OFICINA CENTRAL, 20 de julio. 21 / 01:55 pm (ACI).-
Vídeo de la oración de Dom Dionísio Ibáñez (en castellano)
El Arzobispo de Santiago de Cuba, Monseñor Dionísio Guillermo García Ibáñez, solicitó a la Virgen de la Caridad, patrona de Cuba, la liberación de los detenidos por las protestas del 11 de julio, durante una misa en el santuario basílica de Nuestra Señora de la Caridad de Cuba. Cobre en el día 18 de julio.
El domingo 11 de julio, tras 62 años de dictadura, cientos de cubanos salieron a las calles para reclamar independencia y cambio tras meses de escasez de alimentos y medicinas. Sin embargo, la contestación del presidente Miguel Díaz-Canel fue una “orden de combate” en oposición a las manifestaciones.
A lo largo de las manifestaciones escuchamos a “decenas de miles de personas, primordialmente jóvenes” que pedían cambios, el reclamo por el “derecho a expresarse”, por el derecho a “tener promesa” y por “una vida mejor para todos”. , dijo el obispo García.
Según el arzobispo, la Iglesia solicitó que “se respeten siempre la dignidad y los derechos de cada persona”, por el hecho de que “todos los hombres son iguales”.
“Hemos venido a solicitarte, oh Madre, que sepamos respetarnos unos a otros, para que absolutamente nadie se sienta insolente y mayor a el resto, a fin de que nadie sienta que tiene más derechos que el resto, o sobre el resto”, oró el arzobispo durante la misa. “Que todo cubano, oh Madre, en especial todo joven, pues es la Cuba del futuro, tenga la esperanza de crear su futuro y el de los demás, formando una familia, no teniendo que escapar del país para crear una mejor futuro. Sí madre, solicitamos jóvenes”, agregó.
Por “los que en este momento están presos y por sus familias”, Monseñor García pidió que “haya clemencia, que cicatricen las lesiones” y que pronto sean liberados, “a fin de que sus familias tengan paz”.
“Asimismo te solicitamos, oh Madre, que absolutamente nadie piense en llamar a la violencia, que absolutamente nadie piense en proclamar diferencias irreconciliables. A mayor autoridad, mayor compromiso, progenitores con sus hijos, mandatarios con sus súbditos, que nunca procuren la violencia, nunca, jamás”, agregó.
“Solicitamos que haya cambios, los cambios necesarios, los cambios que varios aguardan, los cambios que dan esperanza”, dijo el arzobispo. “Los cambios son precisos, porque la multitud sufre. Padece aún mucho más en este momento por el covid, porque ve muchas cosas paralizadas, porque quizás no escucha las respuestas ejecutables de quienes tienen la responsabilidad de proponerlas”, ha dicho.
El arzobispo mencionó que, como pedía san Juan Pablo II, es requisito dar promesa y signos de cambio, “que Cuba se abra al planeta y el planeta se abra a Cuba, que nadie nos quiera aplastar, por el hecho de que eso hace nuestra vida más bien difícil”.
“Pero antes que nada, Madre, que los cubanos sepan respetarnos, porque si nos respetamos, el mundo nos respetará”, agregó.
Además, solicitó por los progenitores que sufren “en el momento en que ven a sus hijos sin promesa”, que “padecen en medio de la enfermedad del covid”, que “quieren lo mejor para sus hijos”. Pidió que no haya más ideologías, pues el hombre está hecho “a imagen de Dios y por eso merece todo respeto”.
“A los padres les agradaría dar a sus hijos una educación en relación a sus criterios y opiniones, les gustaría eso. No les gustaría que absolutamente nadie más educara a sus hijos”, pero que ellos sean educados “como ellos piensan que ha de ser, es su derecho”, ha dicho el arzobispo.
“Danos valor, danos también clemencia, danos un espíritu fraterno, que reconozcamos en el otro un hermano y no un enemigo. Una patria, una vivienda dividida, se destroza”, agregó.
Por último, el arzobispo pidió a la Virgen que dé a los cubanos la seguridad de que Jesús “siempre y en todo momento nos acompaña” y que “quieres lo mejor para todos”.
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— ACI Digital (@acidigital) 19 de julio de 2021