Cantalamessa a los futuros médicos: “La técnica no debe
Cantalamessa a los futuros médicos: “La técnica no debe substituir el contacto humano”

El predicador de la Casa Pontificia, el capuchino fray Cantalamessa, vuelve, en este momento como cardenal, a la Universidad, donde fue alumno y instructor, para conmemorar el centenario de su fundación. En su homilía a alumnos y profesores de medicina, recuerda: “No os apresuréis en estimar aumentar vuestro conocimiento, sino vuestra aptitud de querer. El cariño y una sonrisa son en ocasiones la mejor medicina.”
Salvatore Cernuzio – Ciudad del Vaticano
El Padre Raniero Cantalamessa, teólogo capuchino y Predicador oficial de la Casa Pontificia, vuelve en este momento como Cardenal a la Facultad Católica del Sagrado Corazón de Roma, donde, en los años 60 y 70, fue alumno y después profesor en la Facultad de Letras y Filosofía y asimismo directivo del Departamento de Ciencias Religiosas. El capuchino fray Cantalamessa, creado cardenal por el Papa Francisco en el Consistorio de noviembre de 2020, celebró el pasado jueves (17/6) una Misa de acción de gracias por el centenario del Ateneo en el Policlínico Gemelli de Roma. En su homilía, el cardenal dirigió palabras de aliento a los alumnos, futuros médicos, recomendándoles que “cultiven no solo la cabeza, sino más bien asimismo el corazón, las ideas y la ciencia, para que se pongan al servicio de las personas y nunca del revés”. por ahí”. ”.¡Escucha y comparte!
A los médicos: aparte de las historias clínicas, hay personas
En su homilía, durante la celebración eucarística, concelebrada por el Asistente Eclesiástico de la Facultad, Monseñor Claudio Giuliodori, el Cardenal Cantalamessa asimismo recordó: “Nunca olviden que, detrás de un historial médico y de los resultados de los exámenes, siempre y en todo momento hay una persona humana; frecuentemente, un gesto cariñoso, una sonrisa o una palabra de esperanza de su parte puede ser la mejor medicina para un paciente. Nunca permita que la técnica y los recursos reemplacen el contacto humano”.
De la silla al púlpito
Hablando de su vocación, el capuchino recordó su predicación, que nació exactamente en las aulas de la Facultad Romana: “En 1979… sentí el deseo de dejar la cátedra por el púlpito, esto es, dedicar mi vida entera a comunicar el Reino de Dios”. Al principio, Fray Cantalamessa no sabía por dónde comenzar, pero entonces el Papa Juan Pablo II lo invitó a nombrarlo Predicador oficial de la Casa Pontificia: “¡Fue exactamente en el Vaticano donde comencé a predicar el Reino de Dios!”. No obstante, el Predicador no recomienda a los jóvenes y seminaristas que prosigan su ejemplo: “No abandonéis los estudios si no estáis seguros de recibir una llamada diferente. Explota al máximo las opciones que te ofrecen los estudios universitarios. Son un privilegio, del que somos responsables ante nuestra conciencia y la sociedad”.
Humildad de tres Papas
A lo largo de 41 años, el fraile capuchino fue “testigo de la increíble humildad de los últimos tres Papas”, quienes, todos y cada uno de los viernes, en Adviento y Cuaresma, dejaban todo “para percibir el sermón de un simple sacerdote de la Iglesia católica”, en cuando menos hasta el año pasado, en el momento en que el Papa Francisco quiso incluirlo entre los mucho más de 80 integrantes del Colegio cardenalicio.
El conocimiento no trae la felicidad.
En su reflexión, fray Raniero Cantalamessa se centró particularmente en el significado del “Sagrado Corazón”, nombre dado a la Universidad “gracias a la importancia del culto al Sagrado Corazón en el momento de su fundación”: es un culto , que no tiene relación a “un hecho pasado”, sino más bien a “una situación de hoy”, es decir, “el Corazón vivo y palpitante del Resucitado”. Es este Corazón el que “necesita nuestra civilización, dominada por la tecnología, si queremos evitar que nuestro Mundo se sumerja, espiritualmente, en una edad de hielo”, explicó el Cardenal, quien añadió: “Ya hace algún tiempo, los científicos estuvieron intentando de llevar a cabo una suerte de PC que ‘piense’… pero, desgraciadamente, absolutamente nadie ha pensado, hasta la actualidad, en encontrar una computadora que ‘ame’, que se conmueva, que llegue al hombre a nivel afectivo, brindándole su mayor amor , del mismo modo que trata de calcular la distancia entre estrellas, el movimiento de los átomos”. “Desgraciadamente, añadió el Cardenal, el aumento de la inteligencia y de las posibilidades cognitivas del hombre no va de la mano con el incremento de su aptitud de amar. Al contrario, parece que esta última aptitud no cuenta para nada, si bien seamos conscientes de que la felicidad o la infelicidad no es dependiente tanto de saber o no comprender, sino más bien de amar o no amar, de ser amado o no ser amado”.
ansiedad por amar
El cardenal Cantalamessa concluyó su homilía con una exhortación a los estudiantes de la Universidad Católica: “No se apuren a acrecentar el saber, sino la aptitud de amar, porque el conocimiento se traduce de forma automática en poder, pero el cariño en servicio. Solo el amor redime y salva, al tiempo que la ciencia y la sed de conocimiento solo conducen a la condenación”. Aquí, el Predicador de la Casa Pontificia recordó el ejemplo plástico de la escena de la célebre película de Ermanno Olmi “Cien clavos”: el protagonista tiene los preciosos volúmenes de una biblioteca clavados en el suelo, chillando: “Todos y cada uno de los libros de la planeta no tienen exactamente el mismo valor de aprecio!”.
Al término de la celebración eucarística, el Rector del Ateneo, Franco Anelli, en representación de la comunidad universitaria, entregó ciertos obsequios al Cardenal Raniero Cantalamessa ya la Directiva de los Museos Vaticanos, Bárbara Jatta.
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Cosas interesantes de saber el significado : Dios