Cardenal Leonardo Sandri, prefecto de la Congregación para las Iglesias Orientales, en la Plaza de San Pedro, 10 de octubre de 2019. / Daniel Ibáñez/CNA.
Ciudad del Vaticano, 30 de junio de 2021 / 07:00 am (CNA).
El cardenal Leonardo Sandri ha llamado a despertar las conciencias en Europa después de que el Parlamento Europeo votara a favor de calificar el aborto como “atención médica esencial”.
“Al único a quien se debe servir es a Cristo nuestro Señor, y no a otra ideología o cosmovisión, donde muchas veces detrás de una fina retórica, en realidad, se estrecha la visión del hombre y se degrada su dignidad”, dijo el cardenal en una homilía el pasado junio. 28
“Un ejemplo de ello es la Europa de nuestro tiempo, que en el contexto de una crisis mundial sin precedentes —con riesgos no solo para la salud pública, sino también para el trabajo y la protección de los colectivos más vulnerables— encuentra el momento de aprobar un informe que define el aborto como un derecho humano fundamental”.
El prefecto vaticano calificó la votación como “una peligrosa deriva antropológica ante la cual debemos despertar nuestras conciencias para una alianza renovada al servicio auténtico de la humanidad”.
El órgano legislativo de la UE votó el 24 de junio a favor de un informe que busca redefinir la objeción de conciencia como una “negación de atención médica”.
El informe también declaró que las violaciones de la “salud y los derechos sexuales y reproductivos” son “una forma de violencia contra las mujeres y las niñas”.
Los miembros del Parlamento Europeo votaron por 378 votos a favor y 255 en contra, con 42 abstenciones, para adoptar el informe en una sesión plenaria en Bruselas, Bélgica.
Solo dos de los 27 estados miembros de la UE, Polonia y Malta, no permiten el aborto a pedido o por amplios motivos sociales.
El arzobispo Tadeusz Kondrusiewicz, presidente de la comisión de atención pastoral de la conferencia de obispos católicos de Bielorrusia, también respondió a la votación del Parlamento Europeo. Llamó a los católicos a buscar la intercesión de la Virgen María para poner fin a “una cultura de muerte”.
“Como pueden ver, el laicismo en Europa no se está desacelerando, sino que está cobrando impulso”, dijo el arzobispo en un comunicado publicado en Catholic.by, el sitio web de la Iglesia Católica en Bielorrusia.
“La ideología del relativismo moral prevalece sobre las normas morales inmutables y el sentido común. La cultura de la vida con la que soñaron los padres fundadores de la Unión Europea está renaciendo en una cultura de la muerte ante nuestros ojos”.
El arzobispo dijo que en Bielorrusia se producen alrededor de 29.000 abortos cada año, ya que el país también enfrenta una “profunda crisis demográfica”.
“Por lo tanto, no podemos permitir el enfoque del aborto adoptado en la Unión Europea, que será un genocidio de nuestro pueblo”, dijo.
Sandri, un cardenal argentino de 77 años, se ha desempeñado como prefecto de la Congregación del Vaticano para las Iglesias Orientales desde 2007. Habló durante la Divina Liturgia ofrecida en la Basílica de San Pablo Extramuros en Roma por el arzobispo Cyril Vasiľ. , el obispo eparquial de la Eparquía católica eslovaca de Košice.
Un icono de Nuestra Señora de Klokočov estaba dentro de la basílica para la Divina Liturgia. El icono mariano es famoso por haber derramado lágrimas hace 350 años en medio de la violencia entre calvinistas y católicos.
El Papa Francisco veneró el ícono en la Basílica de San Pedro durante la Misa de la Solemnidad de los Santos Pedro y Pablo el 29 de junio.
En su audiencia general del día siguiente, el Papa dio la bienvenida a los peregrinos de Eslovaquia.
Dijo: “Saludo con afecto a los fieles eslovacos, especialmente a los participantes en la Peregrinación de Acción de Gracias de la Eparquía de Košice, que celebra el 350 aniversario del llanto milagroso del icono de Nuestra Señora de Klokočov, dirigido por su Ordinario Arzobispo Cyril Vasiľ.”
Sandri destacó que el Papa había expresado su deseo de visitar Eslovaquia este otoño.
El cardenal también expresó su admiración por cómo tanto los católicos bizantinos como los latinos en Eslovaquia soportaron la persecución por su fe a lo largo de la historia.
“Miremos, pues, hacia atrás con gratitud a todos los que os precedieron, especialmente a los que no tuvieron miedo de ningún régimen y poder humano, poniendo ante nosotros el primado de Dios y la necesidad de dar a conocer a Jesús de generación en generación”, él dijo.
