SÃO PAULO, 20 de julio. 21 / 04:09 pm (ACI).- Monseñor Jonas dos Santos Lisboa es miembro del clero de la Administración Personal Apostólica São João Maria Vianney, de Campos 2 Goytacazes (RJ) y, desde hace 12 años, actúa en la archidiócesis de São Paulo (SP), donde celebra misa en la forma excepcional del rito de roma. Para él, el motu proprio Tradiciones custodiosdel papa Francisco, que estableció restricciones a la misa clásico, será “un parteaguas” y despertará mucho más interés por la misa tridentina.
“Ciertamente este documento despertará aún mucho más interés en la Misa en la forma vieja. O custodios tradicionales asimismo va a ser un parteaguas. Quienes deseen estar en comunión con las autoridades legítimas constituidas por Nuestro Señor en la Iglesia, admitirán con humildad y docilidad las novedosas reglas. Quienes no acepten la autoridad del Papa en la teoría o en la práctica seguirán actuando en rebeldía, de forma afín a quienes siguen la teoría del libre examen”, dijo a ACI Digital.
El motu proprio de Francisco anula el permiso que había concedido Benedicto XVI, a través de la carta apostólica Summorum pontificum, para que todos los sacerdotes tengan la posibilidad de decir la Misa según el Misal De roma de 1962. A partir de ahora, corresponde al obispo autorizar el uso de la Misa tradicional en su diócesis. Además, el obispo debe señalar uno o más sitios donde se puede emplear la liturgia en forma excepcional, “pero no en las iglesias parroquiales y sin erigir novedosas parroquias personales”.
La Administración Apostólica Personal San Juan María Vianney, creada en 2002 por el Papa San Juan Pablo II, tiene como rito oficial la manera vieja de la misa y ciertos de sus curas trabajan fuera de su circunscripción. Según monseñor Jonas Lisboa, los obispos de las 12 diócesis donde trabajan estos curas “no solo no se han quejado del desempeño de nuestros sacerdotes, sino se han satisfecho con el trabajo pastoral en plena concordancia y plena comunión con la iglesia local”.
“Como todos los que estamos trabajando fuera del ámbito de la Administración, somos conscientes de las novedosas determinaciones derivadas de la motu proprio Traditionis custodes, nos encontramos a la entera disposición de las autoridades eclesiásticas locales. Corresponde al (arzobispo) de cada (arqui)diócesis hacer las implementaciones que juzgue conveniente llevar a la práctica, según las primeras palabras del motu proprio: ‘Guardianes de la tradición, los obispos, en comunión con el obispo de Roma, forman el fundamento de la unidad de sus Iglesias particulares’ y son ellas las que las rigen”, ha dicho.
En la archidiócesis de São Paulo, donde trabaja monseñor Lisboa, el arzobispo, cardenal Odilo Pedro Scherer, dijo que las nuevas determinaciones “ya entraron en vigor justo después de la publicación del motu proprio en los órganos oficiales de divulgación de la Santa Sede”. En un reportaje con el sitio web arquidiocesano ‘O São Paulo’, el purpurado dijo que se van a dar a comprender las nuevas disposiciones del motu proprio en la arquidiócesis, “para que sean conocidas y admitidas por todos”. “Además, tendremos que retomar la formación litúrgica, como desea el Concilio Vaticano II. Entre las sugerencias más insistentes de la reforma litúrgica es la buena formación litúrgica, para que el Pueblo de Dios participe activa, consciente y devotamente en las acciones litúrgicas y las aproveche al máximo”, declaró.
Según monseñor Jonas Lisboa, “hay una demanda creciente por la parte de la gente del rito viejo” y “son fieles que muchas veces están insatisfechos de presenciar algunas Misas festejadas con exceso de imaginación y poco silencio”. “El Papa Benedicto XVI en Summorum pontificum un par de veces dice que lo que mucho más atrae en el rito viejo es la ‘sacralidad’ que le es propia”, dijo.
Sin embargo, en el motu proprio custodios tradicionales, el Papa Francisco afirma que “una oportunidad ofrecida por San Juan Pablo II y, con mayor magnanimidad, por Benedicto XVI, dirigida a recuperar la unidad de un cuerpo eclesial con diversas sensibilidades litúrgicas, fue aprovechada para agrandar las brechas, remarcar las divergencias”. y promover la discordia que hiere a la Iglesia, le cierra el camino y la muestra al peligro de la división”. El Papa dice estar entristecido por los abusos en las celebraciones litúrgicas “de un lado y del otro”, pero también por un “uso instrumental del Missale Romanum de 1962, poco a poco más caracterizado por un creciente rechazo no solo a la reforma ritual, sino a la Concilio Vaticano II”.
En ese sentido, en enero de este año, el presidente de la Comisión Pastoral Episcopal para la Liturgia de la Charla Nacional de Obispos de Brasil (CNBB), Dom Edmar Perón, dijo en un reportaje con el software Bispos do Brasil, de televisión Evangelizar , que “me agradaría que la gente leyera un libro de textos sobre la liturgia de Benedicto XVI” y “no se quedaran unos videitos en Youtube de algún ademán de Benedicto XVI sobre la liturgia”.
“Lean el Tomo sobre la Liturgia de Benedicto XVI, ahí tenemos la posibilidad de hablar de la Liturgia de Benedicto XVI, pues él evoca su autoridad para realizar cosas que jamás aprobaría, así como varios evocan la autoridad del Concilio Vaticano II para llevar a cabo cosas horripilantes en la liturgia que el Concilio Vaticano II nunca propuso”, dijo en ese instante.
En Brasil, después de la publicación de custodios habitualesaún no se han anunciado determinaciones o directrices de los obispos sobre este motu proprio en los websites de las diócesis o de la conferencia episcopal.
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