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El arzobispo Neary encabeza las celebraciones por el aniversario de Knock
En su homilía para conmemorar el 140 aniversario de la aparición en Knock, el arzobispo Michael Neary de Tuam describió la ansiedad por el futuro como “dominante y en muchos casos debilitante”.
Le dijo a una basílica repleta en el santuario nacional que existe una profunda preocupación por la vida familiar, por el abuso de drogas y alcohol, por el carácter y la responsabilidad.
El arzobispo Neary, custodio del Santuario Mariano, pronunció su homilía 140 años después del mismo día en que 15 personas presenciaron la aparición en Knock en 1879.
Entre los concelebrantes del miércoles estaban el Nuncio Apostólico en Irlanda, el arzobispo Jude Thaddeus Okolo, y el obispo electo de Clonfert, el padre Michael Duignan.
Durante la misa de las 3 pm, el Dr. Neary encargó una nueva estatua procesional de Nuestra Señora de Knock para celebrar este importante aniversario. La estatua fue bendecida por el Papa Francisco en Roma el 7 de agosto.
En su homilía, el arzobispo dijo a los peregrinos que, para muchos, el éxito material y la realización personal se han convertido en la meta y el propósito de la vida humana.
“Sin embargo, los padres están profundamente preocupados por criar a sus hijos. Hay tantas voces además de los padres, desde fuera del hogar y, de hecho, desde Internet y las redes sociales dentro del hogar que claman atención y son muy contradictorias con las voces y la autoridad de los padres. Esta es la situación en la que vivimos hoy. Es complejo, confuso y desafiante”, dijo.
Agregó que el mundo consumista en el que vivimos se rige por el dinero, el poder y las posesiones.
“Sin embargo, hay un hambre espiritual genuina en nuestro mundo. En el corazón de nuestra fe cristiana está la convicción de que el espíritu humano no está satisfecho con nada que no sea Dios”.
Al describir la sociedad como “en una época de transición”, el arzobispo de Tuam dijo que “observamos el colapso del mundo tal como lo hemos conocido en sus formas políticas y realidades económicas del pasado que se están volviendo cada vez más ineficaces”.
Añadió: “Muchos críticos de la religión han dicho que el problema de nuestro tiempo no es el ateísmo sino la idolatría. No es que seamos incrédulos, sino que nuestras creencias están asignadas a objetos indignos e impracticables”.
El Dr. Neary también destacó cómo hoy, en una variedad de formas, “el Estado quiere remodelar nuestros valores, nuestros miedos y sueños de maneras que son fundamentalmente opuestas al Evangelio”.
Él desafió: “¿Estamos esclavizados por elementos de la prensa popular, las encuestas de opinión, las redes sociales, las celebridades y las tendencias sociales? ¿Qué valor le damos a la palabra de Dios y a la enseñanza de Jesucristo?”
Continuó: “Como padres y como primeros educadores de nuestros hijos, ¿qué les enseñamos en cuanto a valores, respeto, amor? ¿Les capacitamos y animamos a reflexionar y cuestionar las situaciones que se van complejizando y les ayudamos a tomar decisiones responsables teniendo en cuenta las enseñanzas de Jesucristo y los derechos y la dignidad de los demás?
“En nuestra sociedad y en nuestra Iglesia hoy, hay personas rotas, promesas rotas, desilusión, sueños rotos, manipulación y violencia. Está el grito humano de sanación y esperanza, de comprensión, de novedad y de transformación”.
