7 claves para entender por qué san Pedro y san Pablo son

OFICINA CENTRAL, 29 jun. 22 / 06:00 am (ACI).- Hoy (29) la Iglesia celebra juntos la Solemnidad de San Pedro y San Pablo, pero en Brasil se traslada al domingo y va a ser el próximo 4 de julio. No obstante, existen algunas dudas sobre las auténticas razones por las que la fiesta de ambos apóstoles se festeja el mismo día.

Aquí hay 7 claves que te permiten entender esto:

1. San Agustín de Hipona expresó que eran “uno”

En un sermón del año 395, el Doctor de la Iglesia, San Agustín de Hipona, expresó que San Pedro y San Pablo, “en realidad, eran uno. Si bien fueron martirizados en días distintas, dieron el mismo testimonio. Pedro se adelantó; Pablo lo siguió. Celebramos la celebración que nos fué consagrada por la sangre de los apóstoles. Amemos la fe, la vida, las obras, los sufrimientos, los testimonios y la predicación de estos dos apóstoles”.

2. Los dos padecieron en Roma

Fueron recluidos en la prisión mamertina, asimismo llamada Tullianum, ubicada en el foro romano de la Vieja Roma. Además, fueron martirizados en esa localidad, posiblemente por orden del emperador Nerón.

San Pedro pasó sus últimos años en Roma al frente de la Iglesia a través de la persecución y hasta su martirio en el año 64. Fue crucificado cabeza abajo, a solicitud propia, por no considerarse digno de fallecer como su Señor. Fue enterrado en la Colina del Vaticano y la Basílica de San Pedro está construida sobre su tumba.

São Paulo fue detenido y llevado a Roma, donde fue decapitado en el año 67. Está sepultado en Roma, en la basílica de São Paulo Extramuros.

3. Son creadores de la Iglesia de Roma

En su homilía de 2012 en la Solemnidad de los Beatos Pedro y Pablo, el Papa Benedicto XVI afirmó que “su vínculo como hermanos en la fe ha adquirido un concepto particular en Roma. De hecho, la comunidad cristiana de esta Ciudad vio en ellos una suerte de antítesis de los mitológicos Rómulo y Remo, la pareja de hermanos a los que se asigna la fundación de Roma”.

4. Son patronos de Roma y representantes del Evangelio

En exactamente la misma homilía, el santo padre llamó a estos 2 apóstoles “primordiales patronos de la Iglesia de Roma”.

“La tradición cristiana siempre ha considerado a San Pedro y San Pablo como indivisibles: en verdad, juntos representan todo el Evangelio de Cristo”, dijo.

5. Son la versión opuesta de Caín y Abel

El beato padre asimismo presentó un paralelismo contrario con la fraternidad presentada en el Viejo Testamento entre Caín y Abel.

“Si bien en estos vemos el efecto del pecado por el cual Caín mató a Abel, Pedro y Pablo, a pesar de ser humanamente muy diferentes y a pesar de los enfrentamientos que no faltaron en su relación mutua, consiguieron una manera novedosa y auténticamente evangélica de ser hermanos, viable precisamente por la felicidad del Evangelio de Cristo que obra en ellos”, ha dicho Benedicto XVI.

6. Porque Pedro es la “roca”

Esta celebración recuerda que San Pedro fue elegido por Cristo –“tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi Iglesia”– y aceptó humildemente la misión de ser “la roca” de la Iglesia y pastorear el rebaño de Dios, a pesar de su debilidades humano.

Los Hechos de los Apóstoles ilustran su papel como líder de la Iglesia tras la resurrección y ascensión de Cristo. Pedro condujo a los apóstoles como el primer Papa y se aseguró de que los acólitos mantuvieran la verdadera fe.

Como afirmó Benedicto XVI en su homilía, “en el pasaje del Evangelio de San Mateo (…), Pedro hace su confesión de fe en Jesús, reconociéndolo como Mesías y también Hijo de Dios; lo hace también en nombre de los demás apóstoles. En respuesta, el Señor le descubrió la misión que deseaba confiarle, o sea, la de ser la ‘piedra’, la ‘roca’, el fundamento visible sobre el que se edifica todo el edificio espiritual de la Iglesia”.

7. São Paulo es también un pilar de la edificación espiritual de la Iglesia

San Pablo fue el apóstol de los gentiles. Antes de su conversión, se llamaba Saulo, pero después de su acercamiento con Cristo y su conversión, prosiguió sendero a Damasco, donde fue bautizado y recobró la vista. Adoptó el nombre de Pablo y pasó el resto de su vida predicando el Evangelio sin descanso a las naciones de todo el mundo mediterráneo.

“La iconografía tradicional muestra a San Pablo con la espada, y entendemos que ésta representa el instrumento de su calvario. Pero, repasando los escritos del Apóstol de los gentiles, descubrimos que la imagen de la espada tiene relación a toda su misión de evangelizador. Por servirnos de un ejemplo, en el momento en que ahora sintió que se aproximaba la muerte, escribió a Timoteo: ‘He peleado la buena batalla’ (2Tm 4,7); aquí ciertamente no es el combate de un comandante, sino el de un heraldo de la Palabra de Dios, fiel a Cristo ahora su Iglesia, para quien fue consumado por completo. Exactamente por eso, el Señor le dio la corona de gloria y lo colocó, adjuntado con Pedro, como un pilar en la edificación espiritual de la Iglesia”, ha dicho Benedicto XVI en su homilía.