MADRID, 15 de julio. 21/04:11 pm (ACI).- El 16 de julio, fiesta de Nuestra Señora del Carmen, la diócesis de Getafe, en La capital de españa, España, celebrará el 85 aniversario del milagro eucarístico que mantuvo íntegras 16 hostias consagradas desde la temporada de la Guerra Civil De españa.
El 16 de julio de 1936, un día antes del estallido de la Guerra Civil Española, el padre Clemente Díaz Arévalo, párroco de Moraleja de Enmedio, en La capital española, España, consagró varias hostias para la comunión del pueblo en la fiesta del Carmelo. Con las hostias sobrantes, comulgó los días 17 y 18 de julio de 1936. Con la guerra, la iglesia fue cerrada.
El 21 de julio, el padre Días recibió permiso para celebrar un funeral y aprovechó la ocasión para sacar en misterio las 24 hostias restantes por si acaso podía comulgar a algún enfermo.
A causa de la Guerra Civil, el sacerdote debió escapar del pueblo y dejó las sagradas hostias al precaución de los fieles. Las gentes de Moraleja de Enmedio las custodiaban, adorándolas y defendiéndolas de cualquier sacrilegio y profanación. Las hostias, inicialmente 24, fueron ocultas en la casa de Hilaria Sánchez, esposa del secretario municipal. Miedosos de que allanaran la casa, las hostias fueron llevadas a la casa de otra vecina, Felipa Rodríguez, quien las ocultó en el sótano de su casa. Semanas después, las hostias fueron llevadas a la bodega de Isabel Zazo donde fueron sepultadas a 30 centímetros de profundidad a lo largo de mucho más de 70 días.
A finales de octubre de 1936, las fuerzas republicanas ordenaron la evacuación de Moraleja de Enmedio y los vecinos obedecieron, no sin antes desenterrar el contenedor con las hostias. Al sacarlo del hoyo, los vecinos vieron de qué forma su estado se encontraba deteriorado por la humedad. Pero frente a la necesidad de evacuar el pueblo, procuraron otro sitio para ocultar las hostias. Escogieron un hueco en la viga de un sótano.
En el momento en que fue posible regresar a casa, vieron que el contenedor proseguía donde había estado escondido, si bien absolutamente oxidado. Temiendo que las sagradas hostias hubieran sufrido daños, la abrieron y vieron las 24 hostias auténticos en perfectas condiciones. Fueron trasladados a otra sección de la casa y vigilados por las mujeres del pueblo.
Quince días después llegaron a Moraleja dos capellanes militares que, informados del milagro, llevaron las hostias en procesión desde la vivienda hasta el instituto. Se celebró una misa y comulgaron con 2 de ellos, comprobándose que aún tenían buen gusto cuatro meses tras su consagración.
Reabierta la Iglesia y con el regreso del párroco, las hostias fueron trasladadas al sagrario de la parroquia de San Millán. Previamente, entre las hostias se entregaba para la comunión de un enfermo.
El 13 de noviembre de 2013 se depositaron las hostias en un vaso a fin de que se puedan ver y se colocaran sobre el sagrario de la iglesia de San Millán.
Para las visitas episcopales que comprobaron el estado de las Sagradas Hostias, se consumieron otras cinco hostias, en la actualidad 16 de ellas y quedan ciertos extractos.
En los últimos 85 años, la devoción de la multitud de Moraleja de Enmedio ha ido en aumento. Se recogieron testimonios de personas que solicitaron que el milagro fuera reconocido oficialmente como un milagro eucarístico. Entre ellos destaca el testimonio de la salvación de un bebé prematuro en la diócesis de Getafe, que tuvo que ser intervenido quirúrgicamente en una incubadora. En la misma zona, una pequeña que habría nacido sin sus extremidades nació en geniales condiciones.
Las 16 hostias consagradas permanecen intactas en la iglesia de San Millán. El párroco de la iglesia, padre Rafael de Tomás, aseveró que “el pueblo de Moraleja los sigue adorando con fe, complacido por el don que Dios hace de sí en la Eucaristía, con la certeza y seguridad de que el Señor protege de sus vidas y las de sus familias”.
“Este milagro eucarístico fortaleció bastante la fe de este pueblo simple que tanto quiere a Dios. Y no solo fortaleció su fe, sino lo logró crecer en el amor a Cristo en la Eucaristía”, dijo el Padre De Tomás.
“La parroquia de San Millán es un lugar al que asisten todos los días los fieles para adorar al Señor. Cada vez hay más peregrinaciones de muchos otros sitios, con muchas personas que quiere comprender y venerar este prodigio”, dijo el párroco.
El día de hoy empezó una vigilia de adoración presidida por el padre Rafael de Tomás. Las hostias consagradas estarán expuestas toda la noche y a lo largo de todo el día 16 de julio.
Durante la celebración de este aniversario, está sosprechada la publicación de un libro que reúna la excepcional historia de las hostias íntegras. La presentación oficial del libro va a estar presidida por el obispo de la diócesis de Getafe, monseñor Ginés García Beltrán, el 24 de septiembre.
Originalmente había 24 anfitriones. A la fecha ya se han consumido 8. Dos de ellos fueron consumidos por los precedentes obispos de la diócesis de Getafe, Mons. Francisco José Pérez e Fernández Golfín y Mons. Joaquín María López de Andújar, actual obispo emérito. Brindaron fe de que su forma, tamaño, textura y sabor no fueron dañados de ningún modo.
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