Aprenda más sobre el Acto de Perfecta Contrición y el

El año 2020 seguramente va a estar marcado por los inmensos retos que encara la pandemia del Covid-19, la enfermedad causada por el nuevo coronavirus, que ha afectado a todo el mundo.

Con la implementación de la cuarentena y el distanciamiento popular, muchas ocupaciones presenciales fueron postergadas o anuladas, en el ámbito espiritual no fue diferente.

Frente a la imposibilidad de muchos fieles, especialmente de los enfermos de coronavirus o que forman parte al grupo de peligro, de asistir al regreso paulatino de las Misas presenciales o aun de las confesiones, desde principios del segundo semestre del año en curso, la Iglesia Católica ofreció la posibilidad de 2 acciones que se han acentuado desde marzo de 2020 -cuando la pandemia alcanzó su nivel más prominente en Europa, avanzando por Estados Unidos y América Latina- como imprescindibles para calmar el dolor de los enfermos, a través del perdón de los pecados, y llevar la paz a los corazones arrepentidos: el Acto de Especial Contrición y la obtención de las indulgencias plenarias.

Sobre el Acto de Impecable ContriciónEntendemos que el Sacramento de la Confesión fue instituido por el mismo Jesucristo y expresa el arrepentimiento del cristiano por los pecados realizados, a través de la práctica de la conversión, el perdón y la reconciliación, es decir, aceptar los propios fallos y perdonar a el resto.

El Acto de Contrición es parte del Sacramento de la Penitencia.

“Dios santo, me arrepiento” y “Me confieso frente Dios Todopoderoso” son expresiones recitadas en la oración de confesión.

El Catecismo de la Iglesia Católica No.

1451 señala que “entre los actos del penitente, la contrición ocupa el primer lugar.

La contrición es ‘dolor del alma y aborrecimiento por el pecado cometido adjuntado con la resolución de no regresar a pecar’.

Añade el CIC 1452: “En el momento en que procede del amor de Dios, a quien se ama sobre todas las cosas, diríase que la contrición es especial (contrición caritativa).

Tal contrición excusa las faltas veniales: consigue también el perdón de los pecados mortales, si incluye el firme propósito de recurrir cuanto antes a la confesión sacramental”.

De esta forma lo había afirmado ahora el Concilio Ecuménico de Trento, festejado entre 1545 y 1563, en el capítulo 4 de la Doctrina de sacramento Paenitentiae, donde resalta que la contrición acompañada de la intención de confesar “reconcilia al hombre con Dios, incluso antes de que este sacramento sea verdaderamente recibido.”*

¿Cómo efectuar el Acto de Contrición?Coordinador Diocesano del Sector de la Juventud, P.

José Aparecido de Sousa, párroco de la Paróquia Imaculada Conceição Aparecida, en la Zona de São Bernardo – Centro, enseña que el acto de contrición es aquel que hacemos frente Dios con un corazón arrepentido.

En consecuencia, volviéndose al corazón de Dios con todo arrepentimiento de corazón.

El sacerdote refuerza la importancia que ha adquirido esta oración a lo largo de la pandemia, donde muchos leales no tienen la posibilidad de acudir a confesarse en presencia de un sacerdote. “Frente a la imposibilidad de que el creyente sea atendido en la confesión, o sea, esa confesión auricular, el acto de contrición nos ayuda a purificar nuestros errores, a perdonar nuestros pecados en el momento en que se reza con el corazón abierto y arrepentido”, resalta. del libro “Sou Católica, vivo mi fe”, de las ediciones de la CNBB, 5ª Edición, 2019, la oración del Acto de Contrición que los leales deben rezar es la próxima:

“Señor, me arrepiento con sinceridad de todo el mal que he hecho y del bien que he dejado de realizar.

Al pecar te ofendí, Dios mío y mi sumo bien, digno de ser amado sobre todas las cosas.

Prometo firmemente, ayudado por tu felicidad, hacer penitencia y escapar de las ocasiones de pecado.

Amén.”

Acerca de indulgencias plenarias

Según la Penitenciaría Apostólica del Vaticano, el don de las indulgencias manifiesta la plenitud de la misericordia de Dios, que se expresa primero en el sacramento de la Penitencia y la Reconciliación.

Según la publicación Manual de Indulgencias, Livraria Editora Vaticana, p. 21 (Año 1999) y con el Catecismo de la Iglesia Católica, nº 1471, se comprende por indulgencia “la remisión, ante Dios, de la pena temporal adecuada a los errores cuya culpa ya ha sido borrada; remisión que el creyente debidamente preparado consigue bajo ciertas y determinadas condiciones por la acción de la Iglesia que, como dispensadora de la redención, distribuye y aplica, con su autoridad, el tesoro de las satisfacciones de Cristo y de los Beatos“.

Y el Papa Francisco, en un gesto de humildad, grandeza y compasión, concedió indulgencias plenarias al mundo entero durante la Bendición “Urbi et Orbi”. [expressão latina que significa à cidade de Roma e ao mundo]que se da solo en tres oportunidades, en Navidad, en Semana Santa y cuando se elige un nuevo Papa, ese 27 de marzo, extraordinariamente, pasaría a la historia con la imagen del Santo Padre frente a un santo vacío leal pero unido en oración a través de los medios.

Durante un par de ocasiones recientes, el Papa Francisco concedió indulgencias plenarias especiales, en el Día del Perdón en Agarráis, el 2 de agosto, cuando las personas pudieron recibirlas en las iglesias y parroquias franciscanas de todo el planeta; y en el Santuario de Nossa Senhora da Peneda, en Portugal, que celebra 800 años de culto mariano, a leales cristianos que peregrinan al rincón, entre el 5 de agosto y el 8 de septiembre.

¿Cómo conseguir indulgencias plenarias?Decreto de la Penitenciaría Apostólica del 20 de marzo de 2020 autorizó una indulgencia plenaria para los enfermos de coronavirus, los cuidadores de los enfermos y todos y cada uno de los fieles de todo el mundo que oren por ellos.

El archivo también recuerda la posibilidad de absolución colectiva a lo largo de la gravedad de la pandemia de quienes sufren la patología, quienes están en cuarentena por componentes como la edad o el grupo de riesgo, los expertos de la salud y de primera línea, así como los familiares que cuidan a los enfermos, se deben rezar tres frases: Rezo del Credo Padre Nuestro Ave María

Otros en este período de pandemia podrán escoger entre varias opciones: Visitar el Santísimo Sacramento Participar en la Adoración Eucarística Leer las Sagradas Escrituras por lo menos media hora al día Rezar el Rosario, el Via-Sagrada o la Coronilla a la Divina Misericordia pidiendo a Dios el objetivo de la pandemia, el socorro de los enfermos y la salvación eterna de los que el Señor ha llamado a sí

Vale la pena apuntar que en el caso extraordinario en que los leales, en el instante de la muerte, no tuvieron la oportunidad de recibir el Sacramento de la Unción de Enfermos, asimismo tienen la posibilidad de recibir indulgencias plenarias, recomendándose el uso de la cruz o crucifijo. .

absolución colectiva“Corresponde al obispo diocesano determinar, en el territorio de su circunscripción eclesiástica y en relación con el nivel de contagio pandémico, las situaciones de grave necesidad en los que está permitido dar la absolución colectiva: por ejemplo, a la entrada de departamentos hospitalarios, donde se encuentran hospitalizados los fieles infectados en peligro de muerte, usando, en lo posible y con las debidas cautelas, los medios de amplificación de voz a fin de que se oiga la absolución”.

*Con información de documentos vaticanos