5 oraciones de intercesión en la Biblia

La intercesión es una parte fundamental de la oración. Todo católico está llamado a interceder por sus hermanos y hermanas y por el planeta, participando en la obra de Dios de editar vidas. Quien intercede busca el bien del otro. En la Biblia disponemos varios ejemplos de intercesión y podemos ver cómo marcaron la diferencia:
1. Jesús
Nuestro mayor ejemplo de intercesión es, indudablemente, ¡Jesús! La Biblia afirma que él siempre y en todo momento está intercediendo por nosotros frente al Padre. Durante su ministerio en la tierra, Jesús oró especialmente por sus discípulos, para que estuviesen preparados para la gran misión de predicar el evangelio.
En su última noche con sus acólitos, Jesús logró una oración particular de intercesión. Le solicitó al Padre que protegiera a sus acólitos cuando regresara al Cielo y oró para que vivieran en unidad. Además de esto, oró por todos y cada uno de los que creerían en él en el futuro para estar perfectamente unidos con Dios y entre sí (20“Mi oración no es solo por ellos. También oro por aquellos que creerán en mí a través de su mensaje,21para que todos sean uno, Padre, como tú en mí y yo en ti. Que ellos también estén en nosotros, a fin de que el mundo piensa que tú me enviaste.22La gloria que me diste les he dado, a fin de que sean uno, así como nosotros somos uno:23Yo en ellos y tú en mí. Que sean llevados a la unidad completa, a fin de que el mundo sepa que tú me enviaste y los amaste como me amaste a mí.”>Juan 17:20-23).
La oración de intercesión de Jesús fue muy importante pues descubrió la intención de Dios para nosotros: la unidad. ¡Solo Jesús puede juntar a personas de todo el mundo! Por su intercesión poseemos unión con Dios y tenemos la posibilidad de vivir unidos a nuestros hermanos en el amor.
2. Abrahán
Abraham era un hombre lleno de compasión. Tenía un sobrino llamado Lot que se había mudado a una ciudad llamada Sodoma. Pero aquella ciudad y su vecina Gomorra eran muy depravadas y habían provocado la ira de Dios por tener tanto pecado. Entonces Dios le ha dicho a Abraham que tenía la intención de destruir a Sodoma y Gomorra.
En el momento en que Abraham oyó esto, intercedió por las ciudades, para que los justos no fuesen destrozados con los injustos. Al percibir a Abraham, Dios acordó no traer destrucción si hallaba allí a diez justos. Desafortunadamente, no había no diez personas justas en ámbas ciudades, por lo que fueron demolidas. Pero Dios disculpó a la familia de Lot, que era un hombre justo.
Dios había elegido a Abraham para ser una bendición para todos los pueblos. Le dijo a Abraham Su plan para probar su corazón (17Entonces el Señor ha dicho: “¿Ocultaré a Abraham lo que voy a hacer?18Abraham va a ser padre de una nación grande y poderosa, y por medio de él van a ser benditas todas las naciones de la tierra.19Por el hecho de que lo he escogido a fin de que mande a sus hijos y a su descendencia tras él que se mantengan en el camino del Señor, para realizar lo que es justo y recto, para que el Señor le dé a Abraham lo que le prometió“.> Génesis 18: 17-19). ¿Era Abraham la persona adecuada para educar a sus descendientes el sendero de Dios? La compasión y la preocupación de Abraham por la justicia demostraron que de esta forma era.
Vea aquí la narración de Abraham.
3. isaac
Cuando tenía 40 años, Isaac, el hijo de Abraham, se casó con Rebeca. Los dos se deseaban mucho pero tenían un inconveniente: Rebeca era estéril. Por lo tanto, Isaac oró intercediendo por su mujer (21Isaac oró al Señor por su mujer, por el hecho de que ella era estéril. El Señor contestó su oración, y Rebeca su mujer quedó embarazada.»> Génesis 25:21). Pasaron 20 años, pero finalmente Rebeca terminó embarazada… ¡y pronto de mellizos!
Isaac sabía que Dios tenía poder para ofrecerle un hijo a Rebeca. ¡Él mismo había sido un milagro, al nacer en el momento en que Abraham tenía 100 años y Sara 90! Además, Dios había prometido bendecir a sus descendientes. Conque oró con fe y Dios escuchó su intercesión. La espera no hubo de ser fácil, pero Isaac no perdió la promesa. En el instante oportuno, Dios respondió a su intercesión.
Revela más sobre Isaac aquí.
4. Moisés
En el momento en que el pueblo de Israel salió de Egipto, fueron al monte Sinaí, donde Dios se reveló a todos. ¡Moisés subió a la montaña y recibió los Diez Mandamientos, pero mientras que estaban allí, los israelitas decidieron volverse a la idolatría (en frente de la gloria visible de Dios)! Dios estaba muy enojado y conminó con destruir a los israelitas, comenzando nuevamente con Moisés.
Cuando oyó esto, Moisés intercedió por el pueblo. Recordó el pacto que Dios había hecho con la familia de Abraham, cuyos descendientes eran en este momento el pueblo de Israel. A pesar de la maldad del pueblo, Moisés pidió misericordia, pues amaba a su pueblo (11Moisés, sin embargo, rogó al Señor su Dios, clamando: “Oh Señor, ¿por qué razón debe de prenderse tu furia contra tu pueblo, que sacaste de Egipto con enorme poder y mano fuerte?12¿Por qué deben decir los egipcios: «Fue con malas pretenciones que los soltó, para matarlos en las montañas y desterrarlos de la faz de la tierra»? ¡Arrepentíos del fuego de vuestra ira! ¡Ten piedad, y no traigas este mal sobre tu pueblo!13Acuérdate de tus siervos Abraham, Isaac e Israel, a quienes juraste por ti: «Haré su d…»>Éxodo 32:11-13).
Dios escuchó la intercesión de Moisés y no destrozó a los israelitas. Fueron castigados pero Dios no los abandonó. La intercesión de Moisés creó una oportunidad para el perdón y la reconciliación con Dios.
Lea la historia completa de Moisés aquí.
5. Pablo
El apóstol Pablo oró por todas y cada una de las iglesias que había fundado en sus viajes misioneros. También oró por cada católico que conocía por el hecho de que amaba a sus hermanos en Cristo. Sus intercesiones mostraron su amor y asimismo asistieron espiritualmente a las iglesias, en especial en el momento en que estaban luchando.
Pablo intercedió para que las iglesias creciesen en su conocimiento del evangelio, recibiesen las bendiciones de Dios y viviesen más como Jesús (17Suplico que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre glorioso, os dé espíritu de sabiduría y de revelación en el conocimiento de él.18Suplico asimismo que los ojos de nuestros corazones sean alumbrados, para que conozcáis la promesa a la que os llamó, las riquezas de su gloriosa herencia en los santos.19y la inigualable excelencia de su poder para con nosotros los que creemos, según la operación de la potencia de su poder.»> Efesios 1:17-19). Sus intercesiones fueron un caso de muestra de de qué manera nosotros asimismo debemos rezar unos por otros a fin de que la iglesia crezca.