Domingo de Ramos y Pasión del Señor – 14 de abril
Domingo de Ramos y Pasión del Señor – 14 de abril
Domingo de Ramos y Pasión del Señor – 14 de abril de 2019
Evangelio de la entrada de Jesús en Jerusalén
28. Tras estas palabras, Jesús iba enfrente de ellos en el camino hacia Jerusalén. (= Mt 21,1-16 = Mc 11,1-11 = Jn 12,12-19) 29. Llegando cerca de Betfagé y Betania, cerca del monte llamado de los Olivos, Jesús envió a 2 de sus acólitos y les dijo: 30. “Ve al pueblo que está enfrente de ti. Accediendo en él, hallarás un pollino atado, en el cual absolutamente nadie ha montado nunca; desátalo y tráemelo. 31. Si alguien os pregunta por qué razón lo dejáis ir, responded de este modo: El Señor le precisa”. 32. Fueron los dos discípulos y hallaron todo tal como Jesús les había dicho. 33. Cuando estaban desatando el pollino, sus dueños les preguntaron: «¿Por qué razón hacéis esto?» 34. Ellos respondieron: «El Señor lo necesita». 35. Y trajeron a Jesús el pollino, sobre el que pusieron sus mantones y también hicieron montar a Jesús. 36. Al pasar, mucha gente extendía sus mantones por el sendero. 37. En el momento en que ahora se acercaba a la bajada del monte de los Olivos, toda la multitud de los discípulos, llenos de alegría, comenzaron a alabar a Dios a gran voz, por todas las maravillas que habían visto. 38. Y dijo: “¡Bendito el rey que viene en el nombre del Señor! ¡Paz en el cielo y gloria en las alturas!” 39. En ese momento, unos fariseos le preguntaron a Jesús en la mitad de la multitud: «Maestro, amonesta a tus acólitos». 40. Él respondió: “¡Les digo que si estos callasen, las piedras gritarían!”
“Siguiendo los pasos de Jesús en el sendero a la cruz, conmemoramos su entrada en Jerusalén. Esta solemne liturgia marca el inicio de la Semana Santa, centro del enorme acontecimiento de nuestra fe: el secreto de la Pasión, Muerte y Resurrección del Señor. Ramas en mano, acojamos al que viene como humilde servidor, aclamando: “Hosanna al Hijo de David. Bendito el que viene en el nombre del Señor.” (Liturgia diaria)
El Papa Francisco mencionó que “Jesús entra en Jerusalén. La liturgia nos invitaba a intervenir y formar parte en la alegría y celebración del pueblo que es capaz de ovacionar y alabar a su Señor; alegría que se desvanece, dando paso a un regusto amargo y doloroso una vez que terminamos de escuchar la crónica de la Pasión. En esta celebración parecen cruzarse historias de alegrías y sufrimientos, errores y aciertos que forman parte de nuestro períodico vivir como acólitos…” (25 418)
“Con la aclamación “¡Bendito el que viene!”, en un torrente de entusiasmo, el pueblo de Jerusalén, agitando ramas de olivo, acoge a Jesús que entra en la localidad llevado por un burro. Con el “¡Crucifícalo!”, gritado un par de veces en un escandalo continuo, la multitud solicita al gobernador romano que condene al acusado que, en silencio, está parado en el Pretorio. De ahí que, nuestra celebración empieza con un “¡Hosanna!” y concluyó con un “¡Crucifícale!”. la rama del triunfo Es la Cruz de la Pasión: no es una contradicción, al revés, es el corazón del misterio que deseamos proclamar”. (San Juan Pablo II)
El Papa Francisco explicó: “El Evangelio, proclamado antes de la procesión ( monte 21, 1-11), muestra a Jesús bajando del monte de los Olivos montado en un pollino, sobre el que aún no se había montado nadie; exhibe el entusiasmo de los discípulos, que acompañan al Profesor con aclamaciones festivas… Pero este Jesús, cuya entrada en la Ciudad Santa estaba sosprechada precisamente de este modo en las Escrituras, no es un engañado que predica ilusiones, un profeta «novedosa era», un vendedor de humo. ¡Lejos de ahi! Es un Mesías bien definido, con la fisonomía concreta del siervo, el siervo de Dios y del hombre que anda hacia la pasión; Él es el gran Sufridor del dolor humano”.
Conclusión:
En palabras del Papa Francisco: “No hay otro Jesús: es exactamente el mismo que entró en Jerusalén en la mitad del movimiento de las palmas y de los olivos. Es exactamente el mismo que fue clavado en la cruz y murió entre 2 maleantes. No disponemos otro Señor sino más bien Él: Jesús, humilde Rey de justicia, clemencia y paz”
Oración:
“Ella (la Virgen María), que siguió a Jesús en su pasión, estuvo allí, miró, padeció, estuvo presente y unida a él al pie de la cruz, pero no se avergonzó de su hijo. Una madre jamás se abochorna de su hijo. Ella estaba allí y recibió en su corazón de madre la enorme alegría de la Resurrección. Que ella nos obtenga la felicidad de implicarnos interiormente en las celebraciones de los próximos días, para que nuestro corazón y nuestra vida sean realmente transformados por ellas”. (Papa Francisco)
Evangelio de la Pasión del Señor
1. Se levantó la sesión y llevaron a Jesús frente Pilato,* 2. y han comenzado a acusarlo: “Hemos encontrado a este hombre incitando a la multitud a rebelarse, prohibiendo pagar impuestos al emperador y afirmando ser el Mesías. y rey”. 3. Pilato le preguntó: «¿Eres tú el Rey de los judíos?» Jesús respondió: «Sí». 4. Pilato declaró a los principales curas y al pueblo: «Ningún delito encuentro en este hombre». 5. Pero ellos insistieron fuertemente: «Él revoluciona al pueblo enseñando por toda Judea, comenzando desde Galilea hasta aquí». 6. Ante estas expresiones, Pilato le preguntó si era galileo. 7. Y en el momento en que oyó que estaba bajo la jurisdicción de Herodes, lo envió a Herodes, porque se encontraba en Jerusalén en ese tiempo, habiendo oído muchas cosas acerca de él, y esperando presenciar algún milagro obrado por él. 9. Le hizo muchas cuestiones, pero Jesús no respondió nada. 10. Estaban allí los primordiales curas y los escribas, acusándolo violentamente. 11. Herodes, con su guarda, lo trató con desprecio, se burló de él, lo logró revestir con una túnica blanca y lo envió de regreso a Pilato. 12. Ese día, Pilato y Herodes hicieron las paces, por el hecho de que antes eran enemigos el uno del otro. 13. Entonces Pilato convocó a los principales curas, a los jueces y al pueblo, y les dijo: 14. de los delitos que le culpan. 15. Tampoco Herodes, pues nos lo devolvió. Por lo tanto, no ha hecho nada que merezca la desaparición. 16. En consecuencia, lo soltaré después de castigarlo”. 17[Acontecia que em cada festa ele era obrigado a soltar-lhes um preso.] 18. Todo el pueblo chilló a una voz: “Muerte con este, y suéltanos a Barrabás”. 19. (Este hombre había sido encarcelado gracias a un alzamiento en la localidad, gracias a un asesinato.) 20. Pero Pilato, queriendo dejar caer a Jesús, les habló de nuevo, 21. pero ellos vociferaron: “¡Crucifícale! ¡Crucifícale!”. 22. Por tercera vez intervino todavía Pilato: ′′ Pero qué mal hizo? No hallé nada en él digno de muerte; Por ende, lo castigaré y después lo soltaré”. 23. Pero ellos insistieron, quejándose a enormes voces de que estaba crucificado, y su clamor se intensificó. 24. Entonces Pilato pronunció la sentencia que satisfizo su deseo. 25. Les soltó al que se quejaban, que había sido encarcelado por asesinato y rebelión, y entregó a Jesús a su intención. (= Mt 27,32-56 = Mc 15,21-41 = Jn 19,17-37) 26. Mientras que lo conducían, detuvieron a un tal Simón de Cirene, que regresaba del campo, y le obligaron la cruz sobre él a fin de que la llevara tras Jesús. 27. Le proseguía una enorme multitud de gente y de mujeres, golpeándose el pecho y gimiendo por él. 28. Dirigiéndose a ellas, Jesús les ha dicho: “Hijas de Jerusalén, no lloréis por mí, sino llorad por vosotras mismas y por nuestros hijos. 29. Por el hecho de que van a venir días en que la gente afirmará: ¡Felices las estériles, los vientres que jamás dieron a luz y los pechos que nunca amamantaron! 30. Entonces afirmarán a los montes: ¡Caed sobre nosotros! Y a los montes: ¡Cúbrenos!* 31. Pues si de esta forma hacen con el bosque verde, ¿qué va a pasar con el seco?”. 32. 2 malhechores fueron llevados al mismo tiempo para ser asesinados con Jesús. 33. En el momento en que llegaron al rincón llamado Suplicio, lo crucificaron allí, adjuntado con los ladrones, uno a su derecha y otro a su izquierda. 34. Y Jesús ha dicho: “Padre, perdónalos; pues no saben lo que hacen”. Repartieron sus vestidos y echaron suertes. 35. La multitud se quedó allí y miró. Los primordiales curas se burlaban de Jesús, diciendo: “¡A otros salvó, que se salve a sí mismo, si es el Cristo, el preferido de Dios!”. 36. Del mismo modo los soldados se burlaron de él. Se le aproximaron, le ofrecieron vinagre y le dijeron: 37. “Si tú eres el rey de los judíos, sálvate a ti”. 38. Sobre su cabeza colgaba esta inscripción: «Este es el Rey de los judíos». 39. Entre los criminales, crucificado allí, blasfemó contra él: «¡Si tú eres el Cristo, sálvate a ti mismo y sálvanos!». 40. Pero el otro le reprendió: “¿Ni siquiera tú temes a Dios, tú que sufres en exactamente el mismo tormento? 41. Para nosotros o sea justo: nos llega lo que merecían nuestros crímenes, pero este no logró daño.” 42. Y añadió: «¡Jesús, acuérdate de mí cuando hayas entrado en tu Reino!» 43. Jesús le respondió: «De determinado te digo que hoy estarás conmigo en el paraíso». 44. Era como la hora sexta, y hubo tinieblas sobre toda la tierra hasta la hora novena.* 45. El sol se oscureció, y el velo del templo se rasgó por la mitad. 46. Entonces Jesús dio un gran grito y dijo: «Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu». Y diciendo esto, expiró.* 47. Al ver el centurión lo sucedido, dio gloria a Dios y dijo: «Verdaderamente, este hombre era justo». 48. Y toda la multitud de los que asistían a este espectáculo y veían lo que sucedía, volvieron golpeándose el pecho. 49. Los amigos de Jesús, tal como las mujeres que lo habían seguido desde Galilea, se mantuvieron a determinada distancia y observaron estas cosas. (= Mt 27,57-61 = Mc 15,42-47 = Jn 19,38-42)” – Biblia Católica En línea
“El evangelio de la pasión según Lucas describe el desarrollo de juicio y condenación del justo más especial, Jesús. Los contrarios, ahora mismo, se unen para acusar y condenar injustamente al hombre de Nazaret como subversivo. Es una víctima del imperio, que no admite oposición. La vida leal al Padre transporta a Jesús a no tener temor ni abandonar de la misión que Dios le había encomendado. Su acólito es quien lo sigue y permanece con él, incluso frente a los peligros, y transporta su propia cruz”. (Liturgia día tras día)
El Papa Francisco explicó: “Esta celebración tiene, por de este modo decirlo, un doble gusto: dulce y amargo. Es gozoso y doloroso, pues en él celebramos al Señor que entra en Jerusalén, aclamado como rey por sus discípulos; al mismo tiempo, sin embargo, se proclama ceremoniosamente el relato evangélico de su Pasión. Por tanto, nuestro corazón experimenta el agudo contraste y prueba, aunque sea en pequeña medida, lo que Jesús debió sentir en su corazón aquel día, cuando se regocijó con sus amigos y lloró por Jerusalén”. (09/04/17)
“¿Y cuál es la gloria del Señor? Es indudablemente la cruz en la que Cristo fue glorificado, Él, el resplandor de la gloria del Padre. Él mismo lo había dicho, al arrimarse su Pasión: “Ahora es glorificado el Hijo del Hombre, y Dios es glorificado en él; y sin demora le glorificaré” (Jn 13, 31-32). La gloria de la que se charla aquí es su ascenso a la cruz. Sí, la cruz es la gloria de Cristo y su exaltación, como él mismo dijo: «Y cuando sea levantado de la tierra, atraeré a todos hacia mí» (Jn 12,32). (San Andrés de Creta)
El Papa Francisco resumió: “Esta Semana, Semana Santa, que nos conduce a la Pascua, recorreremos este sendero de la degradación de Jesús. ¡Y sólo así será “santa” asimismo para nosotros! Escucharemos el desprecio de los líderes de su pueblo y sus intrigas para llevarlo a cabo caer. Vamos a ser presentes de la traición de Judas, uno de los Doce, que lo va a vender por treinta denarios. Veremos al Señor arrestado y llevado como un malhechor; descuidado por los discípulos; llevado ante el Sanedrín, condenado a muerte, flagelado y también ultrajado. Oiremos que Pedro, la «roca» de los acólitos, lo negará tres veces. Escucharemos los chillidos de la multitud, incitados por los líderes, que piden que liberen a Barrabás y lo crucifiquen. Lo observaremos burlado por los soldados, cubierto con un manto de púrpura, coronado de espinas. Y después, a lo largo de la Vía Dolorosa y al lado de la Cruz, escucharemos los insultos del pueblo y de los líderes, que se burlan de él siendo Rey y también Hijo de Dios. Este es el sendero de Dios, el sendero de la humildad”.
Conclusión:
“Hoy comenzamos Semana Santa. Es el Domingo de Ramos, que nos recuerda la entrada triunfal de Jesús en la localidad de Jerusalén. La gente acogió a Jesús diciendo: “Bendito el que viene en el nombre del Señor. Hosanna al Hijo de David.” Pero en unos días clamarán a Pilato: «Crucifícale». Tratemos de proseguir intensamente los momentos rituales de esta Semana, para comprender de qué manera Jesús nos ama hasta el último momento, y para que su sacrificio en la cruz no sea en balde”. (Padre Guido Mottinelli)
Oración:
“Oh Madre dolorosa mía, mereciendo el mal que sentiste al notar a tu amado Jesús llevado a la muerte, obtén para mí la gracia de llevar asimismo con paciencia las cruces que Dios me envía.Voy a ser feliz si sé acompañaros con mi cruz hasta la muerte. Tú y Jesús, que éramos inocentes, llevamos una cruz tan pesada, y yo, pecador, que he justo el infierno, ¿me niego a llevar la mía? ¡Oh! Virgen Inmaculada, de ti espero ayuda para padecer con paciencia todas y cada una de las cruces. Amén». (Santo Alfonso de Ligorio)
Jane Amábile – Con. Divino Espíritu Santo
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Esperamos que le gustara nuestro articulo Domingo de Ramos y Pasión del Señor – 14 de abril
y todo lo relaciona a Dios , al Santo , nuestra iglesia para el Cristiano y Catolico .
Cosas interesantes de saber el significado : Dios