El 25 de junio festejamos el Día del Inmigrante. Recordamos a quienes dejaron sus países de origen para perseguir sus sueños, en pos de mejores condiciones de subsistencia, en pos de un mejor futuro para sus hijos.
Comemorada logotipo na sequência das celebrações da semana da imigração japonesa no Brasil (com início no dia 18 de junho), a data foi determinada como o Dia do Imigrante através do Decreto nº 30.128, de 14 de novembro de 1957, emitido pela Assembleia Legislativa do Estado de Sao Paulo.
Este país tiene en la inmigración, una característica muy importante para la formación de la sociedad brasileira. Fue mediante esta fuerza inmigrante que se fueron levantando (literalmente) nuestras ciudades, mediante la fuerza manual empleada en las grandes obras de las principales ciudades, así sea en el campo, ya sea en el aporte cultural y también intelectual.
La llegada masiva de inmigrantes convirtió a Brasil en uno de los países con mayor diversidad cultural del mundo. Por eso nuestra patria es amada por muchos, por su heterogeneidad poblacional, por su variedad cultural, o sea, por el pueblo brasileño.
Italianos, alemanes, ucranianos, polacos, africanos y nipones fueron ciertas etnias que llegaron a Brasil, con registros de llegada en 1875 en el sitio del archivo nacional (arquivonacional.gov.br), y ayudaron en la colonización del país.
El acto de emigrar no siempre se da armónicamente, necesita de mucho valor y ganas de cambio, por la parte del inmigrante, que a veces precisa reiniciar su vida desde el princípio, de familias, que ven a sus seres queridos irse sin la seguridad que habrá un rencuentro, y la gente que acogen y asisten a dar a conocer a estas personas que traen nuevas historias, etnias y prácticas. Y en este último aspecto, los brasileños somos maestros. Un país que, pese a sus limitaciones y inconvenientes sociopolíticos, acoge y da alternativas para todos.
En el calendario brasileño, los inmigrantes asimismo son condecorados en otras dos fechas: el Día del Inmigrante Italiano (21 de febrero) y el Día del Inmigrante Japonés (18 de junio).
Oremos por los inmigrantes de este país, que con mucha fuerza, donación y disponibilidad, nos asisten a crear una sociedad fuerte y acogedora.
Dios los bendiga a todos.
* Producto de André Almeida