Cuba se muere, pero hay esperanza, dice sacerdote

OFICINA CENTRAL, 03 ago.

21/11:56 am (ACI).- El sacerdote cubano Rubén Orlando Leyva, popular como “Padre Rubén da Trindade”, dijo en un mensaje que, pese a la “dureza” de la crisis en Cuba, hay “promesa” para reconstruir la nación “Cuba se muere, no tenemos la posibilidad de cerrar los ojos frente a la dureza de esta realidad.

Hay gente muriendo en centros de salud y centros de aislamiento por carecer de fármacos.

En Cuba no hay ni lo más imprescindible, como analgésicos, antibióticos o vitaminas.

La gente está anémica y enferma sin vacunación, porque es una población muy vulnerable, por el hambre y la mala alimentación”, denunció el sacerdote el 1 de agosto, en un mensaje en su cuenta de Facebook.

Según el sacerdote, “los medios mienten impunemente, sosteniendo el alegato oficial tolerado por el ‘dueño absoluto’ de la nación: el gobierno, el partido único, el comunista, el Estado, las Fuerzas Armadas (todo esto es exactamente lo mismo cosa)”.

El padre Rubén da Trindade es vicentino, integrante de la Congregación de la Misión, y dirige la plataforma digital “Rede Juvenil Católica de Cuba”.

Ordenado sacerdote el 26 de septiembre de 2020, ejercita su ministerio en Santiago de las Vegas, La Habana.

Publicó su mensaje poco más de tres semanas después de la ola de protestas del 11 de julio en toda Cuba, organizadas espontáneamente contra el régimen comunista de Miguel Díaz-Canel, sucesor de los dictadores Raúl Castro y Fidel Castro.

El gobierno respondió con violencia y arrestos arbitrarios.

Según el padre Rubén, “no hay un acompañamiento efectivo de la comunidad internacional” para Cuba. “Desgraciadamente, ese amargo gusto a fatalidad que se ha hecho eterno desde el triunfo del mentiroso y camaleónico dictador en 1959 [Fidel Castro]es una bebida que corresponde a todos los hijos de esta querida Isla, estemos dentro o fuera de ella”, comentó.

“Ten siempre y en todo momento una promesa.

Una promesa de que toda esta pesadilla pase, que estos 62 años de silencio y miedo servil se acaben tras el #11J.

Que ahora Cuba tiene la posibilidad de redactar una exclusiva historia, Cuba ahora tiene la oportunidad de ser valeroso y dar la vuelta en este camino que ha sido tan accidentado.

Cuba tiene la oportunidad de retomar el sendero que nunca debió dejar, el de una República democrática y verdaderamente libre en su participación política, social y económica”, ha dicho el sacerdote.

Según él, “las Fuerzas Armadas y la policía tienen la posibilidad de unirse al pueblo al que deben servir y no reprimir”.

“El presente gobierno tiene la posibilidad de dejar un legado y un futuro diferente para las nuevas generaciones, que miran con claridad y repugnancia la ineficacia de una ideología de odio y no libertad, enquistada en el poder.

Quienes detentan el poder político, militar y económico en Cuba tienen en este momento la posibilidad de finalizar de sepultar este sistema anticuado, absurdo y oscuro que es el comunismo y que está dando sus últimas rabietas”, ha dicho.

El padre Rubén solicitó a las autoridades cubanas no “alargar este trágico sopor que está aniquilando vidas, familias y lo poco que queda de valores y promesa en Cuba”.

“Seamos todos protagonistas de una Cuba nueva, con reales derechos, con libertad de empresa, con libertad económica, con sueños y sonrisas en los labios y en el corazón.

Acabas de reconocer, tú que gobiernas en medio del descontento popular, que el marxismo no es amado por los hijos de la patria, que el comunismo es una deplorable importación de los soviets, que ni a ellos les funcionó”, continuó.

También pidió a las autoridades de la isla que “aprendan a apreciar el legado invaluable de los auténticos héroes y héroes de Cuba”.

“Hay tanta riqueza política que podemos estudiar de los forjadores de la patria y de la República, ya la vez, tanta energía y capacidad en las nuevas generaciones.

Ellos son los que deben liderar el país que deseamos”.

Para el padre Rubén da Trindade, refiriéndose al #11J, la “Cuba que añoramos ya hechó sus cimientos en el corazón de todos y cada uno de los cubanos que de forma angustiosa y discreta imploraron la independencia por más de 60 años y que ahora han decidido sacar del pecho este llanto amargo y dulce, de una vez por todas.”

El sacerdote pidió a sus compatriotas “armarnos de esa promesa, de alzar de nuevo la patria”, en una Cuba “donde por el momento no reine la ideología, donde cada uno de ellos halle su lugar, donde las calles sean de todos, donde el poder no oprima, ni reprimir, ni pegar.”

“Una Cuba donde el límite de la libertad sea la caridad y los derechos de los demás, donde absolutamente nadie tenga que esconderse o bajar la voz para expresar lo que piensa y cree acertado.

Una Cuba donde exista una auténtica participación política y donde se logren arrancar con libertad los emprendimientos.

Una Cuba, al fin, en manos de los cubanos y por el momento no a cargo de ninguna dictadura”, continuó.

Finalmente, el padre Rubén dijo que es “el momento de admitir en lo personal, ante Dios, la mezquindad que haya podido haber desde nuestro lugar, y de retomar las bridas de nuestra historia, de poner todo en su lugar y terminar ya con esto pesado. pesadilla”.

“¡Viva Cuba Libre! Dios, Patria, Vida, Independencia para Cuba, esta es mi humilde oración a nuestro Señor Jesucristo ya su Santísima Madre. ¡Amén!”, concluyó.

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