Decimoctavo Domingo del Tiempo Ordinario – Yo soy el Pan de

Decimoctavo Domingo del Tiempo Ordinario – Yo soy el Pan de

Decimoctavo Domingo del Tiempo Ordinario – Yo Soy el Pan de Vida – San Juan 6, 24-35 – 5 de agosto de 2018

Resultado de imagen para imagen de jesus el pan de vida

24.

Y observando la multitud que no estaban allí Jesús ni sus acólitos, subió a las barcas y fue a buscarlo a Cafarnaúm.

25.

Al hallarlo al otro lado del lago, le preguntaron: Maestro, ¿cuándo llegaste aquí? 26.

Jesús les respondió: De determinado, de determinado les digo que me buscáis, no por el hecho de que habéis visto los milagros, sino por el hecho de que comisteis de los panes y os saciasteis.

27.

Trabajad, no por la comida que muere, sino por la comida que a vida eterna permanece, la que os va a dar el Hijo del hombre.

Por el hecho de que en él Dios Padre ha impreso su signo.

28.

Le preguntaron: ¿Qué vamos a hacer para practicar las obras de Dios? 29.

Jesús les respondió: La obra de Dios es esta: que creáis en el que él envió.

30.

Preguntaron: ¿Qué milagro haces a fin de que te veamos y creamos en ti? ¿Cuál es su trabajo? 31.

Nuestros progenitores comieron el maná en el desierto, como está escrito: Pan del cielo les dio a comer (Sal 77,24).

32.

Jesús les respondió: De cierto, de determinado os digo, Moisés no les dio el pan del cielo, sino que mi Padre es el que os da el auténtico pan del cielo; 33.

pues el pan de Dios es el pan que baja del cielo y da vida al planeta.

34.

Le afirmaron: ¡Señor, danos siempre y en todo momento este pan! 35.

Respondió Jesús: Yo soy el pan de vida: el que a mí viene, nunca va a tener apetito, y el que en mí cree, no va a tener sed jamás.

“Pan de vida bajado del cielo, Jesús satisface el hambre de la comunidad reunida, transformándonos en hombres y mujeres nuevos y señalándonos el sendero de la santidad.

Nos invita a buscar siempre y en todo momento este alimento, que nos sostiene en nuestro caminar por los desiertos de la existencia.

En este primer domingo del mes de las vocaciones, celebramos en comunión con diáconos, presbíteros y obispos de todo el mundo”.

(Liturgia diaria)

De cierto, de determinado os digo, que me buscáis, no porque habéis visto los milagros, sino porque comisteis los panes y les saciasteis.

El padre Paulo Bazaglia dijo que “las multitudes que se habían saciado con el pan común siguen buscando a Jesús, aguardando que Él les dé comida fácil.

Como no comprenden las señales que hace Jesús, solo procuran milagros”.

El padre Eduardo Dougherty lo expresó así: “En el artículo del evangelio de hoy, Cristo pregunta a sus fieles: “¿Qué buscan?”. ¿Están buscando a Jesús por provecho materiales y se han olvidado de “la comida que dura para toda la vida”? Estos alimentos se pueden preservar por la fe en su palabra”.

El Padre José Luís Queimado explicó: “El Maestro de Nazaré no desea que la fe se base solo en los milagros que Él obra.

Sueña que aquellas personas comprendan la belleza de Dios, que no está sólo en los hechos prodigiosos.

Hay una tristeza en el corazón de Jesús cuando lo quieren llevar a cabo rey, porque la población aspiraba a una vida más pacífica, prácticamente sobrehumano, bajo el reinado de un hombre tan poderoso”.

Mi Padre es el que os da el verdadero pan del cielo

“La Iglesia celebra la Eucaristía con la mirada y el corazón puestos en el Padre, santurrón y misericordioso, fuente de toda santidad y que nos alimenta cada día con el don del cuerpo y la sangre de su amado Hijo.

La oración eucarística rebosa de gratitud al Padre por habernos dado la víctima de nuestra reconciliación y en ella recordamos que Cristo es el pan de los hijos de Dios, que nos hace partícipes de su historia divina”.

(San Juan Pablo II)

El Papa Retirado Benedicto XVI enseñó: “Moisés había dado a Israel el maná, el pan que había bajado del cielo con el que Dios mismo había alimentado a su pueblo.

Jesús no otorga algo, se da a sí mismo: es el “pan verdadero, bajado del cielo”, él, la Palabra viva del Padre; y es en el acercamiento con Él que acogemos al Dios vivo”.

El Papa Francisco lo explicó de esta forma: “La Eucaristía es exactamente el mismo Jesús que se da completamente por nosotros.

Alimentanos su y permanecer en él por la Comunión Eucarística, si lo hacemos con fe, transforma nuestra vida, transfórmalo en un don para Dios y para los hermanos.

Alimentarnos de ese “Pan de Vida” significa estar en sintonía con el Corazón de Cristo, asimilando sus opciones, sus pensamientos y su accionar…”

Conclusión:

“En frente de la multiplicación del pan, el pueblo sólo vio abundancia material y satisfacción de las necesidades físicas inmediatas, pero no reconoció el gesto como un signo.

La pedagogía de Jesús parte de un gesto concreto para revelarse como el verdadero alimento que viene de Dios.

El ingreso a este alimento es la fe en Cristo, don de Dios.

El pan del cielo es el que desciende del Padre y da vida al mundo”.

(Liturgia diaria)

Oración:

“¡Alimentemos y saciémonos del Pan de Vida, del Pan de la Eternidad! ¡Dejemos que la eternidad entre en nuestro interior y entremos en la eternidad por medio de la existencia de Cristo en nuestra vida!”. (Padre Roger Araújo)

Jane Amábile – Con.

Divino Espíritu Santurrón

Como esto:

Como Cargando…

Entrada archivada bajo: Reflejo de la Palabra.

Etiquetas: Decimoctavo Domingo del Tiempo Ordinario.

Esperamos que le gustara nuestro articulo Decimoctavo Domingo del Tiempo Ordinario – Yo soy el Pan de
y todo lo relaciona a Dios , al Santo , nuestra iglesia para el Cristiano y Catolico .
Cosas interesantes de saber el significado : Dios