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São Paulo-SP) – El interrogatorio de fray Cesare Vaiani, Secretario General para la Capacitación y los Estudios, fue solo uno de los que se le hicieron a los formadores del Congreso Continental Latinoamericano de la Orden de los Frailes Inferiores este lunes 4 de septiembre en el Centro de la Sagrada Familia. Familiar, en el vecindario de Ipiranga (SP).
Comentando sobre el tema “Acompañamiento recíproco en la vida fraterna”, Fray Cesare animó y provocó a los 67 participantes que vinieron de las Charlas Brasileña, Bolivariana, Guadalupana y del Cono Sur. Explicó que el término “acompañamiento” está en el documento de Formación Franciscana (Ratio Formationis Franciscanae), que dice que “el ministerio de la cura espiritual y la cura fraterna de la red social y de cada uno de los hermanos y candidatos, ha de ser ejercido continuamente y no sólo por los Ministros”.
Fray Cesare Vaiani
Según el fraile, “acompañamiento” define bien la formación franciscana. “Un nombre que destaca la modalidad fraterna que nos caracteriza, en esta o en otras dimensiones. Nuestro nombre, Hermanos Menores, nos ten en cuenta que nuestras características específicas son la fraternidad y la minoridad”.
Para él, la manera de acompañamiento más entrañable y diaria es nuestra vida fraterna. “Si pensamos en los hermanos que forman nuestras fraternidades… no todos los compañeros de nuestro camino son bellos o amables”, apuntó, pero recordó que se necesita una mirada de fe: cada hermano es un compañero que el Señor pone en Nuestro lado.
Fray Cesare también recordó que ciertas maneras de acompañamiento más importantes, y aún más seguras, son los ministros, los tutores y los promotores de vocaciones. “No obstante, me semeja realista y significativo pensar en cada uno de los hermanos como un compañero de mi vocación”.
Para él, en el momento en que se charla de fraternidad, la palabra testimonio es la primera y más primordial forma de publicidad cristiana. “El hermano me acompaña, mucho más que de palabra, con el testimonio de su vida; y, evidentemente, también puedo acompañar a mi hermano, no tanto predicándole, sino más bien sobre todo testimoniando mi vida”. El fraile recordó asimismo que, durante su vida, Francisco vivió una relación con Dios que pasaba por la mediación de los hermanos y una relación con los hermanos que continuamente charlaban de Dios.
El fraile, no obstante, resaltó que hay una diferencia entre testimoniar y educar: “Mientras que instruir es la transmisión objetiva de algún contenido, el testimoniar es siempre y en todo momento subjetivo pues me involucra en lo que digo. Hago creíbles los contenidos que transmito con mi vida si mi vida es creíble”, dijo, explicando que en toda comunicación hay al menos tres elementos: el hablante, el oyente y los contenidos transmitidos.
“En el testimonio, el hablante tiene una relación particular y también instantánea con los contenidos que propone, pues tiene experiencia directa y puede presentarse como testigo presencial”. Tal es el testimonio cristiano, dado por medio de una relación íntima con el Señor Jesús y su Evangelio.
“Nuestro acompañamiento recíproco se da con apariencia de testimonio”, destacó, recordando que la reciprocidad es comunicación no en una dirección, sino siempre y en todo momento en dos direcciones: de mí al otro y del otro a mí. “Esta reciprocidad frecuentemente se expresa como un diálogo: la palabra diálogo evoca un trueque, donde hablo y escucho, presumo que soy recibido por lo que soy y acepto al otro por lo que es”, enfatizó.
Para él, la vida fraterna, precisamente por ser fraterna, precisa de esta reciprocidad.
HERMANOS JÓVENES
Para el Secretario General de la Orden, un problema grave en nuestra capacitación es el desfase entre la capacitación inicial y el tiempo posterior a la profesión solemne y, finalmente, a la ordenación sacerdotal. “Todos entendemos que, en todas las Provincias y Custodias, cuando un fraile joven sale de la casa de formación y llega a una fraternidad ‘habitual’, debe ser acompañado de forma particular, porque ese paso puede ser traumático”, resaltó.
De manera frecuente, según el fraile, en las casas llamadas “normales” la gente vive de forma muy individualista, quizás dedicándose con gran celo a su trabajo, pero cada uno de ellos a su manera. “De manera frecuente faltan tiempos recurrentes de oración y comidas recurrentes, las reuniones comunitarias de manera frecuente son escasas o desatendidas. En ese contexto, el hermano joven encuentra una vida diferente a la que se encontraba acostumbrado y, sobre todo, halla poco apoyo y acompañamiento fraterno, pues de todos modos hay poca vida fraterna”, lamentó.
Y fue aún mucho más crítico: “Hoy temo que el mensaje que les ofrecemos a los hermanos jóvenes es este: ‘Aguanten ahora haciendo un servicio militar largo de siete u ocho años y próximamente harán lo que quieran, como estamos nosotros’. haciendo.’ Nuestros jóvenes captan muy bien este mensaje, que no se expresa con palabras, sino que nace de la vida que llevamos si es demasiado diferente de lo que les demandamos. Y todos sabemos que la formación no se hace tanto con expresiones o con hermosos alegatos, sino más que nada con el testimonio de vida”, reforzó.
Fray Cesare cita el Capítulo II de la Regla en el que afirma: “Si alguno quiere abrazar esta vida y ha venido a nuestros hermanos, envíalo a los ministros provinciales… etcétera.”. Según él, sería más acertado traducirlo como “aceptar, recibir esta vida”: “Se trata de recibir una vida que nos dan los que ya la viven. Mi pregunta es: ¿qué vida le ofrecemos a los jóvenes que todavía vienen a nosotros?”, cuestionó, resaltando que sin capacitación persistente no probablemente halla capacitación inicial. “La formación persistente es el humus de la capacitación inicial”, mencionó Ratio Formationis Franciscanae.
El fraile asimismo presentó la metodología de Emaús, donde el formador es un compañero de viaje. “Alguien que esté junto a ti. No va adelante como un guía, ni retrocede con un equipaje o un peso que arrastrar, sino como un compañero y un hermano que comparte ese sendero que precisan descubrir y recorrer juntos”, enseñó fray César.
El Secretario General finalizó su intervención destacando que el acompañamiento fraterno no puede existir sin el testimonio y la reciprocidad. “Esta es la compromiso hacia las nuevas generaciones que aguardan de nosotros la transmisión de una vida, no de una teoría”, agregó, aguardando que este Congreso “ayude a ejercer nuestro acompañamiento recíproco en la vida fraterna”.
VIE FIDÊNCIO ABRE EL CONGRESO
Con la Celebración Eucarística a las 7 am, encabezada por el Ministro Provincial de la Inmaculada Concepción, fr. Fidêncio Vanboemmel, y concelebrada por fr. Cesare Vaiani y la Vicesecretaria de Capacitación y Estudios, fr. Sinisa Balajic, dio comienzo el Congreso Continental.
Frei Fidêncio acogió a todos con alegría y cantó, dirigiendo la reunión, el canto del P. Zezinho para honrarlos. “Vengo del Sur y del Norte, del Oeste y del Este, de todas y cada una partes. Caminos de la vida por los que viajo, trayendo ayuda…
“Sí, venimos del Norte y del Sur, aquí nos reunimos como un día Jesús se reunió en la sinagoga de Nazaret, conscientes del poder del Espíritu del Señor. Conscientes de la presencia del Espíritu Beato de Dios sobre todos nosotros y sobre todos nosotros, invocamos este Espíritu sobre nosotros y queremos que el Espíritu del Señor nos logre ungir a nosotros y a todas y cada una nuestras entidades, provincias y custodia. , pero particularmente en la misión específica que ejercemos en nuestras entidades, como animadores de la formación permanente, secretarios para la capacitación y los estudios y el servicio para la animación vocacional”, solicitó.
“San Francisco de Asís nos aconseja asimismo que no apaguemos el Espíritu del Señor y su beato modo de obrar. Perder este espíritu es perder la unción para la misión. La misión profética a la que estamos llamados hoy día”, resaltó.
En la sala de asambleas, los monjes de la Charla Brasileira recordaron el 300 aniversario de la aparición de la imagen de Nossa Senhora Aparecida saludando a nuestra Patrona con el canto “Romaria”.
Fr. Fidêncio dio la bienvenida a los participantes y se puso predisposición, como anfitrión, de los congresistas. Luego, cada representante de las 4 Conferencias hizo una presentación de las entidades. Tras la presentación de Fray Cesare, los monjes se dividieron en seis grupos para estudiar y trabajar durante toda la tarde, meditando sobre 2 puntos expuestos por Fray Cesare:
- Afronta la iniciativa de la formación como acompañamiento de la situación de tu Provincia/Custodia: ¿Los formadores se comportan como compañeros o siguen otros modelos de formación? ¿Tiene alguna iniciativa para progresar la calidad del rastreo?
- En vuestra Provincia/Custodia, ¿la vida fraterna es verdaderamente con la capacidad de acompañar la vida de los hermanos? ¿Ves el apoyo que ofrece la vida fraterna? ¿Tienes alguna iniciativa para progresar la calidad de vida? ¿fraternal? A las 17:30 horas se presentaron las conclusiones de los conjuntos.
Este Congreso, que cuenta con el acompañamiento de la Provincia de la Inmaculada Concepción, reúne a tres hermanos en representación de las provincias y custodias que forman parte de las Conferencias Brasileira, Bolivariana, Guadalupana y del Cono Sur. Por cada provincia o custodia forman parte el Secretario para la Capacitación y los Estudios, el Moderador para la Capacitación Permanente y el Animador Vocacional, para un total de 67 participantes.
Este día 5 preside la Eucaristía fr. Bernardo Brandão, Ministro provincial de la Provincia de Nossa Senhora da Assunção. El tema de esta día será “La capacitación persistente como acompañamiento en la vida ordinaria”, que va a ser anunciado por Fr. Sinisa Balajic. Por la tarde, los monjes se reúnen en conjuntos y festejan la plenaria al final de la tarde.