RELIGION CRISTIANA

Cónyuges renuevan 45 años de matrimonio tras superación

ASUNCIÓN, 25 de febrero. 21/03:55 pm (ACI).- Ningún obstáculo ha debilitado el gran amor de Catalina Fernández y Aníbal Ayala, quienes, después de superar días complejos a causa del coronavirus, renovaron sus promesas matrimoniales al celebrar 45 años de matrimonio.

Sus hijas, nietos y familiares próximos se dieron cita el sábado 20 de febrero en la Catedral Metropolitana de Asunción, para acompañar a la pareja en la renovación de sus promesas.

Catalina, de 66 años, se subió a una silla de ruedas manteniendo un ramo de rosas blancas. Precisaba una botella de oxígeno en tanto que aún se está recobrando de las secuelas del coronavirus.

Catalina y Aníbal enfermaron en el mes de noviembre de 2020.

Aníbal, que ahora tiene 74 años, estuvo internado tres días y Catalina estuvo internada en la UCI durante 13 días en el Hospital IPS Ingavi.

Siendo dada de alta, Catalina encontró globos y carteles de bienvenida y acompañamiento de sus allegados.

Después de eso, Hannibal le ha propuesto matrimonio nuevamente y los dos eligieron actualizar sus votos en exactamente la misma fecha en que se casaron hace 45 años.

Fue Don Edmundo Valenzuela, Arzobispo de Asunción, quien presidió la liturgia y destacó la labor de cada uno en conformar “una bella familia con valores cristianos y cívicos, desde la facilidad, la nobleza y la rectitud”; así como la lucha que ambos confrontaron contra el cáncer hace dos años.

“Para proseguir adelante a festejar varios aniversarios mucho más, con la misma fuerza y ​​amor, los invito a renovar sus promesas maritales”, dijo en la liturgia.

“Esperamos que el señor Aníbal y la señora Catalina experimenten de nuevo la felicidad recibida el día de su boda, cuando brindaron testimonio de la unión de Cristo y la Iglesia”, dijo.

“Oramos para que su matrimonio siga fortaleciéndose con el ejemplo de la Sagrada Familia y el amor que viene de Cristo”, agregó el obispo Valenzuela.

El matrimonio Ayala Fernández salió de la iglesia cogidos de la mano y con la bendición apostólica del Papa Francisco para la ocasión.

La hija menor, Fabiola Ayala, dijo a ACI Prensa, la agencia en español del grupo ACI, “que fueron días de mucha angustia”, aguardando todos y cada uno de los días un diagnóstico médico para saber si la madre había mejorado.

“Para mí son la mejor definición de amor, entendimiento, distribución y paciencia día tras día. Sufrieron pruebas muy duras, pero siempre nos brindaron el ejemplo de que con la oración, la fe y el cariño todo se puede lograr y sobrepasar en esta vida”, ha dicho Fabiola.

Anunciado originalmente en ACI Press. Traducido y amoldado por Nathália Queiroz.

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