RELIGION CRISTIANA

el diaconado permanente

El diaconado persistente, “en el contexto de la ministerialidad de la Iglesia y, más particularmente, en el campo del ministerio ordenado, se define como sacramento de Cristo Siervo y como expresión de la Iglesia servidora” (Doc. 96 – CNBB), siendo un don de Dios a su Iglesia, están marcadas por el carácter de servicio y gratuidad/voluntariado. las mesas”; el crecimiento de las comunidades produjo tensiones y conflictos internos. Mucha gente pobre no era bien atendida. Entonces los Doce convocaron una asamblea y presentaron una solución específica: descentralizar los servicios, eligiendo nuevos ministros. La comunidad se adhirió a la idea, festejando una elección, en la que los Doce confirmaban a los elegidos a través de la imposición de manos, surgiendo de esta manera una nueva organización en la comunidad, el conjunto de los Siete Diáconos (cf. Hch 21,8). Hoy en día, el ministerio diaconal se ejercita, según las Directivas para el Diaconado Permanente de la Iglesia en Brasil y por el Directorio Diocesano para el Diaconado, en tres áreas: el servicio de la Liturgia ejercido por el diácono en la celebración de los sacramentos, Bautismo y Matrimonio, en la presidencia de las celebraciones de la Palabra y en las oraciones, alimentándose constantemente de la Eucaristía; el servicio de la Palabra, por el cual el diácono se convierte en discípulo, oyente, servidor y mensajero de la Palabra, de la Santa Biblia; y el servicio de la Caridad, a través de el cual el diácono acepta la opción preferencial y evangélica por los pobres, marginados y excluidos de la sociedad, ¡siendo este ámbito el mayor de ellos!, el Orden y el Matrimonio. Uno no elimina al otro, con lo que la vida conyugal se vive al límite. De ahí que, la mujer y los hijos deben autorizar por escrito su ordenación. Como el diácono persistente es a la vez padre y marido, debe ejercer una profesión civil que sostenga y dé seguridad a su familia y, así como se consagra a la Iglesia a través del sacramento del Orden Sagrado, su vocación abarca varios puntos con tres dimensiones principales : familiar, profesional y eclesial. . Estas tres dimensiones tienen que contribuir de forma positiva a la realización de la vocación diaconal, asimismo para acompañar la formación de novedosas comunidades eclesiales (…). A través del testimonio de vida dado a la misión, incorporados a Jesucristo, siervo y sierva, a través del sacramento del Orden Sagrado, tienen que revelar la dimensión especial de la diaconía del ministerio ordenado, ayudando a crear un mundo mucho más conforme a la voluntad de Dios. plan”.

* Producto de Diác. Celso Luís Sais, para el folleto Antes de CristoLitúrgicoParroquia de San Geraldo Magella (SA Leste)

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