Dios está contigo en cada momento de tu vida y ahora, en ese momento, las manos del Señor se alargan para levantarte.
El Señor les ama y les cuida como un Padre que nunca deja a su hijo amado.
¿Cuántas fueron tus caídas? ¿Instantes de desesperación donde todo parecía perdido y en el momento justo la mano de Dios te mantuvo, sin dejar que te perdieras?
Ten por seguro que Dios te ama y te va a hacer vencer en todas tus luchas cotidianas, no desistas de combatir.
El Señor desea sanar tu corazón, herido y cansado por tantas cosas malas que trajeron amargura y falta de fe.
En Dios vas a poder ver más allá de la óptica del dolor y la tristeza.
Toma la mano del Señor y levántate el día de hoy, no cedas más al mal y vencerás, no como las otras veces que lo intentaste solo y terminaste cayendo sin fuerzas.
Ten por seguramente todas y cada una de las tormentas pasarán y Dios va a traer la verdadera paz que tú y tu familia tanto necesitan.
¡Dios te ama y está cuidando de todo!
Todo lo puedo en Cristo que me hace más fuerte!
¡Dios te bendiga a ti y a tu familia!
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