente en el Corán, se advierte a los musulmanes sobre los pecados de la lengua.

“No te preocupes por cosas de las que no tienes conocimiento. En verdad, tu oído, tu vista y tu corazón, todos ellos serán llamados a rendir cuentas” (Corán 17:36).

“¿Por qué los hombres y mujeres creyentes, cuando tales [a rumour] se escucha, piensan lo mejor de los demás y dicen: “Esto es una falsedad evidente”? . . . Cuando lo tomáis con vuestras lenguas, pronunciando con vuestras bocas algo de lo que no tenéis conocimiento, lo juzgáis cosa liviana. ¡Mientras que a los ojos de Dios es algo terrible!” (Corán 24: 12-15).

“¡Oh, vosotros que creéis! Si una persona malvada viene a vosotros con alguna noticia, averiguad la verdad, no sea que dañéis a la gente sin saberlo, y luego os arrepentís por lo que habéis hecho (Corán 49:6).

“¡Oh creyentes! No dejen que algunos hombres entre ustedes se rían de otros; puede ser que estos (últimos) sean mejores que (los primeros). Tampoco dejen que algunas mujeres se rían de otras; puede ser que (los últimos sean mejores que el (primero). Ni difamar ni ser sarcástico el uno al otro, ni llamarse por apodos (ofensivos). Mal parecido es un nombre que connota maldad, (para ser usado de uno) después de haber creído. Y aquellos que no desistir están (de hecho) haciendo mal.

¡Oh tú que crees! Evite la sospecha tanto (como sea posible), porque la sospecha en algunos casos es un pecado. Y no se espíen unos a otros a sus espaldas. ¿Quisiera alguno de vosotros comer la carne de su hermano muerto? No, lo aborrecerías… Pero teme a Allah. Porque Allah es Compasivo, Misericordioso” (Corán 49:11-12).

Esta definición literal de la palabra “difamación” es algo en lo que no pensamos a menudo, pero es notable que el Corán lo considere tan desagradable como un acto real de canibalismo.

Enseñanzas del profeta Mahoma

Como modelo y ejemplo a seguir para los musulmanes, el profeta Mahoma dio muchos ejemplos de su propia vida sobre cómo lidiar con los males de los chismes y las murmuraciones. Comenzó definiendo estos términos:

El profeta Mahoma preguntó una vez a sus seguidores: “¿Saben lo que es murmurar?”. Dijeron: “Alá y Su Mensajero saben más”. Continuó: “Diciendo algo sobre tu hermano que no le gusta”. Entonces alguien preguntó: “¿Qué pasa si lo que digo sobre mi hermano es cierto?” El Profeta Muhammad respondió: “Si lo que dices es verdad, entonces has murmurado de él, y si no es verdad, entonces lo has calumniado”.

Una vez, una persona le pidió al Profeta Muhammad una descripción de qué tipo de buen trabajo lo admitiría en el Paraíso y lo distanciaría del Fuego del Infierno. El Profeta Muhammad comenzó a compartir con él una lista de muchas buenas obras y luego dijo: “¿Debería informarle sobre el fundamento de todo eso?” Se agarró la lengua y dijo: “Contrólate de esto”. Sorprendido, el interrogador exclamó: “¡Oh, Profeta de Allah! ¿Somos reprendidos por las cosas que decimos?” El Profeta Muhammad respondió: “¿Hay algo que derriba a la gente de cabeza en el Infierno, más que las cosechas de sus lenguas?”

Cómo evitar los chismes y las murmuraciones

Estas instrucciones pueden parecer evidentes, pero considere cómo las murmuraciones y los chismes siguen siendo las causas principales de la destrucción de las relaciones personales. Destruye amistades y familias y alimenta la desconfianza entre los miembros de la comunidad. El Islam nos guía sobre cómo lidiar con nuestra tendencia humana hacia los chismes y las murmuraciones:

  • Reconoce que Allah ve y sabe todas las cosas, mientras que nuestra propia comprensión y visión son limitadas.
  • Reconoce que nadie es perfecto; todos carecemos de alguna manera.
  • Reconoce que Shaytán busca alimentar la duda y la desconfianza entre los creyentes.
  • Habla bien o calla. El Profeta Muhammad, la paz sea con él, dijo: “Uno puede embellecerse enormemente con dos hábitos: buenos modales y silencio prolongado”. En otra ocasión, dijo: “Que el que cree en Allah y en el Más Allá pronuncie buenas palabras, o que guarde silencio”.
  • Si escuchas un rumor sobre la desgracia de alguien, lucha por la compasión en lugar de continuar con los chismes. Recuérdeles a los demás que no chismeen, y si no escuchan, aléjese. Allah elogió tal acción en el Corán: “Si escuchan chismes, se alejan” (Corán 28:55).
  • Evita espiar. El espionaje alimenta el comercio de secretos y desinformación, y crea un clima de desconfianza.
  • Busca excusas para los demás. Si una persona hace algo que crees que está mal de alguna manera, trata de ver la situación desde el punto de vista de la otra persona. Si hacemos esto, es menos probable que nos detengamos en lo negativo y tratemos de hablar de ello con los demás.
  • Arrepiéntete ante Allah por cualquier error que cometas y busca el perdón de la persona que lastimaste.

Excepciones

Puede haber algunas situaciones en las que se deba compartir una historia, incluso si es hiriente. Los eruditos musulmanes han esbozado seis situaciones en las que uno está justificado para compartir chismes:

  • Al presentar una denuncia ante un juez por una injusticia cometida, para que se reivindiquen sus derechos.
  • Buscar ayuda que prevenga que una persona continúe cometiendo cierto pecado.
  • Buscar el consejo de un erudito musulmán sobre si una acción en particular está permitida o no. En este caso, se puede mencionar una determinada situación sin dar nombres, a fin de obtener un juicio sobre el asunto.
  • Para identificar a una persona en particular.
  • Si alguien declara públicamente sus pecados, abiertamente, no hay nada de malo en hablar de ello.
  • Para advertir a otros acerca de una determinada persona. Por ejemplo, es una obligación para nosotros advertir a los demás sobre una persona conocida por hacer trampa o robar.