Vila Vieja (ES) – Se celebró ceremoniosamente el Domingo de Ramos en la red social del Santuario del Divino Espírito Beato, Parroquia Nossa Senhora do Rosário, con la participación eficaz de los leales.
La celebración marca la entrada de Jesús en Jerusalén y el inicio de la Semana Santa, donde viviremos con mayor intensidad el enorme Misterio de nuestra fe.
El Santuario estuvo lleno para todas y cada una de las celebraciones, y la misa de las 7 pm, que es la de mayor afluencia de público, comenzó en la plaza principal de la región.
Como la procesión desde la plaza hasta el Santuario fue inédita, esta celebración movilizó a jóvenes de toda la Parroquia y distintos pastoralistas en su preparación, con inmensidad de personas de buena voluntad y prestas a asistir para que el nombre de Jesús fuera bellamente glorificado.
Cerca de las 17h, ¡el movimiento en el Santuario fue intenso! Todos llegando, con sus funcionalidades antes definidas para poner en acción los dones que el Espíritu Beato les dio.
A las 6 de la tarde, en la plaza, en un carro sonoro, ya había animación con cantos de alabanza.
Los leales que llegaron fueron acogidos e invitados a participar de la celebración, recibieron las ramas y el folleto de misa.
Poco después llegaron el resto integrantes de la procesión: varios jóvenes vestidos con ropas de la temporada de Jesús, otros con antorchas encendidas; asimismo un joven vestido como Jesús, montado en un pollino.
En la celebración participaron el párroco, fray Djalmo Fuck, fray Leandro Costa y fray Nazareno Lüdke, diácono Campelo, ministros, lectores, monaguillos y monaguillos.
Allí comenzó la celebración, se bendijeron los sarmientos y se incendió y proclamó el Evangelio.
Ahora, la procesión prosiguió el recorrido predeterminado hasta el Santuario, donde fue recibida con cantos de alegría y aclamaciones a Jesucristo.
Continuando la celebración, fray Djalmo recordó en su homilía que la Cruz de Jesús es una realidad viva actualmente, pero tiene el poder de refinar al ser humano que, en fraternidad, se pone al servicio y lucha por el respeto y la dignidad de los vida humana.
La alegre espera de los instantes de celebración por venir acompañó la dispersión de la asamblea agradecida por poder celebrar el amor, la misericordia y la salvación de Dios en el misterio de la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesús.
Zilma Sousa, particular para este sitio.
Fotos por Gabriela Spalla.