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Cinco años de guerra en Sudán han traído “vergüenza y dolor”, dice Primate
Monseñor Barani Eduardo Kussala, Presidente de la Conferencia Episcopal de Sudán
El presidente de la Conferencia de Obispos Católicos de Sudán es cautelosamente optimista de que el acuerdo de paz firmado el 12 de septiembre podría marcar el comienzo de la estabilidad en el país, donde se ha librado una brutal guerra civil durante los últimos cinco años.
“El Acuerdo de Paz Revitalizado firmado el 12 de septiembre de 2018 se mantiene en la mayor parte del país y parece, en general, indicar que podría durar. Estoy lógicamente convencido de que este Acuerdo de Paz puede durar… bajo la premisa de que cualquier sursudanés consciente no puede [think] de patrocinar la guerra a cualquier costo, sabiendo la vergüenza y el dolor que hemos atravesado”, dijo el obispo Barani Kussala a las noticias del Vaticano.
El Acuerdo Revitalizado para Resolver el Conflicto en Sudán del Sur ha sido descrito por las Naciones Unidas (ONU) como un avance positivo y significativo en la difícil búsqueda del país por una paz duradera.
El obispo de la Diócesis Católica de Tombura-Yambio y presidente de la Conferencia de Obispos Católicos de Sudán y Sudán del Sur dijo que a pesar de este cauto optimismo, la gente de Sudán del Sur estaba celebrando la Navidad bajo una nube de “discurso de odio”. Esto, dijo, no presagia nada bueno para las perspectivas de una paz duradera en el país.
Sus palabras se hicieron eco de las de Josephine Lamb de Trócaire, que actualmente tiene un llamamiento de emergencia para Sudán del Sur. “Es el duodécimo intento de acuerdo de paz desde 2013, y con múltiples grupos armados aún activos en el país, el conflicto y la inestabilidad siguen siendo generalizados”, escribió el 27 de diciembre.
“El miedo al ataque y al asesinato ha significado que la gente haya tenido que abandonar su tierra, y su único medio para cultivar alimentos. La guerra también ha llevado a una crisis económica en la que la comida es inasequible, y el conflicto ha dificultado que llegue suficiente ayuda humanitaria al país y llegue a las personas que más la necesitan”.
En declaraciones a Vatican News, el obispo Barani Kussala dijo que la Navidad era un regalo generoso de Dios para la humanidad y que todos los cristianos tienen una deuda de amor con su prójimo y con los demás aquí en la tierra. “Al ofrecer estas esperanzas y oraciones [for peace], somos conscientes de que Dios activa la imaginación de las personas y les da la voluntad para hacer de Sudán del Sur un lugar mejor aquí y ahora. Es por eso que hablo de la generosidad de todos y cada uno de nosotros para dar lo mejor de nosotros mismos por la salvación de Sudán del Sur”, dijo.
Según el Consejo de Relaciones Exteriores, más de 50.000 personas han muerto desde que comenzó la guerra en Sudán del Sur en diciembre de 2013. La guerra ha generado 2,47 millones de refugiados y solicitantes de asilo.
Sudán del Sur es el objetivo de la Campaña de Navidad de Trócaire. Los miembros del público pueden contribuir en www.trocaire.ie.
