El Año de San José celebra el fecundo silencio de este santo,

OFICINA CENTRAL, 16 Ene. 21/08:00 am (ACI).- El Año de San José, convocado por el Papa Francisco, celebra “la santidad, la espiritualidad y el silencio fecundo del padre de Jesús” y enseña “a ponernos al servicio del plan de Dios” , indicó el obispo de Campanha (MG), Dom Pedro Cunha Cruz.
En un artículo reciente titulado “San José, Esposo de la Virgen María y Patrono de la Iglesia Universal”, el Prelado indicaba lo que se puede aprender de este santo.
En primer lugar, don Pedro Cruz recordó que “Dios encomendó a san José las ‘primicias de la Iglesia’, es decir, María y el Niño”. Así, es “protector de la cabeza y madre de la Iglesia, solícito y vigilante” y también “un hombre justo”.
“Vivió la obediencia de la fe. Fue un fiel hacedor de la voluntad de Dios”, señaló.
En este sentido, don Pedro Cruz explicó que, en hebreo, el término “justo” significa “’justicia’ (y justificación) en el sentido de salvación, poder y voluntad salvífica de Dios”, quien es él mismo “el agente de esta justicia».
“Dios quiere justificar a su pueblo enviando a su Hijo. La justicia de Yahvé está en sus acciones salvíficas, tanto en la historia de Israel como en el futuro mesiánico”, añadió.
Además, explicó que “justo significa inocente, la cualidad de no ser imputable”, es decir, “el justo es el hombre de buena conducta”.
De este modo, observa que cuando el Evangelio de San Mateo (1,19) se refiere a San José con la expresión “Siendo justo”, quiere decir que, al enterarse del embarazo de María, decidió rechazarla en secreto para no difamarla, esto “fue una decisión de clemencia”.
Se trata, subrayó el obispo, de una decisión “que revela no sólo su sabiduría y dominio de sí mismo, sino también su benevolencia y misericordia, propias de un hombre justo; pues, para los hebreos, los esponsales eran ya un compromiso decisivo relativo al matrimonio. Sólo le faltaba la sanción de la vida en común o en pareja”.
Luego subrayó: “José comprendió el Misterio de la Encarnación de Cristo, concebido por María en la disponibilidad y gratuidad del servicio a Dios”.
Así, “después de María, toda la Iglesia debe una singular gracia y reverencia a san José”, ya que se convirtió en “colaborador disponible y generoso en el proyecto de salvación con el que Dios ha agraciado a toda la humanidad”.
Como explicó Don Pedro Cruz, “Dios escogió a los justos y sencillos para realizar su amor entre su pueblo”. Por eso, añadió, “estamos llamados a alabar a Dios por el ‘sí’ de san José; ‘sí’ no verbal sino conductual”.
El marido de María, indicó el obispo, “no resiste a Dios” y, “incluso sin hablar, puede ser considerado el hombre del ‘sí’ (‘José hizo como le había mandado el ángel del Señor’)”.
“Todos nos beneficiamos del silencio afirmativo de San José”, aseguró el Prelado, señalando que, “en un mundo ‘líquido’ y con muchos ruidos, hablar de San José parece un signo de contradicción, porque aprendemos de él a ver el presencia de Dios en las cosas pequeñas, incluso sin comprender plenamente su voluntad”.
Además, el Prelado recordó que “en la historia de la salvación también le correspondió a San José nombrar al Hijo de Dios”. Y explicó que “el nombre indica la identidad, el carisma y el papel de Jesús”.
Correspondía también a San José “formar a Jesús en la tradición y fe de los patriarcas, ya que Dios le encomendó la formación humana, cultural y espiritual de su Hijo”. Por otra parte, “le dio también la gracia especial de ser padre de Jesús y de la Iglesia”, una “gracia paternal” que “San José ejercía con alegría y humildad”.
De esta forma, señaló Dom Pedro Cruz, “celebrando el año dedicado a São José […] es celebrar la santidad, la espiritualidad y el silencio fecundo del padre de Jesús”.
“José fue sólo un servidor humilde y perseverante, que abandonó sus proyectos personales para cumplir lo que el Señor le pedía en un sueño”, dijo el obispo, deseando “que su silencio y su ‘sí’ nos inspiren a meditar en el Misterio de su Hijo, como centro de nuestra vida y misión”.
“Aprendamos de san José la sencilla belleza de ponernos al servicio del plan de Dios, para que sus virtudes produzcan en nosotros muchos frutos”, concluyó.
Año de San José
El Año de San José fue convocado por el Papa Francisco para conmemorar el 150 aniversario del decreto Quemadmodum Deus, con el que el Beato Pío IX declaró al santo Patrono de la Iglesia Universal. Comenzó el 8 de diciembre de 2020 y se extenderá hasta el 8 de diciembre de 2021.
En su carta apostólica cuerda patriael Pontífice indicó que quiere resaltar el papel de San José como un padre que sirvió a su familia con caridad y humildad, y agregó que “la Iglesia hoy necesita padres”.
Además, durante el Año de San José, la Iglesia católica concederá indulgencias de acuerdo con una serie de condiciones establecidas por la Penitenciaría Apostólica y cumpliendo las prescritas por la Iglesia: confesión sacramental, comunión eucarística y oración por las intenciones del Santo Padre.
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