Arzobispo condena división y odio en Perú y presidente

PIURA, 29 de julio. 21/04:32 pm (ACI).- Monseñor José Antonio Eguren Anselmi, arzobispo de Piura y Tumbes, en el norte de Perú, logró un llamado a crear la unidad en el país, que este miércoles 28 de julio festejó el bicentenario de su independencia. “Sin denegar la gravedad de muchos inconvenientes y la injusticia de muchas ocasiones, es imperativo proclamar que el odio y la violencia jamás son el camino a continuar, como aseveró San Juan Pablo II en Ayacucho, en su primera visita a este país, en 1985” , ha dicho el arzobispo en la homilía de la misa y te di por el bicentenario, festejado el pasado martes 27 de julio en la catedral de Piura.

Monseñor Eguren afirmó que “solo el cariño y el esfuerzo personal constructivo tienen la posibilidad de llegar a la profundidad de los inconvenientes.

De ahí la importancia de rechazar, el día de hoy y siempre, toda forma de crueldad, por ser siempre anticristiana”.

Asimismo es importante negar “cualquier ideología que tenga al odio y la pelea como motores de la historia y como falso medio para lograr la justicia social”, agregó.

El arzobispo mencionó que “la situación que vivimos hoy en día ha puesto de manifiesto de nuevo, con dolorosa claridad, nuestra mayor debilidad como peruanos: la desunión”.

“Hoy vemos con dolor un país dividido, enfrentado, polarizado y ondulado”, dijo Mons.

Eguren.

No obstante, lamentó que hay algo “mucho más arriesgado” para el país: la amenaza a “su convivencia democrática” y “sus libertades fundamentales por la parte de una minoría totalitaria”.

También el 28 de julio, Pedro Castillo, del partido marxista-leninista Perú libre, juró como presidente del Perú.

En la segunda vuelta de las elecciones, el 6 de junio, Castillo consiguió el 50,1% de los votos y Keiko Fujimori, de la fuerza de la multitud, 49,9%.

Una diferencia de 44.763 votos.

Tras acusaciones de fraude por la parte de los 2 partidos que formaron parte de la segunda vuelta de las selecciones de presidentes, el presidente del Jurado Nacional de Elecciones (JNE), Jorge Salas Arenas, proclamó vencedor a Pedro Castillo.

Desde entonces, las tensiones se han intensificado con manifestaciones en las calles de Lima y otras ciudades del país.

En las últimas semanas, el entonces presidente Francisco Sagasti rechazó la solicitud del Fuerza de la gente que se realice una auditoría en todo el mundo del proceso electoral.

En la homilía de la Misa del día 27, Monseñor Eguren explicó que “la unidad genuina solo se consigue en la verdad, nunca en la mentira.

Engañar solo lleva a la desunión, la desconfianza, la crueldad, los enfrentamientos y la pobreza ética y económica.

Solo es posible vivir y gobernar en la verdad, nunca en la patraña y el engaño”.

Y de ahí que es “tan esencial que los procesos electorales sean limpios y transparentes”.

El Arzobispo aseveró también que “la unidad se consigue cuando la política se comprende como una manera exaltada de caridad y servicio, a través de la cual se promueve la defensa de la dignidad de la persona humana, con sus demandas, incluso las más sublimes y eternas, y no como una manera de lograr el poder, con la intención de servir a ciertas esferas de intereses o ideológicas”.

Monseñor Eguren destacó que la unidad se consigue “en el momento en que los gobernantes y los políticos son siendo conscientes de que, al pretender destruir la fe en Dios y al no respetar el derecho humano a la libertad religiosa, a la larga ésta regresa de forma nociva para exactamente el mismo hombre y fraternal.

convivencia humana.

En la situacion del Perú, esto contraría su identidad nacional, ya que nuestro país es un pueblo católico, identificado con Cristo y su madre, la Virgen María”.

“Implicamos a Jesucristo, Señor de la historia, que bendiga, proteja y en las actuales circunstancias, una, defienda y sane a nuestra querida Patria de esta delicada situación que vivimos, en la que la crítica situación sanitaria aún nos perjudica y se ha agravado.

por la patología ética de muchos.

Todo esto afecta, con especial crueldad, a los mucho más pobres”, ha dicho monseñor Eguren.

“El día de hoy recordamos en nuestras frases a los más de 195.000 peruanos fallecidos a lo largo de la pandemia.

Jamás mucho más debe existir un asesinato en masa como el que vivimos entre nosotros, que superó todas las muertes combinadas de diez años de terrorismo y las de la guerra del Pacífico”, ha dicho.

no al totalitarismo

Al comentar que el libertador del Perú, el argentino José de San Martín, indudablemente “nos afirmaría el día de hoy que rechazamos toda forma de totalitarismo”, el arzobispo aseveró que hablamos de un “sistema nefasto, donde un conjunto político usurpa el papel de único guía, tal como la libertad de los ciudadanos.

Donde el hombre y el pueblo se vuelven objeto, a pesar de todas las afirmaciones y promesas”.

“En el totalitarismo, un grupo político busca perpetuarse en el poder, así como violar el derecho del pueblo a elegir sus propios mandatarios por medio de elecciones libres y justas”, explicó.

“Del mismo modo, el Estado ya no es la ‘casa común’, donde todos tienen la posibilidad de vivir según los principios de igualdad fundamental, y se transforma en un Estado tirano, que cree poder tener la vida de las personas en nombre de la utilidad pública que, de todos modos, no es mucho más que la búsqueda de los intereses y privilegios de una casta privilegiada”.

Aunque el arzobispo no lo mencionó, su referencia al totalitarismo responde a la preocupación de muchos peruanos por el proyecto de gobierno de Pedro Castillo y su partido. Perú libre.

El 17 de mayo, el canal willax televisión difundió un audio del miembro del congreso de la Perú libre, Guillermo Bermejo, acusado de haber participado en un grupo terrorista en el pasado, aseverando que “somos socialistas y nuestro primer paso en ese camino es una exclusiva Constitución.

Si tomamos el poder, no lo vamos a dejar ir”.

“Con todo el respeto que usted y sus estupideces democráticas se meritan (sic), escogemos quedarnos para instaurar un proceso innovador en el Perú”, dijo Bermejo.

En su homilía, Monseñor Eguren mencionó que indudablemente también José de San Martín “nos pediría, el día de hoy, que trabajemos por un Perú libre del flagelo de la corrupción, que desgasta la democracia y sus instituciones y que, más allá de que afecta a todos, perjudica especialmente a los más pobres” y necesitados”.

“Queridos hermanos: en esta celebración del bicentenario, pese a todo cuanto hemos vivido y vivimos, no nos dejemos hurtar la promesa y la alegría que afloran de nuestra fe en el Señor y que nos da fuerzas para vivir.

Nunca creamos que nuestros trabajos y sacrificios aquí abajo son totalmente inútiles”.

El arzobispo dijo que ahora, en nuestro tiempo, si bien por el momento no esté José de San Martín, “ahí estamos nosotros, quienes contamos la máxima compromiso de construir un Perú justo y reconciliado, donde se viva el espíritu de las Bienaventuranzas”.

“Dios, Padre nuestro, bendice al Perú y bendice a Piura.

Que Él nos conceda la promesa que no defrauda”, concluyó.

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