Decreto de Indulgencias Especiales para el Año Jubilar de
Decreto de Indulgencias Particulares para el Año Jubilar de San José

DECRETO
El don de las indulgencias destacables se concede con motivo del Año Jubilar en honor de San José, decretado por el Sumo Pontífice Francisco para celebrar con dignidad el 150 aniversario de la proclamación de San José como Patrono de la Iglesia Universal.
El día de hoy se cumplen 150 años del Decreto ¿Quien es Dios?con la que el Santurrón Pío IX, conmovido por las graves y fúnebres situaciones en que se encontraba la Iglesia, conminada por la hostilidad de los hombres, declaró a San José Patrono de la Iglesia Católica.
Para perpetuar la seguridad de toda la Iglesia en el poderoso patrocinio de la Guardiana del Niño Jesús, el Papa Francisco estableció que, a partir de hoy, el aniversario del Decreto de proclamación así como el día destinado a la Santísima Virgen Inmaculada y Mujer del castísimo José, hasta el 8 de diciembre de 2021, se festejará un Año particular de San José, en el que todos los leales, siguiendo su ejemplo, van a poder hacer mas fuerte cada día su historia de fe en el pleno cumplimiento de la voluntad de Dios.
Todos los leales podrán de esta manera, con la ayuda de san José, custodio de la Sagrada Familia de Nazaret, a través de la oración y las buenas proyectos, obtener consuelo y alivio de las graves tribulaciones humanas y sociales que inquietan nuestro tiempo.
La devoción al Custodio del Redentor se desarrolló extensamente durante la narración de la Iglesia, que no sólo le proporcionó un culto prominente, sólo superado por el de la Madre de Dios, su Esposa, sino también le atribuyó múltiples patrocinios.
El Magisterio de la Iglesia, como padre de familia “que saca de su tesoro novedades y cosas viejas” (Mt 13, 52), sigue descubriendo en san José la grandeza antigua y la novedosa.
El don de Indulgencias que la Penitenciaría Apostólica, a través de el presente Decreto, expedido según con la intención del Sumo Pontífice Francisco, concede benignamente durante todo el Año de San José, será de mucha ayuda para poder con perfección el objetivo propuesto.
se concede a indulgencia plenaria en las condiciones acostumbradas (confesión sacramental, comunión eucarística y oración por las intenciones del Beato Padre) a los fieles que, con un espíritu desprendido de todo pecado, participan del Año de San José en las ocasiones y con las modalidades determinadas por esta Penitenciaría Apostólica.
San José, verdadero hombre de fe, nos invita a descubrir de nuevo nuestra relación filial con el Padre, a actualizar nuestra fidelidad a la oración, a oír y responder con profundo discernimiento a la intención de Dios.
Por lo tanto, se concede indulgencia plenaria a todos los que mediten el Padre Nuestro a lo largo de por lo menos 30 minutos, o que concurran en un retiro espiritual, de cuando menos un día de duración, que integre una meditación sobre San José.
El Evangelio asigna a San José el título de “hombre justo” (cf.
Mt 1, 19): es el guardián del “secreto íntimo que está precisamente en el fondo del corazón y del espíritu”[1], custodio del secreto de Dios y, por consiguiente, destacado patrono del foro de discusión de adentro, nos exhorta a volver a descubrir el valor del silencio, la prudencia y la lealtad en el cumplimiento de nuestros deberes.
La virtud de la justicia, practicada de forma ejemplar por José, radica en la perfecta adhesión a la ley divina, que es la ley de la clemencia, “porque es precisamente la clemencia de Dios la que cumple la auténtica justicia”[2].
Por consiguiente, quienes, siguiendo el ejemplo de San José, efectúen una obra de misericordia corporal o espiritual, van a poder obtener asimismo el don de indulgencia plenaria.
El aspecto primordial de la vocación de José fue ser guardián de la Sagrada Familia de Nazaret, esposo de la Santísima Virgen María y padre legal de Jesús.
A fin de que todas y cada una de las familias cristianas se animen a recrear exactamente el mismo tiempo de íntima comunión, amor y oración que se vivió plenamente en la Sagrada Familia, se concede una Indulgencia Plenaria a favor de los leales que rezan el Santo Rosario (Coronilla) en familia y entre parejas
El Siervo de Dios Pío XII, el 1 de mayo de 1955, instauró la fiesta de San José Obrero, “con el objetivo de que todos reconozcan la dignidad del trabajo y que inspire la vida social y las leyes, fundadas en una equitativa distribución de derechos y deberes[3].
Por consiguiente, todo aquel que encomiende su trabajo a la protección de San José y de todos y cada uno de los leales que invoquen al Artesano de Nazaret con oraciones de intercesión, va a poder de esta manera conseguir una Indulgencia Plenaria para que quien busque trabajo encuentre empleo, y la el trabajo de todos es mucho más digno.
La huida de la Sagrada Familia a Egipto “nos enseña que Dios está donde el ser humano está en peligro, donde padece, donde se refugia, donde experimenta el rechazo y el abandono”[4].
Se concede Indulgencia Plenaria al fiel que recita la Letanía de San José (para la tradición latina), o el himno Akathistos a San José, en su integridad o cuando menos en varias de sus partes significativas (para la tradición bizantina), o una oración mucho más a San José, propia de otras tradiciones rituales, a favor de la Iglesia perseguida ad intra y ad plus y para el alivio de todos y cada uno de los cristianos que sufren cualquier forma de persecución.
Santa Teresa de Jesús reconocía en san José al asegurador para todas y cada una de las circunstancias de la vida: “A otros santurrones les semeja que Dios les ha permitido asistirnos en tal o como necesidad, al paso que yo he experimentado que el glorioso san José extiende su patrocinio a todos ”[5].
Mucho más recientemente, San Juan Pablo II reafirmó que la figura de San José adquiere “una renovada actualidad para la Iglesia de nuestro tiempo, con relación a el nuevo milenio católico”[6].
Para reafirmar el patrocinio universal de San José en nombre de la Iglesia, además de las situaciones antes mentadas, esta Penitenciaría Apostólica otorga una Indulgencia Plenaria a los fieles que recen cualquier oración o acto de piedad legítimamente aprobado en honor de San José. ., San José”, especialmente el 19 de marzo y el 1 de mayo, en la festividad de la Sagrada Familia de Jesús, María y José, el domingo de San José (según la tradición bizantina), el 19 de cada mes y todos todos los miércoles – Viernes, día dedicado a la memoria del Beato, según la tradición latina.
En el presente contexto de emergencia sanitaria, el don de la Indulgencia Plenaria se concede especialmente a los ancianos, a los enfermos, a los moribundos y a todos los que, por motivos lícitos, no tienen la posibilidad de salir de sus viviendas, si con espíritu desprendido de cualquier pecado y con la intención de satisfacer, lo antes posible, las tres condiciones comunes, en sus propios hogares o donde los retenga impedimento, oren un acto de piedad en honor de San José, consuelo de los enfermos y Patrono de la buena muerte, ofreciendo con seguridad a Dios las penas y molestias de su vida.
A fin de que pastoralmente se facilite el ingreso a la felicidad divina por el poder de las Llaves, esta Penitenciaría suplica encarecidamente a todos los curas dotados de las facultades primordiales que se ofrezcan con espíritu disponible y generoso para la celebración del sacramento de la Penitencia y administren frecuentemente la Sagrada Comunión. los enfermos
El presente Decreto tiene vigencia para todo el Año de San José, salvo lo opuesto.
Roma, Sede de la Penitenciaría Apostólica, 8 de diciembre de 2020.
Tarjeta.
Mauro Piacenza,Penitenciaría Mayor
KrzysztofNykiel,Regente
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Etiquetas: Año Jubilar de San José.
Esperamos que le gustara nuestro articulo Decreto de Indulgencias Especiales para el Año Jubilar de
y todo lo relaciona a Dios , al Santo , nuestra iglesia para el Cristiano y Catolico .
Cosas interesantes de saber el significado : Dios