El Espíritu nos permite amar profundamente, como Dios

El Espíritu nos permite amar profundamente, como Dios
Dios nos pide querer sin reclamar reciprocidad y nos ofrece la fuerza del Espíritu Santo como fuerza para vencer la tentación de decir “no soy capaz de eso” -38). Debemos comportarnos como Dios se comporta. Amar sin buscar reciprocidad, querer…
Dios nos solicita querer sin reclamar reciprocidad y nos ofrece el poder del Espíritu Beato como fuerza para vencer la tentación de decir “no soy capaz de eso”.
El Evangelio dice: “Sed misericordiosos, como tu Padre es misericordioso” (Lc 6, 36-38).
Debemos comportarnos como Dios se comporta. Querer sin buscar reciprocidad, amar intensamente, amar libremente, amar siempre y en todo momento.
Pero ante semejante exigencia, podríamos decir que somos sólo humanos, al paso que Él es Dios y, por tanto, solo Él puede accionar con esa gratuidad y totalidad de la que está hecha la misericordia.
fuerza del espiritu
Pero este es exactamente el punto de cambio para todos nosotros: Dios no solamente nos pide que amemos a su manera, sino asimismo nos da la fuerza y el poder para hacerlo. Opinar es comprender que el poder del Espíritu Santo obra en nosotros, que desata en cada uno de nosotros una fuerza misteriosa que nos hace vivir de forma diferente con relación a la lógica de todo el mundo.
De ahí que debemos dejar de utilizar nuestras restricciones como excusas para no estar a la altura de lo que el Evangelio nos pide. Emplear la justificación de nuestra fragilidad para esconder nuestra falta de fe en el poder del Espíritu, que obra en nosotros, significa dejar de ser fieles y convertirse simplemente en simpatizantes.
En verdad, en este último caso, nos limitamos a decir que algunas de las propuestas de Cristo son meramente hermosas; pero la verdadera diferencia hace aparición en el momento en que andas a la altura de ellos. El día de hoy el Evangelio nos comunica que somos capaces de vivir el Evangelio porque es Dios mismo quien nos hace capaces, con tal de opinar en él.
Evangelio según San Lucas 6,36-38
En ese momento, Jesús dijo a sus discípulos: “Sed misericordiosos, como vuestro Padre es misericordioso.
No juzguéis y no seréis juzgados. No condenes y no seras condenado. Disculpa, y vas a ser perdonado.
Dad y se les dará; Una medida buena, apretada, remecida y rebosante va a ser puesta en tu seno. La medida que empleas con los demás también se usará contigo”.
Fuente: Aleteia
Pío
Pío
Esperamos que le gustara nuestro articulo El Espíritu nos permite amar profundamente, como Dios
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Cosas interesantes de saber el significado : Biblia