Hay muchas razones inconscientes por las que las personas creen en creencias religiosas. Si bien muchas personas encuentran consuelo y alegría en sus prácticas religiosas debido a sus enseñanzas morales, también hay otras razones por las que se sienten atraídos por su fe. Para muchos, la fe fue parte de su educación y quieren continuar con las tradiciones de su familia. La fe juega un papel importante en la cultura por muchas razones.
Adoctrinamiento en la religión
El alto y constante grado de concentraciones religiosas sugiere que las personas creen en su religión porque esa es la religión en la que fueron adoctrinados y que se refuerza constantemente a su alrededor. Las personas adquieren una religión antes que las habilidades de pensamiento crítico, y esa religión se promueve sin que la mayoría de la gente se dé cuenta.
Adoctrinamiento en el fanatismo antiateo
Si constantemente te dicen que las personas que no creen en tu dios son malas, inmorales y una amenaza para el orden social estable, entonces nunca soñarías con abandonar tu religión teísta. ¿Quién quiere ser inmoral o ser considerado inmoral por el resto de la sociedad? Esto es en gran medida lo que enfrentan los ateos, especialmente en Estados Unidos, y es difícil no ver el constante adoctrinamiento en la intolerancia anti-ateísta como una razón por la cual las personas se adhieren a sus religiones. Los niños aprenden en las escuelas públicas que Estados Unidos es una nación para personas que creen en Dios y este mensaje es reforzado a lo largo de sus vidas por predicadores, políticos y líderes comunitarios de todo tipo.
Presión de compañeros y familiares
La religión puede ser enormemente valiosa para las familias y las comunidades, creando una enorme presión para ajustarse a las expectativas religiosas. Las personas que se salen de esas expectativas no están simplemente eligiendo una forma de vida diferente, sino que pueden ser percibidas como que rechazan uno de los lazos más importantes que mantienen unida a una familia o comunidad. Incluso si esto nunca se comunica con tantas palabras, la gente aprende que ciertas ideas, ideologías y prácticas deben tratarse como vitales para los lazos comunitarios y, por lo tanto, no deben cuestionarse. No se puede negar el papel de la presión de grupo y la presión familiar en el mantenimiento de al menos una apariencia de religiosidad para muchas personas.
Miedo a la muerte
Muchos teístas religiosos tratan de convencer a los ateos de que crean en un dios por temor a lo que sucederá después de la muerte, ya sea yendo al infierno o simplemente dejando de existir. Podría decirse que esto revela algo muy importante sobre los propios creyentes: ellos también deben temer a la muerte como el cese de la existencia y creer no porque haya buenas razones para pensar que hay una vida después de la muerte, sino más bien por ilusiones. La gente no quiere creer que la muerte física es el final de todas las experiencias, emociones y pensamientos, por lo que insisten en creer que de alguna manera su “mente” seguirá existiendo sin ningún cerebro físico en una eternidad de dicha sostenida, o incluso reencarnará en una nueva forma.
ilusiones
El deseo de que la muerte física no sea el final de la vida probablemente no sea el único ejemplo de ilusión detrás de la creencia religiosa y teísta. Hay algunas otras formas en que las personas profesan creencias que parecen ser más sobre lo que desearían que fuera cierto que lo que pueden respaldar a través de buena evidencia y lógica.
Miedo a la libertad y la responsabilidad
Uno de los aspectos más perturbadores de las creencias religiosas de muchas personas es la manera en que estas creencias hacen posible que los creyentes eviten asumir la responsabilidad personal por lo que está sucediendo. No tienen que ser responsables de asegurar que se haga justicia porque Dios proveerá eso. No tienen que ser responsables de resolver los problemas ambientales porque Dios lo hará. No tienen que ser responsables por desarrollar reglas morales fuertes porque Dios lo ha hecho. No tienen que ser responsables de desarrollar argumentos sólidos en defensa de sus posiciones porque Dios lo ha hecho. Los creyentes niegan su libertad porque libertad significa responsabilidad y responsabilidad significa que si fallamos, nadie nos rescatará.
Falta de habilidades básicas en lógica y razonamiento
La mayoría de las personas no aprenden tanto como deberían sobre lógica, razón y construcción de argumentos sólidos. Aun así, la calidad de los argumentos que suelen ofrecer los creyentes como justificación de sus creencias religiosas y teístas es notable por lo atroces que son. Si solo se comete una falacia lógica básica, puede considerarse un logro. Dada la importancia de los creyentes que afirman la existencia de su dios y la verdad de su religión, uno pensaría que invertirían mucho esfuerzo en construir los mejores argumentos posibles y encontrar la mejor evidencia posible. En cambio, invierten mucho esfuerzo en construir racionalizaciones circulares y encontrar cualquier cosa que suene remotamente plausible.
