ABU DABI, 29 de enero. 21/09:41 am (ACI).- Joe Biden, presidente de Estados Unidos, firmó este jueves 28 de enero una orden ejecutiva con la que anuló la política de la Localidad de México, medida firmada por la previo administración que impedía a nivel federal organizaciones abortistas financiadas fuera del país.
La política, que fue inicialmente aprobada por el presidente Ronald Reagan en 1984, ha sido promulgada por todas y cada una de las administraciones republicanas y derogada por todas las administraciones demócratas.
Esa política, dicen los obispos de EE. UU., “garantizó que los dólares americanos de los contribuyentes fuesen solo a organizaciones que acordaron brindar servicios de salud de una forma que respetase la dignidad de todas la gente”.
La orden ejecutiva se firmó solo un día una vez que se publicara una encuesta que halló que la gran mayoría de los estadounidenses se oponen a financiar el aborto en el extranjero con sus impuestos.
Según la encuesta, la enorme mayoría (77%) indicó que se “oponen” o “se oponen con vehemencia” al empleo de impuestos para abonar los procedimientos de aborto en todo el mundo. Solo el 19% de los encuestados apoyó la financiación pública del aborto en el extranjero.
La encuesta fue realizada por la Orden de los Caballeros de Colón con el apoyo de Marist Poll, la encuesta nacional de opinión pública operada por el Marist Institute for Public Opinion en Marist College en Novedosa York.
El Arzobispo de Kansas City y Presidente del Comité de Ocupaciones Pro-Vida del Episcopado de los USA, Obispo Joseph F. Naumann; y el obispo de Rockford y presidente del Comité En todo el mundo por la Justicia y la Paz, obispo David J. Malloy, rechazaron la decisión de Biden de revocar la política de la Ciudad de México.
“Es lamentable que entre las primeras acciones oficiales del presidente Biden fomente la destrucción de la vida humana en los países en desarrollo”, afirmaron los obispos en un aviso publicado el día de hoy.
“Esta orden ejecutiva es antitética a la razón, viola la dignidad humana y es incompatible con la enseñanza católica. Nosotros y nuestros hermanos obispos nos oponemos firmemente a esta acción”.
Los obispos asimismo instaron “al presidente a emplear su cargo para el bien, dando prioridad a los mucho más vulnerables, incluidos los no nacidos”.
“Como el distribuidor de salud no gubernamental mucho más grande del mundo, la Iglesia Católica está lista para trabajar con él y su administración para promover la salud global de las mujeres de una manera que contribuya al desarrollo humano integral mientras que salvaguarda los derechos humanos inherentes y la dignidad de toda vida humana, comenzando en el útero.”
Los obispos aseguraron al final que “para servir a nuestros hermanos y hermanas con respeto es requisito que este cuidado empieze por lograr que los no nacidos estén libres de violencia, reconociendo a cada individuo como hijo de Dios”.
“Aguardamos que la nueva administración trabaje con nosotros para responder a estas importantes necesidades”, concluyeron.
Anunciado originalmente en ACI Press. Traducido y adaptado por Nathália Queiroz.
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— ACI Digital (@acidigital) 28 de enero de 2021