Mateo 5:14a, 16Querido Señor, te pido que como esta vela trae luz, calor y resplandor a una habitación oscura, oro para que esta vela represente mi disposición para ser utilizada para Tu servicio como una luz de este mundo, disipando la oscuridad. Así como Tú eres la luz del mundo, ayúdame Señor a reflejarte y te pido que concedas bendiciones sobre estas velas como representación de la luz de Tu gracia, Amén.
Juan 1:5Querido Señor, somos la sal y la luz de la tierra y si la sal pierde su sabor, ¿cómo se sazonará? Padre, deja que esta luz simbolice la ‘disipación’ de la oscuridad y el pecado dentro del mundo y que la luz de Jesucristo brille como nunca antes. Señor, deja que esta luz brille en la oscuridad y oramos para que la oscuridad nunca la venza, esto te lo pedimos, Amén.
Salmo 119:105Padre Celestial, te damos gracias por esta oración por las velas, que nos recuerda que Tu Palabra es lámpara a mis pies y lumbrera a mi camino. Entonces Señor, así como la Palabra de Dios, es una lámpara y una luz para nosotros, oro por estas velas para que el fuego de la llama me purifique de todos los deseos egoístas. Esta es la oración de mi corazón, Amén.
Nehemías 9:12Padre nuestro, que estás en los cielos, santificado sea tu nombre. Señor, te bendecimos porque eres santo y soberano y no hay nadie como tú. Señor, así como la columna de nube guió a los hijos de Israel de día y la columna de fuego de noche para alumbrarles el camino por donde debían andar, deja que el encendido de estas velas nos dirija en cada área de nuestra vida. Que este símbolo de luz irradie lo suficientemente fuerte para que no vayamos por el camino equivocado, oramos en el Nombre de Jesús, Amén.
Mateo 25:3, 6Padre Celestial, te ofrecemos estas velas de luz como un mensaje de nuestro deseo de seguirte. Pero Señor, oro para que no seamos como las 5 vírgenes insensatas que tomaron sus lámparas y no tomaron aceite con ellas. Que estas velas encendidas representen el fuego de la llama de Dios ardiendo en nuestros corazones. Ayuda a que nuestra luz siga ardiendo, para que un día nos encontremos con el Esposo, conforme a Tu Palabra, Amén.
Juan 8:12, Salmo 18:28, Salmo 43:4Querido Señor, Tú eres la luz del mundo y quien te sigue no andará en tinieblas. Entonces, Padre, oro para que estas velas encendidas nos recuerden que eres Tú, Señor, quien enciende nuestras lámparas y que solo a través de Ti se puede iluminar la oscuridad. Entonces, mientras reflexionamos en esta oración, Señor, te pedimos que nos ayudes a enviar nuestra luz y verdad, para que nos lleven a Tu monte santo y a Tu morada, Amén.
1 Juan 1:7Oh Dios, durante esta oración por las velas, oro para que me ayudes a caminar en la luz porque Tú, Señor, estás en la luz. Así Señor, deja que el símbolo de la llama ardiente, nos recuerde la purificación de nuestros pecados, porque la sangre de Jesús nos limpia de toda maldad; esta es la oración de nuestro corazón, Amén.
