Despedida del Papa Benedicto XVI

Unas 130.000 personas acudieron a la plaza de San Pedro para despedir al Papa Benedicto XVI, fallecido el pasado sábado 31. despedir. Los funerales fueron presididos por el Papa Francisco, concelebrados por 120 cardenales, 400 obispos y cerca de 4.000 curas de todo el planeta. Estuvieron presentes varias delegaciones de todo el mundo, incluyendo Alemania, su país, Italia, tal como líderes ecuménicos.

Ayer, en la Basílica de San Pedro, el Cardenal Orani João Tempesta, Arzobispo de Río de Janeiro, presidió entre las Misas con su cuerpo presente.

A las 19 horas, hora de Roma, se cerraron las puertas de la basílica y se puso el cuerpo del Papa en el ataúd de ciprés, según la tradición, y se insertaron las medallas y monedas acuñadas durante el pontificado, los palios que llevaba como arzobispo. de Munich y Roma y el Rogito, el texto que detalla resumidamente el pontificado del Papa, en un cilindro de metal.

En su homilía, el Papa Francisco empezó con las últimas expresiones de Jesús en la cruz: “Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu”, y con eso solicitó a todos que encomendaran a su precursor en las manos del Padre.

Após a celebração, o corpo de Bento XVI foi levado para as catacumbas do Vaticano, onde estão enterrados les papas, e seu caixão foi puesto na tumba onde estava o corpo de São João Paulo II, que quando foi canonizado foi levado para a Basílica de San Pedro.

En su testamento espiritual, el Papa Benedicto XVI hace una secuencia de agradecimientos, a sus progenitores, a Alemania, a sus hermanos, pero, más que nada, a Dios, dispensador de todo buen don, que le dio la vida y le guió en varios instantes. de confusión Dijo que Dios lo levantó cada vez que empezaba a resbalar, dándole nuevamente la luz de su rostro. “A todos los que de alguna forma han cometido un fallo, les pido con sinceridad perdón”, ha dicho Benedicto XVI.

En la Praça de São Pedro ahora había pancartas con las expresiones “Beato Subito”, o sea, “Santo Já”.]

(Fotografía: Novedades del Vaticano)