Día Mundial de los Pobres
Día Mundial de los Pobres
Los pobres no tienen que reducirse a números y estadísticas, sino que deben ser reconocidos y tratados como personas que tienen una historia, sentimientos y deseos personales.
Cardenal Odilo Pedro Scherer, Arzobispo Metropolitano de São Paulo
La Iglesia festeja, por idea del Papa Francisco, la Día Mundial de los Pobres, el domingo previo a la Solemnidad de Cristo Rey. Este año será el 15 de noviembre. La “conmemoración” pretende hacernos acordar que los pobres son una realidad incesante y desafiante para todos nosotros, como ciudadanos y, mucho más aún, como personas de fe. Los pobres cuestionan regularmente nuestra vida y nuestra organización social, económica y política. ¿Por qué razón hay tanta gente pobre? ¿Por qué razón no pueden salir de la pobreza? ¿Qué se puede llevar a cabo para que logren sobrepasar el estado de pobreza en el que se encuentran?
El Papa Francisco ha anunciado un hermoso mensaje para la Jornada Mundial de los Pobres del actual año, que se titula “Prolonga tu mano a los pobres” (Sir 7,36), que está disponible y disponible para todos en Internet. En él, el Papa recuerda una vez más que el culto dado a Dios no debe estar desvinculado del amor preciso al prójimo. Sin caridad, nuestra vida cristiana es incompleta y nuestro culto no agradaría a Dios. A lo largo de la semana previa a la Jornada Mundial de los Pobres, Caritas Arquidiocesana está impulsando distintas ideas de preparación a la conmemoración, cuyo objetivo es tanto evangelizador como pedagógico. No debemos olvidar jamás que el amor a los pobres es inseparable del amor a Dios.
La Día Mundial de los Pobres nos recuerda que la vida cristiana implica la práctica de las obras de clemencia, de las que trata la Escritura en diferentes instantes. El pasaje mucho más conocido es el de la parábola del enorme juicio (cf. Mt, 25), en el momento en que el glorioso Jesucristo, Señor y Juez de todos, admitirá en el banquete de la vida eterna a los que han practicado las proyectos de misericordia y excluirá del cielo a los que no las hayan practicado. Estos se refieren al precaución de los pobres, los enfermos, los desamparados, los presos y los afligidos de todo género. De alguna forma, todos ellos son equiparados a los pobres, y Jesús afirmará que fue Él quien hicimos o no hicimos todo lo mencionado.
Tenemos una inmensidad de ocasiones para la práctica de la caridad y la clemencia, tanto de forma personal como social y organizada. La Palabra de Dios y de la Iglesia nos enseña y nos pide que nos comprometamos en lo personal con la caridad, para localizar a las personas que precisan ayuda y no separarnos de ellas. Los pobres no tienen que reducirse a números y estadísticas, sino que han de ser reconocidos y tratados como personas que tienen una historia, sentimientos y deseos personales. De manera frecuente, solo desean algo de nuestro tiempo y atención, para ser escuchados y valorados. En otras ocasiones, requerimos ser como el buen samaritano, involucrarnos y cuidarlos. Para otros más, va a ser necesario ir más allá de los movimientos de ayuda inmediata y puntual, comprometiéndose a sobrepasar su estado de pobreza y liberándolos de lo que los mantiene en esa situación. Promover la dignidad de los pobres es también una gran caridad.
San Vicente de Paúl decía que la caridad debe practicarse de manera personal, pero asimismo organizada. De ahí que, existen varias organizaciones caritativas en la Iglesia, como obras sociales y muchas iniciativas que unen personas y elementos para contribuir a los más pobres y, al tiempo, proponen la oportunidad de que muchas personas se sumen a estas ideas y practiquen la caridad. caridad
Quisiese expresar, esta vez, mi reconocimiento y apoyo a los numerosos conjuntos, organizaciones y entidades dedicadas a la práctica de la caridad y la asistencia específica a los pobres. De hecho, hay muchos de ellos y en general trabajan en silencio, silenciosamente. Pido que nuestra gente y nuestras comunidades apoyen de muchas formas a estas entidades y organizaciones que hacen caridad a los pobres. También, renuevo mi aprecio y acompañamiento a la tarea y misión del Vicaría Episcopal para la Pastoral do Povo da Rua, que tiene un papel profético en el servicio a los pobres de nuestra Arquidiócesis.
Jesús dijo un día que siempre y en todo momento tendríamos a los pobres entre nosotros (cf. Mt 26,11). Sabía que la humanidad siempre y en todo momento estaría en deuda con los pobres. Estas expresiones de Jesús, no obstante, son también una observación para todos nosotros: que hagamos todo lo que es posible para contribuir a los pobres, y que luchemos contra toda forma de indiferencia e insensibilidad hacia ellos. Que aprendamos a extender nuestras manos generosamente a los pobres todos y cada uno de los días. Eso será bueno para ellos y bueno para nosotros asimismo.
Fuente: São Paulo
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Esperamos que le gustara nuestro articulo Día Mundial de los Pobres
y todo lo relaciona a Dios , al Santo , nuestra iglesia para el Cristiano y Catolico .
Cosas interesantes de saber el significado : Dios
