Cuaresma con San José – VI
Cuaresma con San José – VI
¡Cuaresma con San José! Cada semana de Cuaresma, el P. Rafhael Silva Maciel propone una pequeña catequesis, que este año tendrá como hilo conductor el Año de San José, proclamado por el Papa Francisco. Esta semana el tema es: San José, “patrono de la buena muerte”. Pie. Rafhael es Misionero de la Misericordia y Maestro de la Sagrada Liturgia. Echa una ojeada a la sexta reflexión.
Noticias del Vaticano
Papa Francisco, en la carta cuerda patria, recuerda el Catecismo de la Iglesia Católica, n. 1014, que presenta a San José como el “patrono de la buena muerte”, invocado por el pueblo de Dios a favor de los moribundos, y asistencia en la preparación de los fieles para ese encuentro definitivo con el Señor.
La tradición de recurrir a San José para obtener una muerte santa, en felicidad de Dios, fue transmitida a lo largo de la vida de la Iglesia no por una fuente textual bíblica, sino que la historia de de qué manera habría sido la muerte de San José aparece en la primera siglos de la Iglesia, como cuenta Isidoro de Isolanis, diciendo que en las iglesias orientales era práctica leer, cada 19 de marzo, una solemne narración de la muerte del padre adoptivo de Jesucristo.
En el escrito se decía que habiendo llegado la hora de la muerte del Santo Patriarca, un ángel le habría anunciado que su muerte estaba cerca. Volviendo a Nazaré y empeorando su salud, se retiró y, “entre Jesús y María, que lo miraban con cariño, expiró suavemente, sumergido en el Amor Divino” y luego “Jesús y María cerraron los ojos de San José”.
El relato ten en cuenta que Jesús lloró por su amigo Lázaro y hace la analogía: “¿Y de qué manera no iba a plañir el mismo Jesús sobre la tumba de Lázaro? ‘¡Mira de qué forma lo amaba!’, afirmaron los judíos. San José no fue solo un amigo, sino más bien un amado y muy santo padre para Jesús.”.
En las Letanías de San José, varios de los títulos con los que recurrimos a la intercesión del esposo de María son: “alivio de los miserables”, “Promesa de los Enfermos”, “patrono de los moribundos”, “terror de los demonios”. San José, alivio y esperanza, para que en la enfermedad aprendamos a prestar sacrificios y mal por nuestra conversión y por la conversión de todo el mundo entero. A fin de que “la esperanza que no defrauda” (Rm 5,5) sé consuelo y ayúdanos en la conformación con la Cruz de Jesús.
Santa Teresa (Vida VI, 5-8) da testimonio de San José, escribiendo sobre su estado de salud, quien en cierto momento empieza a recurrir al Santurrón y redacta: “Entonces tomé al glorioso San José como mi abogado y patrón ahora él me encomendé fervientemente. Este padre y protector mío me asistió en la necesidad en que me encontraba y en muchas otras mucho más graves, en que se encontraba en juego mi honra y la salvación de mi alma (…). No recuerdo haber pedido jamás un favor sin haberlo logrado en el instante.”.
Como patrón de los moribundos, que están bajo riesgo de muerte, San José surge como amigo y consolador. En la mitad de una pandemia mundial, cuantos seres queridos se han visto afectados en el cuerpo por este virus u otras anomalías de la salud. Cuántas personas han estado y están siendo afligidas en alma y espíritu por muertes y anomalías de la salud. Entre estas personas se encuentra un gran hombre que tuve la alegría de saber, D. Henrique Soares da Costa, obispo de Palmares (PE). Uno de los hermanos de D. Henrique, Adriano, notificó que las últimas palabras del obispo antes de ser intubado fueron: “[estou] quebrantados en el cuerpo, pero firmes en la fe.”.
De Don Henrique debemos estudiar a solicitarle a San José que nos enseñe a fallecer en compañía de Jesús y María. En momentos de indecisión y de inmensa fragilidad humana y sanitaria, procuremos encauzar nuestra vida hacia la salvación, porque por mucho más bien difícil que sea la muerte, es una situación para la cual debemos estar listos. El santo de Agarráis alabó a Dios “por su hermana muerte” entonces “Ningún ser vivo escapa a su persecución”.
como uno mas ademán concreto de cuaresma, en la escuela de san José, patrón de la buena muerte durante estos días de Cuaresma, practiquemos la obra espiritual de clemencia de orar por los difuntos, singularmente por los que han muerto gracias a la pandemia y de otras patologías, y encomendemos la celebración de Misas por los sufragios de las almas de nuestros hermanos. Todavía otro ademán preciso puede ser enviar un mensaje con un pequeño recuerdo o aun alguna asistencia material para las personas/familias en desafío ahora mismo.
¡San José, provee!
¡Buena oración, bendita meditación!
Roma, 24 de marzo de 2021
Miércoles, Quinta Semana de Cuaresma
Pie. Rafael Silva Maciel
Misionera de la Clemencia
Maestría en Sagrada Liturgia
Como esto:
Cargando…
Entrada archivada bajo: Reflejo de la Palabra.
Esperamos que le gustara nuestro articulo Cuaresma con San José – VI
y todo lo relaciona a Dios , al Santo , nuestra iglesia para el Cristiano y Catolico .
Cosas interesantes de saber el significado : Dios