Dom Alberto Taveira: Lecciones del Sínodo de los Obispos

Dom Alberto Taveira: Lecciones del Sínodo de los Obispos
Aprendimos a escuchar el grito de una mayor presencia de la Iglesia, el deseo de la Eucaristía, corazón de nuestra vida cristiana en toda la Amazonía.
Dom Alberto Taveira Corrêa – Arzobispo Metropolitano de Belém do Pará
Este domingo llega a su fin la Reunión Excepcional del Sínodo de los Obispos para la Panamazonía. Desde el primer domingo de octubre, obispos de los distintos países que constituyen la Amazonía se reúnen con el Papa Francisco, acompañados de aconsejes e convidados, meditando sobre los retos de la evangelización en la región y intentando encontrar caminos para el aporte de la Iglesia a la Ecología Integral. . Es una Reunión de Pastores de la Iglesia, llamada por el Señor para conducir el rebaño por los caminos de la historia. Se ajusta a los Obispos, en estos últimos días, votar un archivo conclusivo, para ser entregado al Santurrón Padre. El resto competidores ayudan mucho con su presencia e ideas, pero a los sucesores de los Apóstoles reunidos en Roma se les confía la responsabilidad del texto final. “Mientras que ayuda al mundo y recibe mucho de él, la Iglesia tiene una sola cosa en mente, la venida del reino de Dios y la salvación de toda la raza humana. Todo el bien que el Pueblo de Dios en su peregrinaje terrenal puede llevar a cabo por la humanidad procede del hecho de que la Iglesia es sacramento de salvación universal, manifestando y realizando al tiempo el secreto del amor de Dios por los hombres» (Gaudium et spes 40,45). ).
Como todos saben, el Sínodo no es un Parlamento ni tiene funciones deliberativas. El texto de la Declaración Final, que puede o no ser publicada en los próximos días, es entregado al Papa, a quien le corresponde una posible Exhortación Apostólica, con las orientaciones pastorales necesarias. Sería temerario adelantar su contenido antes de la votación que va a tener sitio en los próximos días.
Desde el primero de los días, el Papa estuvo enseñando mucho. La primera lección es la presencia. Verlo sentado, relajado, escuchando todas y cada una de las intervenciones, luego que se encuentra en los intervalos, comiendo con nosotros, hablando con sencillez, dejándose fotografiar, construye a todos. Su postura es de gran humildad, cuya mirada revela una enorme autoridad, sin autoritarismo. Atención a todo ya todos, celo de pastor, preocupación por la Iglesia, a fin de que lleve la Buena Novedad a todos los rincones de todo el mundo, en especial a la Amazonía.
Aprendimos a convivir con un planeta que nos presiona bastante, mediante los enormes medios y las redes sociales, con una enorme diversidad de interpretaciones y juicios. Estamos expuestos, dados como un auténtico espectáculo. Hay conjuntos y personas que han criticado a la Iglesia, a los Obispos y al Papa y, al no estar en el campo sinodal, no saben de qué manera convivimos y trabajamos. Internamente se ha respirado fraternidad, clima de oración, aptitud de escucha, profundo respeto por las críticas de los demás, búsqueda del consenso, amor a Jesucristo, a la Iglesia ya la verdad. No obstante, entendemos que en la preparación y realización del Sínodo, considerablemente más personas y comunidades nos acompañaron con su oración y apoyo, lo que nos dio la seguridad de que Dios manda. En un instante, el Papa Francisco insistió a los participantes que ¡sin el Espíritu Santo no hay Sínodo! En verdad, habría discusiones y críticas, pero no el “caminar juntos”, concepto de la palabra Sínodo.
¿De qué manera estamos trabajando? El primer día, la lectura de los reportes iniciales, con los que nos hicimos eco de un proceso de escucha realizado en diferentes países, con el que bastante gente y colectivos expresaron su deseo de contribuir a la Iglesia en nuestros países. Posteriormente, cada miembro de la Reunión pudo expresar su opinión sobre los distintos temas. Y escuchamos varias cosas para trabajar duro. Durante el lapso del trabajo, nos reunimos múltiples ocasiones en conjuntos por idioma, en el momento en que pudimos estudiar pausadamente los grandes temas relacionados con la búsqueda de nuevos caminos para la Evangelización en la Amazonía y nuestro aporte a una Ecología Integral. Tratamos grandes temas sociales, como la crueldad, el narcotráfico, grandes proyectos que afectan a las ciudades de la Amazonía y asimismo temas pastorales, como la participación en la Eucaristía, la Catequesis, la juventud y su papel eclesial, las vocaciones y el testimonio del Evangelio. .
Tratamos temas candentes, como los desafíos socioambientales, vistos desde el ángulo que nos es propio, a comprender, la dimensión ética y moral, sin opinar sobre la responsabilidad territorial por la Amazonía, pues todos nos encontramos convencidos, junto con nuestros países , absoluta autonomía y también independencia de cada nación. Nos ocupamos de formas de contribuir a nuestra población, de manera especial a los pueblos indígenas y originarios, respetando su cultura y tradiciones, y no siendo considerados retrasados o menos calificados. Mucho más aún, salió a la luz la riqueza cultural centenaria de tantas ciudades tradicionales.
Aprendimos a escuchar el grito de una mayor presencia de la Iglesia, el deseo de la Eucaristía, corazón de nuestra vida cristiana en toda la Amazonía. Fue precioso ver que el clamor por la Eucaristía verdaderamente venía de todas y cada una partes. Algunas personas y grupos, en todo el mundo y en nuestra Amazonía, insistieron en que nuestros temas eran la ordenación de hombres casados, probados por el tiempo y la vida cristiana, y un eventual ministerio a ser confiado a mujeres. Si hemos escuchado varios informes de suma importancia, el tema de la disciplina de los ministerios queda ahora encomendado al discernimiento del Papa, quien podrá definir los eventuales pasos posibles. El respeto al celibato sacerdotal, que es la práctica de la Iglesia latina, siempre y en todo momento fue muy claro, a pesar de que hay hombres en matrimonio y curas católicos organizados en otras unas partes del planeta. Se valoró bastante el ministerio de los Diáconos Permanentes, lo que ya sucede en nuestra Arquidiócesis de Belém, que tiene el mayor número de ellos en toda la Amazonía.
Nos hemos enfocado mucho y seriamente en la diversidad de etnias presentes en la Amazonía y entre los mayores desafíos, la urbanización, en tanto que la enorme mayoría de nuestra población vive en las grandes ciudades, o está fuertemente influenciada por ellas. Y aprendimos mucho de los ejemplos de hermanos y hermanas, personas que pagaron con su vida la Evangelización de la Amazonía. Renovamos nuestro compromiso con la realidad, con la organización de la Iglesia y los Pueblos Amazónicos y con la defensa de los derechos humanos con ardor misionero.
Salió a la luz el deseo de un cuerpo eclesial representativo de las circunscripciones eclesiásticas de la Amazonía, para remarcar el camino sinodal propuesto por el Papa. Y de este modo aprendemos a apreciar lo que es de otros países y zonas de la Amazonía. Y todos nos entendimos y supimos escucharnos, admirando la variedad que existe entre nosotros. Fue una lección de Iglesia y misión, abriéndonos cada vez más a la dimensión misionera. En los próximos días y meses, muchas riquezas de reflexión y de vida van a ser comunicadas a todos, a fin de que se sientan participantes de lo que estamos viviendo. ¡Alabado sea Dios!
Esperamos que le gustara nuestro articulo Dom Alberto Taveira: Lecciones del Sínodo de los Obispos
y todo lo relaciona a Dios , al Santo , nuestra iglesia para el Cristiano y Catolico .
Cosas interesantes de saber el significado : Dios