Dios en su infinita clemencia reveló su amor y precaución todos los días y jamás te abandonó en tu vida.
Aunque ante los inconvenientes, frente algunas puertas que el mundo te ha cerrado, te lleve a cabo sentir que pierdes terreno y el sentido de la vida, Dios nunca te abandonó y muchas veces te llevó en sus brazos.
No te enfurezcas porque las cosas a menudo no salen como soñaste, planeaste. La vida tiene esto, sus avatares, caídas y subidas y muchas veces también es requisito parar, oír, meditar y aguardar el instante conveniente.
Dios no está contento con las caídas y fracasos de sus hijos y no desea el mal gracias a nuestros pecados como castigo.
Aprende nuevamente a ser un hijo y un hijo obediente de Dios.
¡Hay un momento para todo! Todo lo que Dios hace es bueno y especial, no hace nada a medias.
Busca más sabiduría de Dios para tu vida, no más golpes en la cabeza con cosas que solo llevan al pecado y la perdición, deja de enajenar a las personas por cosas que no llevan a nada.
No hay más tiempo que perder, Dios te invita a ver mucho más allá, a vivir bien en su felicidad y amor.
Sean verdaderamente contentos haciendo la intención de Dios.
¡Con Dios se puede, con Dios vencerás!
¡Dios te bendiga a ti y a tu familia!
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