Día del Padre: 6 padres católicos que llegaron a la

OFICINA CENTRAL, 08 ago. 21/06:00 am (ACI).- En la Iglesia Católica hubo hombres que, en diferentes instantes, brindaron testimonio de una verdadera y santa paternidad.

Con ocasión del Día del Padre, presentamos algunos progenitores que han alcanzado la santidad:

1. San José

Dios confió a San José una gran responsabilidad y privilegio: ser el padre adoptivo de Jesucristo y el casto esposo de la Virgen María.

San José era carpintero y descendiente del rey David.

Cuando fue a Belén con María para inscribirse en el censo, ella dio a luz a Jesús en un establo y luego debieron huir a Egipto para eludir que el Niño fuera asesinado por orden del rey Herodes.

San José educó a Cristo y le enseñó el oficio de carpintero.

Es conocido como el “Patrón de la Buena Muerte” pues, según la tradición, murió acompañado y consolado por Jesús y María.

En un alegato, el Papa Francisco resaltó que San José supo descansar en Dios en la oración, resucitar con Jesús y María y ser voz profética en la mitad del mundo.

2. San Luis Martín

San Luis Martín fue esposo de santa Zélia Guérin y padre de cinco hijas, entre las cuales santa Teresa de Lisieux, doctora de la Iglesia, y Leonia, cuya causa de beatificación se abrió en 2015.

En el momento en que era joven, Luís deseaba ser religioso de la Congregación Hospitalaria del Enorme San Bernardo, pero no fue aceptado por el hecho de que no sabía latín.

Aprendió el oficio de relojero y se instaló en Alençon (Francia), donde conoció a su futura esposa.

Luís y Zélia se casaron el 12 de julio de 1858 y tuvieron nueve hijos, de los cuales sobrevivieron cinco mujeres.

La pareja tuvo una intensa vida espiritual y formó a las niñas para ser buenas católicas y respetables ciudadanas.

Zélie murió de cáncer en 1877.

Louis se encargó de sus hijas y se mudaron a Lisieux.

A lo largo de los años, todos abrazaron la vida religiosa.

El beato sufría una patología que lo consumía hasta perder sus facultades mentales.

Murió en 1894.

En el mes de octubre de 2015, Luís y su mujer Zélia fueron la primera pareja en ser canonizados juntos.

Su fiesta se festeja el 12 de julio, aniversario de su boda.

3. Santo Tomás Moro

Santo Tomás Moro nació en Londres en 1477 y en 1505 se casó con Jane Colt, con quien tuvo un hijo y tres hijas.

Sin embargo, su mujer murió y se volvió a casar con Alice Middleton.

San Juan Pablo II señaló que Moro fue “un marido y padre afectuoso y leal, colaborando estrechamente en la educación religiosa, moral e intelectual de sus hijos.

Su casa acogió a yernos, nueras y nietos”.

Su excelente carrera como letrado lo llevó al parlamento inglés y, años después, aun ocupó importantes cargos gubernativos, después de que su libro “Utopía” llamara la atención del rey Enrique VIII.

Fue arrestado por oponerse a los deseos del monarca de repudiar a su esposa para casarse con otra mujer y se apartó de la Iglesia Católica para conformar la Iglesia Anglicana.

Su hija Margarida lo visitaba a menudo en la cárcel y rezaban juntos.

Por sostenerse firme en sus convicciones, fue declarado traidor y decapitado el 6 de julio de 1535.

4. San Isidro Lavrador

Desde pequeño, Santurrón Isidro trabajó arando, cultivando y cosechando campos en España.

Se casó con una campesina que asimismo se convirtió en santa: Maria da Cabeça.

Los dos tuvieron un hijo que, según la tradición, cayó a un pozo con un cesto.

Rezaron con furor y después las aguas comenzaron a subir hasta el momento en que el pequeño apareció ileso.

Los domingos por la tarde, solían pasear con su familia por los campos.

Tras haber criado a su hijo, Beato Isidro y Santa Maria da Cabeça eligieron separarse para tener una vida completamente entregada a Dios.

Él se quedó en La capital de españa y ella se fue a una ermita.

San Isidro pasó el resto de su historia arando los campos y rezando.

Murió el 30 de noviembre de 1172.

5. San Luis de Francia

Luis IX nació en 1214 y fue coronado rey de los franceses a la edad de doce años, bajo la regencia de su madre, quien le afirmaba: “Hijo, quiero verte muerto que verte deshonrado por Dios por pecado mortal”.

En 1234 fue proclamado mayor de edad y aceptó sus funciones como monarca.

Se casó con la virtuosa Margarita de Provenza, quien lo ayudaría a lograr la santidad.

Los dos tuvieron 11 hijos.

El rey se distinguió por su bondad, justicia, caridad y piedad.

Crió a sus hijos como lo hizo su madre con él.

Participó en las cruzadas para recuperar los sitios sagrados y frenar las invasiones musulmanas.

En la segunda cruzada, enfermó de disentería cerca de Cartago (África del Norte).

Murió en el mes de agosto de 1270.

Dejó un “testamento espiritual” a su hijo que le sucedería, el futuro Felipe III, en el que daba instrucciones para ser un gobernante sabio, justo y santurrón.

6.

San Esteban de Hungría

San Esteban fue rey de Hungría, marido de Beata Gisela de Baviera y padre de Santurrón Américo.

Tenía un enorme afecto por la Iglesia y procuraba ser un ejemplo de piedad para sus súbditos.

Solía ​​disfrazarse para salir de noche a ayudar a los necesitados.

formó a su hijo con esmero y le dejó por escrito consejos sobre las virtudes que debía cultivar un monarca.

Juntos defendieron el reino del ataque de Conrado II, emperador del Sacro Imperio Romano Germánico.

No obstante, el joven murió a lo largo de una cacería.

Al recibir la noticia, Esteban exclamó: “El Señor me lo dio, el Señor me lo quitó.

Bendito sea Dios”.

El rey nombró sucesor a su sobrino Pedro Orseolo.

El beato murió el 15 de agosto de 1038, solemnidad de la Asunción de la Virgen María, de quien era un enorme devoto.