El amor sin dolor es un destello en la sartén La prueba más segura

Como seleccionados del Señor para clamar por un Avivamiento, con frecuencia se nos acusa de estimar predicar o vivir un Avivamiento basado exclusivamente en los recrees espirituales, en la bonanza permanente. Asimismo nos acusan de contradecir la cruz, de no propagarla por “temor a perder adeptos”, ¡lo que es patraña!

El avivamiento está de manera directa ligado a la cruz y su itinerario pasa necesariamente por el Calvario. Tal como en el Martirio se produjo la Resurrección, en él también se generará el Avivamiento.

Nuestro difunto Papa San Juan Pablo II, en su encíclica Salvifici Doloris, nos enseñó: Si un hombre se hace partícipe de los sufrimientos de Cristo, esto sucede pues Cristo abrió su padecimiento al hombre, pues él mismo, en su sufrimiento redentor, se realizó si , en cierto sentido, partícipe de todos los sufrimientos humanos.

Foto ilustrativa: Anastasiia Korotkova por Getty Images

Actualizar el cariño del sufrimiento al avivamiento

Si quieres ser un facilitador de Avivamiento, si deseas un avivamiento personal, debes esforzarte para generarlo y, si esto no está sucediendo en tu vida, es urgente una corrección de rumbo.

Frente esto, el Espíritu nos pregunta: ¿Cómo te has estado relacionando con tus sufrimientos? ¿Cómo actúas? ¿De qué forma reaccionas cuando llega el padecimiento? Siendo una víctima comprobada del sufrimiento, ¿lo he utilizado para producir autocompasión o extender mis sufrimientos para criar hermanos y hermanas sensibles a mí?

Recuerda: “María guardaba todo en su corazón” (Lc 2,19). En el camino de la ascensión espiritual, somos capaces de llegar a una entendimiento madura del sufrimiento vivido, hasta querer el sufrimiento, por el hecho de que de él el Señor nos va a dar varios frutos, grandes aprendizajes y un triunfo incuestionable. Renovemos el cariño del sufrimiento por causa del Avivamiento.

Aprendiendo de los que ya están allí

La prueba más segura del Amor es el mal; todos padecen, pero pocos son los que saben sufrir bien. El amor sin dolor es un destello en la sartén. (San Pío de Pietrelcina)

Lectio divina: Romanos 8:18-27

Considero que los sufrimientos del tiempo presente no guardan proporción con la gloria que se revelará en nosotros. La humanidad espera con anticipación que los hijos de Dios se revelen. La humanidad fue sometida al fracaso no por su intención, sino por la imposición de otro, con la promesa de que esta humanidad se emanciparía de la esclavitud de la corrupción, para obtener la gloriosa independencia de los hijos de Dios.

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Sabemos que hasta ahora toda la humanidad estuvo gimiendo en dolores de parto. Y no solo ella, también nosotros, que tenemos las primicias del Espíritu, gemimos internamente esperando la condición filial, el salve de nuestro cuerpo. Con esa esperanza nos salvaron. Una esperanza que ya se ve no es promesa, porque alguien ya la ve, ¿por qué razón esperarla? Sin embargo, si aguardamos lo que no vemos, esperamos con paciencia. Así, el Espíritu ayuda a nuestra debilidad. Si bien no sepamos soliciar bien, el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos inarticulados. Y el que examina los corazones sabe lo que pretende el Espíritu en el momento en que suplica por los consagrados según Dios.

Extracto del libro “Del cielo a ti”, de Evandro Nunes.

Evandro Nunes

Integrante de la Renovación Atractiva Católica en la Diócesis de Santurrón Amaro (SP), Evandro Nunes se ocupa de la vida misionera desde 2010, ejercitando el Ministerio de la Predicación en todo Brasil y en el exterior. Casada, Nunes asimismo es autora de los libros “Del Cielo a ti” y “Si tú quieres Señor, yo quiero”, ambos publicados por la Editora Canção Nova.

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