Diferentes miradas y expresiones para una escena.

Con la llegada del final de año, se muestran en distintos lugares individuos y ornamentos que caracterizan la fecha celebrada por los cristianos. Los individuos de Papá y Mamá Noel, gnomos, hadas, renos y otros animales y diversos elementos de todo el mundo fabuloso y, desde hace poco, personajes del universo de los dibujos animados, están invadiendo la decoración navideña y, poco a poco, van “asumiendo” la lugar del verdadero espíritu de la Navidad. La Navidad es una fiesta cristiana que celebra el nacimiento de Jesucristo y no tiene nada que ver con la mayoría de los adornos de el día de hoy. Aparte de los símbolos tradicionales: árbol, ángeles, estrella, campanas, regalos, los elementos recientes empleados en la decoración navideña de tiendas, centros comerciales, espacios públicos y hogares, la única figura que verdaderamente tiene inspiración navideña es Papá Noel, quien se inspiró por San Nicolás. La auténtica Navidad que festejan los cristianos tiene como mensaje central el amor y la paz, y va más allá de las fronteras y muros de la religión.

A la inversa de lo que se ve adornado en esta época en la mayor parte de los lugares, en el claustro del convento franciscano, en el centro de São Paulo, desde hace 22 años, tradicionalmente se efectúa una exposición franciscana con múltiples belenes inéditos. Al igual que en la escena narrativa del hecho bíblico, en la exposición el personaje central es el Niño Jesús en el pesebre y los coadjutores son sus padres, el burro, el buey, los pastores, los magos y diversos elementos de la civilización regional, que representa plásticamente el acontecimiento más esencial para los cristianos. En la XXII Exposición del Nacimiento Franciscano es viable contemplar conjuntos de belenes de Angola, Brasil, Colombia, Portugal, Bolivia, México, Polonia, Italia y España.

Cada pesebre tiene su valor religioso y cultural. En los detalles de técnica o material, estilo, tal como en la ornamentación, se manifiestan sentimientos de arte y religión. Frente tanta hermosura y profunda elegancia artística, es bien difícil pararse frente a la representación del nacimiento de Jesús y no admirar a Aquel que vino al planeta para traer la paz en las figuras de los belenes, de expresión simple y encantadora. De Bolivia, la expresión sonriente de los individuos es un aspecto impresionante de un pueblo con etnias tan diferentes, en tanto que en los tres conjuntos que se exponen, cada uno tiene su particularidad estilística y los tres representan regiones de un mismo país. De Brasil, hay varios conjuntos. La mucho más curiosa es la de Manaus, donde todos los individuos y animales son de la región. Una auténtica inclusión y también inculturación. Aún en Brasil, predomina la ciudad de Caçapava, resultado del trabajo de un taller de barro con damas de la zona. Para la realización de las piezas, la inspiración no podía parar de ser el Valle de Paraíba. En este conjunto, los reyes magos van montados en mulas, animal usado en toda la zona. Realizado especialmente para este espectáculo por la artista Susanne Bartlewski, el pesebre de hojalata proviene de la capital. Es un belén que combina reciclaje, imaginación, arte y espiritualidad, Típico de Cracovia – Polonia, el belén con apariencia de testera de iglesia, está inspirado en la arquitectura de la Basílica de Santa María y es fruto de una tradición de concurso de belenes en Cracovia. Se usa cartón, papel plastificado y diversos adornos a fin de que cada pieza tenga una fuerte expresión artística, basada en la creación y el arte, aparte de fomentar el aprecio y respeto por las diferentes manifestaciones de la cultura. La exposición es sin duda otra oportunidad cultural de fin de año en la ciudad de São Paulo.