Clausura del centenario de la canonización de Santa Margarita

El Año Jubilar de Santa Margarita María Alacoque (1647-1690) comenzó el 16 de octubre de 2019 y acaba el 16 de octubre de 2020. Fue beatificada el 18 de septiembre de 1864. El 13 de mayo celebramos el centenario de su canonización, por el Papa Benedicto XV, y el 16 de octubre celebramos la Fiesta de Santa Margarida María Alacoque.

Murió con apenas 43 años, el 17 de octubre de 1690, en Paray-Le-Monial, Francia. Santa Margarida María Alacoque adelantó un día la fecha de su celebración litúrgica para no coincidir con la de San Ignacio de Antioquia. Este 16 de octubre la Iglesia celebra el santo precursor de la devoción al Sagrado Corazón de Jesús. Santa Margarida María fue la primera propagadora de la devoción al Amante y Misericordioso Corazón de Jesús.

Santa Margarita es la patrona de la Red Mundial de Oración del Papa (Apostolado de la Oración) adjuntado con Santa Teresa del Niño Jesús, San Francisco Javier y San Claudio de la Colombière. El nombre de Santa Margarida María Alacoque está íntimamente ligado a la ferviente devoción al Sagrado Corazón de Jesús.

Vida de Santa Margarita

En la bella zona francesa de Borgoña, Margaret Marie nació el 22 de julio de 1647, en el seno de la modesta familia Alacoque. Tuvo una niñez y una adolescencia probadas y sufridas. Huérfana de padre y criada por las Clarisas, muy joven contrajo una extraña patología que solo la abandonó tras realizar un voto a la Santísima Virgen. Se convirtió en Monja Visitante en el momento en que ingresó en el Monasterio de la Visitación de Paray-le-Monial el 25 de mayo de 1671, y después de sus votos jamás abandonó el convento. Murió a los 43 años. Desde pequeña, Santa Margarida fue favorecida por visiones poco comúnes. Estas apariciones eran constantes, no solo de Jesús, sino más bien asimismo de la Muy santa Trinidad, Nuestra Señora y su Ángel de la Guarda.

Tuvo una vida parcialmente corta, pero dejó en la Iglesia una exclusiva propuesta de espiritualidad centrada en el Corazón de Jesús. Ella misma tuvo la experiencia de contemplarlo en la oración y de ofrecer a todos los cristianos movimientos de amor para arreglar el mal hecho al mismo Jesús. Durante la vida de Santa Margarida María Alacoque, el Sagrado Corazón Jesús la acompañó y formó durante toda su vida, preparándola para la enorme misión que tendría, la de revelar su Sagrado Corazón al mundo, otorgándole visiones y todo tipo de poderes sobrenaturales. vivencias, hablándole en todo instante, orientándola a cumplir Su intención divina en su historia. No obstante, hubo tres visualizaciones que traen un mensaje de DIOS al planeta y alcanzan a toda la Iglesia Católica, por el hecho de que el Sagrado Corazón de Jesús quiere que Su Corazón sea adorado por nosotros pecadores, en forma de corazón de carne, simbolizando todo el Amor que Jesucristo nos tiene, desde el momento en que fue traspasado en la cruz hasta hoy. No obstante, este Amor es olvidado y menospreciado por nosotros pecadores. De ahí el nombre “GRANDES APARICIONES” Mensaje de las tres enormes visualizaciones del Sagrado Corazón de Jesús:*

Primera enorme apariciónLa primera gran aparición sucedió el 27 de diciembre de 1673, en la fiesta de São João Evangelista. Santa Margarida María estaba en oración ante el Santísimo Sacramento, cuando se sintió invadida por la presencia divina. Siguiendo el ejemplo del amado Apóstol, en la Última Cena, Jesús da a esta humilde monja la gracia de reposar por largo tiempo en su seno divino y le revela las maravillas de su amor y los secretos de su Sagrado Corazón.

Jesucristo ha dicho a santa Margarita María: “Mi corazón está tan enamorado de amor por los hombres, y por ti particularmente, que ya no puede contener en sí mismo las llamas de su caridad ardiente. Es requisito que Él las propague por medio de vosotros y se las revele, a fin de que sean enriquecidas con sus preciosos tesoros…” Mientras que se daba este mensaje, se le mostró el Corazón de Jesús. Se le apareció: “como un trono de fuego en llamas, más refulgente y mucho más refulgente que el sol y transparente como el cristal. La herida abierta por el soldado en la cruz era claramente aparente. Estaba cercada de una corona de espinas y encima de ella una cruz, mostrando desde que se formó este Sagrado Corazón, que la cruz fue plantada en él…” Al decir: “Mi corazón está tan apasionado de amor por los hombres y mostrando esta misma corazón”, Jesús nos llama a abrir nuestro corazón de piedra a fin de que seamos ahogados por los torrentes de amor que afloran de su Sagrado Corazón abierto en la cruz.*

Segunda gran apariciónEra el primer viernes del mes de 1674. Santa Margarita se encontraba de nuevo ante el Santísimo Sacramento, y Nuestro Señor le dice que los hombres “no tienen más que frialdad y repulsión por todo este deseo mío de hacerles bien”. Jesús pide a Santa Margarita María que lleve a cabo reparación por la ingratitud de los hombres, y de esta solicitud nace la Hora Santa, celebrada en varios lugares el primer viernes de mes, el momento lamentable en vísperas de su pasión, y sus discípulos caen dormido. Y ahora mismo Jesús afirma en el Evangelio de Mateo 26:40: “Conque no pudisteis velar conmigo ni una hora”. Todo cristiano, en lo posible, debe hacer una visita semanal al Santísimo Sacramento, en señal de agradecimiento por las gracias recibidas en la Misa dominical, y también en reparación por aquellos que no sienten la importancia de la Eucaristía en sus vidas, o participar en la misa de manera superficial.*

Tercera Enorme ApariciónSucedió en el primer mes del verano de 1675, el día ocho de la fiesta del Corpus Christi. En la capilla, Margarida María adoró al Santísimo Sacramento. Jesús, descubriendo de súbito su corazón divino, le afirma: “Hete aquí el Corazón que ha amado tanto a los hombres, que no ha escatimado nada hasta agotarse y consumirse para testimoniarles su amor; y en reconocimiento no recibo más que ingratitudes de la mayoría de ellos por las irreverencias y sacrilegios, tibiezas y desprecios que en este Sacramento de amor tienen para conmigo. Y lo que me duele es que los corazones consagrados a mí son los que me tratan de esta manera”.

De ahí que solicito que el primer viernes después de la Octava de Corpus Christi se dedique a una fiesta particular, para honrar mi Corazón, comulgando en este día, y dándole la adecuada reparación mediante un acto de reparación para arreglar las indignidades. recibe durante el tiempo que está expuesta en los altares. Les prometo que mi Corazón se dilatará para verter en abundancia las influencias de su divino amor sobre los que le rindan este honor y procuren que otros le rindan tributo.” Nuestro Señor indica el sentido de esta devoción: estar cerca de Él para estudiar a vivir el cariño de Dios y arreglar todo el daño causado por las ofensas de aquellos que lo ofenden por vivir una fe superficial, o lo entristecen por haberse distanciado de su amistad

En señal de aceptación de su pedido de reparación y amistad, pide la Enorme Fiesta de la Solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús, que se festeja ocho días después de la Fiesta del Corpus Christi. Estas apariciones del Sagrado Corazón son un medio bello de Nuestro Señor para indicar a cada bautizado la relevancia de la Eucaristía. En la Eucaristía está la presencia viva del Resucitado, que nos acompaña en los conjuntos en nuestra vida cotidiana. La Eucaristía fluyó con la sangre del Corazón de Jesús en la Cruz.

A quienes deseen reforzar su devoción a este Corazón, con todo amor, Santa Margarita María aconsejó encomendar su vida mediante la Consagración día tras día.

*Artículo de Maria José de Jesus, coordinadora del Apostolado de Oración de la Diócesis de Santurrón André

Referencia bibliográfica

ALACOQUE, Margarita María. Autobiografía Santa Margarita María Alacoque. Editorial Loyola. 4ª edición, 1984.