El 320° aniversario de la muerte del Padre Antônio Vieira, Emperador de

Conocido como el Emperador de la Lengua Portuguesa –título concedido por el poeta y escritor Fernando Pessoa–, el padre Antônio Vieira pertence a los personajes más influyentes del siglo XVII. El 18 de julio se cumplen 320 años de su muerte. Nativo de Portugal en 1608, Vieira llegó a Brasil con su familia cuando tenía 7 años. Su padre era un funcionario del Imperio portugués. A los 15 años se unió a la Compañía de Jesús. En 1634 ahora era sacerdote y comenzó a evangelizar ya redactar sus sermones. El religioso luchó incansablemente contra la explotación de los pueblos indígenas en Brasil, defendió la libertad de los judíos, perseguidos en su instante por la Inquisición de la Iglesia Católica y la abolición de la esclavitud.

El padre Vieira fue un enorme y productivo escritor barroco en lengua portuguesa, pensador y orador de la Compañía de Jesús. Aparte de dejar mucho más de 500 cartas y premoniciones que están en el libro “Clave de los Profetas”, escribió cerca de 200 sermones. Entre ellos el “Sermón del Sexagésimo” e “Historia del Futuro”, libro profético donde predijo la aparición de un “Quinto Imperio”, en el que reinaría la paz en la victoria de la cristiandad. La organización de este trabajo asimismo es del sacerdote jesuita José Carlos Brandi Aleixo y lanzada por la Facultad de Brasilia. “Vieira fue un gran predicador, un hombre que unió conocimientos. Tuvo una experiencia que muchos escritores no tienen”, destaca el padre Aleixo.

Defensor de la sinceridad y la responsabilidad en la vida pública, en 1640, a los 33 años, el Padre Vieira regresó a Portugal con el encargo de respaldar al nuevo rey Don João IV, participando activamente en la vida política de la temporada. Hombre de confianza del emperador, realizó importantes metas diplomáticas en Europa (1641-1661).

Consideradas absurdas, sus ideas fueron rechazadas y Vieira volvió a Brasil y se instaló en Maranhão. Ser expulsado de la región por enfrentamiento con los poderosos. De regreso en Portugal, fue culpado a prisión por la Inquisición por proteger posiciones favorables a los indios y judíos. “Era crítico con el comportamiento de muchos miembros de la Santa Inquisición. Era un hombre de diálogo interreligioso”, ha dicho Aleixo. Culpado, fue encarcelado durante un par de años (1665-1667) en Coimbra sin acceso a libros y se le impidió predicar.

Dos años después, en 1669, fue amnistiado y salió a Roma, donde continuó hasta 1676. Cinco años después, regresó a Brasil, donde se dedicó a la literatura y organizó sus sermones para su publicación. El Padre Antonio Vieira murió a la edad de 89 años, en 1697, en el Colegio que hoy en día lleva su nombre y es patrono, en Salvador (BA). Su vocación jesuita estuvo marcada por su capacidad en la oratoria y la prosa, que usó como medio para adoctrinar e interferir en el curso de los acontecimientos sociopolíticos. El padre Aleixo concluye resaltando que Vieira fue un hombre adelantado a su tiempo. “Él defendió a las minorías y condenó el abuso de poder. Aparte de combatir la corrupción”.

Fuente: CNBB