Cómo ayudar a preparar a sus hijos para First
Esta misión también es de los padres, no solo de la Iglesia.Adjuntado con el Bautismo y la Confirmación, la Primera Comunión pertence a los tres sacramentos de la iniciación cristiana. La mayor parte de las ocasiones, los pequeños reciben la Eucaristía por primera vez en el momento en que alcanzan la edad de la razón, más o menos hasta los 13 años (los…
Esta misión asimismo es de los padres, no solo de la Iglesia.
Junto con el Bautismo y la Confirmación, la Primera Comunión pertence a los tres sacramentos de la iniciación cristiana. Muy de forma frecuente, los pequeños reciben la Eucaristía por primera vez cuando alcanzan la edad de la razón, en torno a los 13 años (las tradiciones locales varían).
Según el Código de Derecho Canónico, los niños tienen que tener “conocimiento bastante” y recibir “esmerada preparación a fin de que comprendan el secreto de Cristo según su capacidad y sean capaces de recibir el cuerpo de Cristo con fe y devoción” (Canon 913 ).
Por norma general, la preparación para la Primera Comunión se hace en la parroquia o en la escuela, que puede acabar con un corto retiro.
Sin embargo, esta misión asimismo pertenece a los padres.
“Los progenitores, o quien haga sus veces, e inclusive el párroco, tienen el deber de procurar que los hijos, en el momento en que alcancen la utilización de razón, se preparen correctamente y reciban cuanto antes este divino alimento, habiendo hecho antes el sacramento. confesión; Corresponde asimismo al párroco cuidar de que no se aproximen a la sagrada Comunión los niños que no hayan llegado al empleo de razón o que juzgue no estén bastante preparados”.
Cañón 914
Como ayudar
Pero, ¿qué tenemos la posibilidad de llevar a cabo los padres todos los días para contribuir a preparar a nuestros hijos para recibir la Primera Comunión?
Lo primero es proseguir la capacitación dada en la escuela o parroquia. Tenemos la posibilidad de preguntar a nuestros hijos: “¿De qué charlaron en clase? ¿Qué aprendiste? ¿Qué te impresionó mucho más?” Nuestro interés exhibe que valoramos el sacramento de la Eucaristía.
Seguidamente, nuestra forma de ser, especialmente a lo largo de la Misa, influye en nuestros hijos. De esta manera, dejar traslucir nuestro deseo de comulgar es una manera de prepararlos para recibir el sacramento de la Eucaristía.
Al final, a lo largo de todo el periodo de preparación, es bueno prestar particular atención a nuestros pequeños a lo largo de la Misa. Podemos confirmarnos de estar siempre a tiempo para que logren ver bien el altar y de esta manera estar más alerta.
¡Pero la mejor escuela para comprender la liturgia y los sacramentos es participar apropiadamente en la Misa!
Particular atención a la Liturgia Eucarística
Si hay un instante a lo largo de la Misa en el que debemos invitar a nuestros hijos a estar especialmente atentos es durante la Liturgia de la Eucaristía. Podemos animarlos a escuchar atentamente al sacerdote, observarlo, notar los gestos de sus manos: levantadas y abiertas al cielo, de cara a la congregación y al altar o manteniendo la hostia. Las enseñanzas que han recibido a lo largo de la catequesis podrán entonces resonar en ellos ahora mismo. También tenemos la posibilidad de murmurar algunas explicaciones: “Es Jesús mismo quien se proporciona a nosotros en pan y vino”, “Jesús va a venir a todos nosotros…”.
Durante el Ofertorio, podemos invitarlos a poner sus buenas y malas obras y sus alegrías y tristezas en las manos del Señor. En el momento de la Elevación, ¿por qué razón no animarlos a decir sencillamente: “Gracias Señor, te amo”? Esta es una forma de enseñarles a estar particularmente cerca de Jesús en el momento en que Él se hace presente en la mitad de la asamblea.
Tras recibir la Comunión, los fieles están invitados a orar. Incluso si nuestros hijos aún no recibieron la hostia, tenemos la posibilidad de brindarnos a orar con ellos.
Un simple “gracias”, dicho con fe y amor, es una excelente oración para ofrecer gracias después de la Comunión. Podemos concienciar a nuestros hijos de la felicidad que recibimos en el momento en que comulgamos.
Por último, conforme se aproxima el día de la Primera Comunión, tenemos la posibilidad de solicitarles que escojan pequeñas tarjetas para distribuir a nuestros seres queridos como un recordatorio de la ocasión. Tienen la posibilidad de redactar su nombre y fecha en ellos, e inspirarse en la dulzura o el simbolismo de las imágenes.
Fuente: Aleteia
Pío
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Esperamos que le gustara nuestro articulo Cómo ayudar a preparar a sus hijos para First
y todo lo relaciona a Dios , al Santo , nuestra iglesia para el Cristiano y Catolico .
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