Citas de oración de los santos: cómo orar

La oración es una parte importante de su viaje espiritual. Orar bien te acerca a Dios ya sus mensajeros (los ángeles) en maravillosas relaciones de fe. Eso abre puertas para que ocurran milagros en tu vida. Estas citas de oración de santos describen cómo orar:

“La oración perfecta es aquella en la que el que ora no es consciente de que está orando”. – San Juan Casiano

“Me parece que no prestamos suficiente atención a la oración, porque a menos que surja del corazón que debería ser su centro, no es más que un sueño infructuoso. Oración para llevar a nuestras palabras, nuestros pensamientos y nuestras acciones. Debemos esforzarnos tanto como podamos para reflexionar sobre lo que pedimos o prometemos. No hacemos esto si no prestamos atención a nuestras oraciones”. – Santa Margarita Bourgeoys

“Si oras con tus labios pero tu mente divaga, ¿cómo te beneficias?” – San Gregorio del Sinaí

“La oración es volver la mente y los pensamientos hacia Dios. Orar significa pararse ante Dios con la mente, mirarlo mentalmente constantemente y conversar con Él con temor reverente y esperanza”. – San Dimitri de Rostov

“Debemos orar sin cesar, en cada acontecimiento y empleo de nuestra vida, esa oración que es más bien un hábito de elevar el corazón a Dios como en una comunicación constante con él”. – Santa Isabel Seton

“Orad por todo al Señor, a nuestra Purísima Señora ya vuestro ángel de la guarda. Ellos os enseñarán todo, ya sea directamente oa través de otros”. – San Teófano el Recluso

“La mejor forma de oración es aquella que implanta la idea más clara de Dios en el alma y así hace espacio para la presencia de Dios dentro de nosotros”. – San Basilio el Grande

“No oramos para cambiar los arreglos de Dios, sino para obtener los efectos que Dios ha dispuesto se lograrán a través de las oraciones de su pueblo escogido. Dios dispone darnos ciertas cosas en respuesta a las peticiones para que podamos confiar recurran a él y reconózcanlo como la fuente de todas nuestras bendiciones, y todo esto es para nuestro bien”. – Santo Tomás de Aquino

“Cuando oréis a Dios con salmos e himnos, meditad en vuestro corazón lo que decís con vuestros labios”. – San Agustín

“Dios dice: Orad de todo corazón, aunque os parezca que esto no tiene sabor para vosotros; aún así no es lo suficientemente provechoso, aunque no lo sintáis. Orad de todo corazón, aunque no sintáis nada, aunque no veáis nada, sí , aunque pienses que no podrías, porque en la sequía y en la esterilidad, en la enfermedad y en la debilidad, entonces tu oración me es muy agradable, aunque la creas casi insípida para ti. Y así es toda tu oración viva delante de mí. .” San Julián de Norwich

“Siempre tenemos necesidad de Dios. Por lo tanto, siempre debemos orar. Cuanto más oramos, más le agradamos y más obtenemos”. – San Claude de la Colombiere

“Sin embargo, debe notarse que se requieren cuatro cosas para que una persona obtenga lo que pide a través del poder del santo nombre. Primero, que pida para sí mismo; segundo, que todo lo que pida sea necesario para la salvación; tercero, que Pide de manera piadosa, y cuarto, que pida con perseverancia, y todas estas cosas al mismo tiempo. Si pide de esta manera, siempre se le concederá su petición. – San Bernardino de Siena

“Dedica una hora diaria a la oración mental. Si puedes, que sea temprano en la mañana, porque así tu mente estará menos cargada y más vigorosa después del descanso de la noche”. – San Francisco de Sales

“La oración incesante significa tener la mente siempre vuelta a Dios con gran amor, manteniendo viva nuestra esperanza en él, teniendo confianza en él en todo lo que hacemos y en todo lo que nos sucede”. – San Máximo el Confesor

“Aconsejaría a los que practican la oración, especialmente al principio, que cultiven la amistad y la compañía de otros que están trabajando de la misma manera. Esto es lo más importante, porque podemos ayudarnos unos a otros con nuestras oraciones, y tanto más porque puede traernos beneficios aún mayores”. – Santa Teresa de Ávila

“Que la oración nos arme cuando salgamos de nuestras casas. Cuando volvamos de las calles oremos antes de sentarnos, ni demos descanso a nuestro miserable cuerpo hasta que nuestra alma se alimente”. – San Jerónimo

“Pidamos perdón por todos nuestros pecados y contrición contra ellos, y especialmente pidamos ayuda contra todas aquellas pasiones y vicios a los que más nos inclinamos y somos más tentados, mostrando todas nuestras heridas al médico celestial, para que pueda sanadlos y curadlos con la unción de su gracia”. – San Pedro o Alcántara

“La oración frecuente nos encomienda a Dios”. – San Ambrosio

“Algunas personas oran solo con el cuerpo, diciendo las palabras con la boca, mientras que sus mentes están lejos: en la cocina, en el mercado, en sus viajes. Oramos en el espíritu cuando la mente reflexiona sobre las palabras que la boca pronuncia. … Con este fin, las manos deben estar juntas, para significar la unión de corazón y labios. Esa es la oración del espíritu “. – San Vicente Ferrer

“¿Por qué debemos entregarnos completamente a Dios? Porque Dios se ha entregado a nosotros”. – Santa Madre Teresa

“A la oración vocal hay que añadir la oración mental, que ilumina la mente, inflama el corazón y dispone el alma a escuchar la voz de la sabiduría, a saborear sus delicias y poseer sus tesoros. Por mí mismo, no conozco mejor manera de establecer el reino de Dios, sabiduría eterna, que a la oración unida vocal y mental rezando el santo Rosario y meditando sus 15 misterios”. – San Luis de Monfort

“Tu oración no puede detenerse en meras palabras. Tiene que conducir a hechos y consecuencias prácticas”. – San Josemaría Escrivá